Obito miró a Jin dormir y se frotó la cabeza con frustración, tan pequeña e indefensa... esperaba que con soltarle toda su mierda encima a esos idiotas cabeza hueca y tercos como mulas arrojara una señal mágica sobre sus cabezas demasiado infladas en sí mismos y los hiciera reflexionar de su actuar, poniéndose, aunque sea un poco, en el lugar de Jin.
Claro, Jin fue... precipitada y extrema, pero Obito no podía culparla de pensamientos suicidas cuando él literalmente pensaba que lo mejor sería tener una épica batalla a muerte con un anciano con soporte vital y hacerle entrar en razón mientras ambos morían plácidamente... todo después de deshacerse de Black Zetsu, claro está.
Lastimosamente, Black Zetsu no quería ser sellado y mucho menos seguir sus planes, pero supone que mostrarle la verdad a Madara fue un poco satisfactorio al ver como ese viejo se marchitaba rápidamente hasta decidir quitarse el soporte vital sin ganas de revivir.
Ah... ahora que lo piensa, ¿Los Uchiha son más propensos al suicidio? Debería preguntarlo seriamente, tal vez hacer una encuesta o algo.
Suicida o genocida, tú eliges.
Obito, siendo el rompe sistemas que es, elige ambos, un suicida genocida, por supuesto que si.
Teniendo pensamientos estúpidos y vagos hasta que llegó el día, porque Obito no necesitaba dormir en absoluto gracias a las células Hashirama que lo mantenían irritablemente activo y despierto, hasta el punto en que pestañar para él era casi un lujoso sueño de ocho horas, Obito miró el bonito amanecer desde la ventana de Jin hasta que ella se despertó ligeramente aturdida y confusa, con sus ojitos aun nublados por el manto del sueño en su rostro.
—¿Obi...to-kun? —preguntó adormilada y extrañada Jin, su voz suave y ronca, casi al punto en que, si no escuchabas atentamente, podrías confundir su habla con algo inentendible.
—Io —saludó Obito acercándose a su cama.
—Mmm... sueño... —murmuró adormilada mente Jin con una sonrisa boba en su rostro.
Por supuesto, siendo la Simp que era, Jin ni siquiera se le pasó por la cabeza que el Obito que estaba en su habitación fuera una pizca de real y no solo una imaginación de su mente cansada, así que, como una buena persona civilizada y normal, arrastró a Obito hacia su cama, lo tapó y lo utilizó como almohada gigante.
Si no abrazas almohadas mientras duermes simplemente no eres humano.
Durmiendo mientras abraza a su almohada, Jin volvió a caer en un profundo sueño mientras Obito tenía una crisis existencial porque no podía creer que Jin simplemente tuvieran el sueño tan pesado como para apenas despertarse, volverse a dormir y arrastrarlo con ella a la cama como si nada.
Obito pasó las próxima cinco horas siendo una almohada tiesa que mira el techo.
Vaya... Si que Jin duerme mucho, con esto sería... ¿Doce o catorce horas durmiendo? Ella seguramente no dormía, invernaba.
Pensando estupideces, Obito suspiró aliviado cuando Jin recobró la conciencia realmente y soltó un agudo chillido directamente en su oído al verlo en su cama.
—Jin, puedo expli... car... —Obito mira como Jin se desmayó y suspira pesadamente.
Genial, ahora queda como un pervertido asalta cunas...
Dos minutos después, Jin despierta nuevamente y esta vez lo mira sentado en una silla cercana, así que no se desmaya ni chilla, ni se le va el alma, no, ella lo mira tímidamente sonrojada mientras se oculta debajo del edredón de la cama hasta el puente de la nariz, apenas dejando sus ojitos visibles.
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So Simp [Yandere! Uchiha Obito]
Fanfiction[Serie So or Mine] 2 Obito, víctima de sus errores y pesadillas, termina retrocediendo en el tiempo debido a que fue presa de un destino que nunca fue suyo en primer lugar. El sabio de Seis caminos sabe que sus hijos torcieron el mundo y lo destruye...