Extra (CAPÍTULO 1)

103 12 38
                                    


Laura

1999

¿Tener familia? ¿Tener una hija? ¿Estar feliz con la vida? ¿Agradecer por la persona que está a tu lado? ¿Qué te enamores de tu esposo cada día más? Ya esas preguntas habían quedado guardadas con una simple respuesta en mi cabeza.

Si.

Tenía una familia. Tenía una hija. Estaba feliz con la vida. Agradezco a quien tengo a mi lado. Y claro, me enamoraba de Javier con cada día que pasara.

Por más que corriera el tiempo, pensaba que era imposible hacerlo, que los latidos de mi corazón siempre iban a ser así de rápidos cuando lo tuviera cerca, cuando mirara cómo trataba a Romina... pero más equivocada con esa idea no podía estar. Mi ritmo cardiaco se aceleraba con cada segundo, que incluso hasta llegue a pensar que podía salir de mi pecho.

Y todo esto empezó cuando llegamos por primera vez a casa con mi niña. Ya hacía casi un año de eso.

Mi Romy estaba tan grande que parecía que hacía dos semanas que era una bebita. Una hermosa recién nacida que buscaba con esos ojos enormes que heredó de Javier, a su papá. Que si no estaba cerca de ella, empezaba a quejarse hasta que reconocía su voz, su piel o incluso su olor.

Mi suegro tenía razón, el tiempo pasa tan rápido que apenas y te das cuenta. Habíamos logrado tantas cosas en tan poco tiempo que era increíble la manera en como todavía pensaba que era un sueño. Uno del que no quería despertar y que no tuviera esto.

Tratábamos de equilibrar las cosas, ya que Javier la mayor parte del día estaba fuera, por cosas que pasaban desapercibidas en el rancho. Y lo entendía, no era lo mismo tener planeado una operación, con tácticas y equipo especial; a que una res del ganado escape y la tuvieran que estar persiguiendo por varios kilómetros.

Eso no era planificado, y en muchas ocasiones que ocurría algo por el estilo; miraba su rostro, su expresión. No le gustaba que los hombres, a quien había contratado luego de un par de meses de estar a cargo, lo interrumpieran cuando estuviera con Romy o conmigo.

—Estás hermosa, mi niña— le habló cuando estaba bajando de las escaleras tomada de mi mano. Ya caminaba, pero todavía se le revolvían los pies al andar.

—Apá— repetía hasta que llegó a sus brazos —Avi— mencionó tomando su rostro con sus pequeñas manos.

—¿Qué dijo?— me preguntó una vez que llegue a su lado, le limpie una pequeña mancha de bloqueador que tenía en la mejilla la niña y lo mire de soslayo.

—Javi— me miró con una sonrisa —Eso es lo que dijo—

—Nos tenemos que poner de acuerdo tú y yo, princesa. ¿Qué soy para ti?— la movía en el aire y mi niña reía —Tu papá o Javi— ella se reía entre más la movía.

Su bella sonrisa, igual a la de Javier, me hacía sonreír como tonta; los dos amores de mi vida interactuando era lo mejor que podía presenciar.

No había nada mejor que eso.

—Avi— repitió ella entre risas.

Él también estalló en una carcajada cuando Romy contestó.

—¿Nos vamos?— me preguntó entrelazando su mano con la mía y llevándola a su boca para dejar un lindo beso en el dorso.

Desde hace un par de semanas, habíamos estado planeando ir al pueblo, nunca habíamos salido los tres juntos; siempre era yo con ella, Javi con ella o nosotros dos. Era el momento de que disfrutáramos de un momento de familia.

Under Fire ---- Javier Peña // (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora