XXXV. Idioma

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Cuando llegó el momento de despertar a Jin, todos estaban un poco emocionados y nerviosos, en un acto arriesgado de fe ciega hacia el trabajo del sello, Tsunade había aplicado el mismo sello en Nawaki unas horas antes. El niño, ahora en el cuerpo de un adolescente, casi adulto, debido a que el tiempo no perdonaba a nadie, ni siquiera a los niños ni a quienes permanecían dormidos después de una casi muerte espantosa, despertó de su largo coma de más de cuatro años para encontrarse sorprendido de estar vivo.

Nawaki al principio presentó símbolos de confusión y algo de pánico, incluso recuerdos revueltos y embotellados como si fuesen una especie de vomito lioso, pero cuando recordó porque estaba en cama, se puso pálido y listo para atacar de inmediato.

Incluso le tiró un Jarrón a Tsunade en un estado aturdido hasta que su visión se aclaró y el estrés de casi morir por una serie de explosivos sucesivos se calmó, Nawaki le pidió perdón a su hermana mayor mientras lloraba afligido por ser tan mal hermano menor, sin dejar de culparse por casi atacarla.

Luego hubo una crisis de ansiedad mezclada con culpa, un lío de emociones y algo muy agotador sobre cómo hacerle entender el tiempo perdido a alguien comatoso.

Nuevamente, Nawaki rompió a llorar cuando vio que tenía un lindo sobrinito, bueno, dos, considerando que Tsunade y Dan se casaron y Shizune era más como una hija para Dan que su primita pequeña.

Fue un lío de emociones y dejaron descansar a Nawaki por la tarde, aun con las emociones a flor de piel, Tsunade se dirigió a la casa de Jin, seguida de un mini escuadrón de Chunins ansiosos por ver a su amiga despierta de nuevo. Enserio, el escuadrón de niños que Jin enredó alrededor de su meñique era un poco molestos para la rubia, ni hablar para Orochimaru, quien amenazó con hacerlos sus próximos sujetos de prueba si es que no se callaban.

Obito estaba un poco ansioso y no se separó de Jin en ningún momento, estuvo a su lado y tomó su mano a pesar de que el lugar le correspondería a la familia de Jin, pero Kakashi siendo el gran blandengue que era, le cedió su "lugar" como hermano mayor mientras Banri sostenía la otra mano de Jin y Sakumo sostenía suavemente el hombro del azabache, brindándole consuelo y apoyo silenciosos.

El sello brilló y la bonita habitación de Jin, a pesar de ser grande y espaciosa, se sentía un poco abarrotada por todos los amigos de Jin y sus cuidadores adultos. La tinta negra se extendió por el cuerpo de Jin y lentamente empezaron a brillar de un tenue blanco hasta que los sellos se contrajeron de todo su cuerpo y se concentraron en su frente.

Todos contuvieron la respiración cuando los sellos se apagaron y los minutos pasaban en una tortuosa cámara lenta que avanzaba casi como días, hasta que Jin dio señales de mover sus ojos ligeramente y sus dedos torpemente.

—¡Se está despertando! —gritó Guy emocionado, pero Tsunade frunció el ceño.

—Puede ser una respuesta muscular involuntaria, aun no es seguro hasta que abra los ojos —habló Orochimaru fríamente.

Honestamente, incluso él estaba nervioso.

Que los sellos salieran bien con Nawaki y el resto de pacientes no garantizaba que Jin sería igual, esa niña era demasiado problemática como para hacer las cosas fáciles y, si se trataba de su mente, Orochimaru temía que incluso él no pudiera desenredar ese lío confuso que tiene ella como cabeza -estaba más loca que una puta cabra o un gato naranjo-.

Jin era como un código que cambiaba cada minuto, cada segundo. Nunca habría una combinación segura cuando se tratara de ella y las ruedas que hacían funcionar su mente, así que Orochimaru temía que las mentes complejas como la de Jin no fueran fáciles de inducir al despertar como las mentes más sencillas como la de Nawaki -Nawaki era un gran idiota imprudente, era inteligente para los niños de su edad, sí, pero su impulsividad e impaciencia le bajaba varios puntos a su coeficiente intelectual-.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora