Jin, cuando se despertaba por las mañanas, no era la persona más inteligente del mundo, realmente, todas sus células cerebrales protestaban sobre despertarse temprano y preferirían encenderse en las tardes, tirando para las noches/ madrugadas, haciendo una gran huelga de conciencia quedándose dormidas por las mañanas.
Mirando más dormida que despierta a Obito, Jin balbuceó algunas incoherencias antes de volverse a dormir.
Lo siento, incluso Obito no es nada ante sus pocas células cerebrales mañaneras.
Mirando a su preciosa Jin que estaba durmiendo como un pequeño gato perezoso que, en su inmenso sueño, abrió uno de sus preciosos ojos y, al no encontrar amenaza alguna, se volvió a dormir, Obito suelta una pequeña risita, encantado con lo jodidamente adorable que es su hermosa pareja y besa su bello rostro semi dormido hasta su mente divaga nuevamente en los horribles recuerdos de la noche anterior, deteniendo sus acciones y oscureciendo su rostro.
Jin...
Obito besa suavemente su cuello, sintiendo su pulso latir contra sus labios, contra su lengua, él cálido aliento hacerle cosquillas contra la mejilla... sintiéndola tan viva debajo de él, Obito reprime un suspiro aliviado, porque a través de la delgada y frágil piel de su cuello, puede sentir su vitalidad correr por sus venas, puede sentir su corazón latir contra su bonito cuello indicando que efectivamente, ella estaba con él.
Por otro lado, Jin suelta unas risitas dormidas, su cuerpo de retuerce ligeramente entre suelos mientras se remueve como si los cálidos besos del Uchiha le causaran cosquillas, intentando alejar los labios que besaban su cuello, elevando sus manitas hacia los labios que le causaban cosquillas, solo para que sus manos perezosas quedaran atrapadas entre las fuertes manos del Uchiha sobre su cabeza.
Incluso con su usual poca inteligencia mañanera y sus faltas de gana de abrir sus ojos, Jin mira aturdida a Obito cuando este parece un maldito vampiro, ensañándose con su pobre cuello hasta que lo siente un poco dolorido, por lo que intenta liberar sus manos, solo para fallar patéticamente.
Su lengua pesa en su boca, clara señal de que no quiere hablar tan temprano en la mañana, no acostumbrada a ser de esas personas extrañas que se despiertan con los ánimos de conquistar el mundo -como ese maniático psicópata de Guy-, pero si Obito continua así, Jin teme que Obito se vuelva Edward Kullen y ella su Bella.
No es que le importe pasar una eternidad con Obito, pero tiene ese deje de duda si él la podría soportar durante tantos siglos.
-con el constante temor de Obito a sus sellos, Jin no cree que el Uchiha pueda aguantar unos cuantos cientos de año a su lado-.
—Obito... deja mi cuello... —murmuró adormilada y se removió incómodamente, los dientes del Uchiha mordisqueando su sensible cuello adolorido por la constante atención que le da el hombre.
—¿Ahora estás despierta? —murmuró contra su cuello y le besó tiernamente la mejilla.
—No, ahora déjame mimir —respondió Jin adormilada y frunciendo el ceño suavemente, no quería abrir los ojos...
Obito sonrió en partes iguales de impotencia y diversión, cielos, su preciosa Jin era demasiado...
—¿Segura...? —ronroneó contra su cuello y mordisqueó el lóbulo de su oreja— ¿Qué pasa si me aprovecho de ti mientras duermes, mm?
—Tienes mi permiso, buenas noches... —Jin se giró, Obito se quedó tieso por un momento sin procesar lo que dijo Jin.
—¿Espera, qué? —Obito mira aturdido a su mujercita que está acostada con una sonrisa tonta y las mejillas sonrojadas, lista para pegarse otra siesta de ocho horas completas—. Oye, no puedes quedarte dormida luego de decirme algo como eso, Jin... cariño, mi amor... dulzura... ángel...
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So Simp [Yandere! Uchiha Obito]
Fanfic[Serie So or Mine] 2 Obito, víctima de sus errores y pesadillas, termina retrocediendo en el tiempo debido a que fue presa de un destino que nunca fue suyo en primer lugar. El sabio de Seis caminos sabe que sus hijos torcieron el mundo y lo destruye...