XIII. No

712 144 7
                                    

Al final, de alguna manera, pudieron tener un picnic adecuado a pesar de todos los inconvenientes previos. Jin hizo todos los retratos de Sakumo que pudo, incluso le regaló uno al hombre en donde él y Kakashi estaban juntos.

Por supuesto, conociendo el apetito de Obito, había preparado dos bentos más, uno de los cuales estuvo destinado a Kakashi luego de ese cambio de planes inesperados -pero no tan sorpresivos-.

Jin no pudo evitar sonreír ante la bonita imagen en donde Sakumo tenía a ambos niños durmiendo en el césped con las cabezas de ambos niños apoyadas en sus muslos, mientras estaban rodeados de grandes y fornidos lobos invocados. Obviamente, Jin empezó a dibujar esta escena y les puso especial énfasis a todos los detalles, asegurándose minuciosamente de que todo estuviera correctamente retratado, creando una imagen muy hermosa y armoniosa mientras que Sakumo sonreía suave y cálidamente ante los dos niños en su regazo, acariciando con ternura sus cabelleras desordenadas.

En algún momento, Kakashi y Obito habían empezado a pelear de una manera no agresiva, sino juguetona, hasta el punto en que terminaron totalmente agotados y, luego de comer lo que ella preparó, les entró sueño y se quedaron dormidos con el cálido sol y la suave brisa.

—Gracias —habló suavemente Sakumo, sin querer despertar a los niños dormidos en su regazo.

Los ojos oscuros del hombre estaban teñidos con una suavidad increíble y se posaron en la niña que los dibujaba.

—¿Eh? ¿Por qué? —Jin dejó de lado el lápiz y miró al albino con curiosidad.

—Por regalarme esta maravillosa tarde —Sakumo miró cálidamente a la niña y desvió sus ojos hacia su hijo—. Es la primera vez en mucho tiempo en la que me siento tan feliz y relajado —Sakumo quita el cabello del rostro de su hijo y el hombre no puede evitar soltar una risita al ver como Kakashi arruga su nariz mientras duerme—. También Kakashi se ha quitado todo ese manto de seriedad y madurez que se auto impone, divirtiéndose realmente y actuando como un niño de su edad.

—... —Jin mira las acciones del hombre y, por primera vez, nota que los fantasmas que lo asolaban en su primera reunión pesaban menos en sus hombros—. Me alegro de que haya podido ayudar —Jin sonríe suavemente al hombre.

—Eres una niña muy madura para tu edad —el hombre miró a la chica y rio tímidamente—. Por favor, Jin-chan, sigue siendo amiga de Kakashi y cuídalo.

No —negó Jin inmediatamente y el hombre la miró sorprendido.

—¿Eh...? ¿Por qué...? —el hombre detuvo sus movimientos en el pelo de su hijo— ¿Es por los comentarios duros de Kakashi antes? Puede que sea un poco distante ahora, pero cuando crezca, sus bordes afilados se suavizaran, solo hay que darle un poco de tiempo, aun es un poco inmaduro...

Conozco tus ojos —habló Jin interrumpiendo al adulto y el hombre la miró confundido—. Tus ojos dicen cosas —continuó Jin—. Dicen que no tienes esperanza y estás cansado de la vida.

—...

—Hatake-sama... no, Sakumo-san —Jin lo miró con ojos profundos—. Eres un hombre de un corazón muy amable, te preocupas por salvar y cuidar de los demás... Pero, ¿Quién te salva a ti?

—...

—¿Quién te cuida? —Jin miró al hombre marchitarse ligeramente—. Sakumo-san, por favor, no te olvides de ti mismo —Jin ladeó ligeramente su cabeza—. Por favor, vive para ti mismo —Sakumo abrió ligeramente la boca, pero no pudo decir nada—. Recuerda que esta vida es tuya y de nadie más. Si alguien es lo suficientemente estúpido como para alejarse de una persona tan amable y de buen corazón como el tuyo, lo suficientemente inteligente como para dejarlos ir, porque esas personas no te merecen. Tal vez no puedas controlar todo en el mundo, pero eso es normal, nadie puede controlar todas las cosas que pasan en este mundo, hay cosas que simplemente no dependen de ti y eso está bien, deja que las cosas fluyan naturalmente, que sigan su curso.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora