Para el ruso, ver a su hermana menor de esa manera le dolía, era una imagen rápida de ella tomada desde lejos, y a pesar de que se vea un tanto borrosa, se podía ver a la perfección que era ella, o por lo menos él si sabía diferenciarla.
— Bueno, hay buenas, aliviantes, malas y peores noticias — habló la blanquirroja cortando con aquella llamada.
— ¿Cuál es la buena? — preguntó el pelinegro esperando una respuesta, o más bien, esperando la respuesta de aquellas cuatro opciones que mencionó.
— La buena, es que la encontramos, la aliviante, es que si o si no la tocarán —
— Eso es bueno... ¿Cierto? — volvió a preguntar el alemán, sin embargo, la mirada de la peruana decía todo lo contrario, esa no parecía algo bueno.
— Eso es lo malo... A ella la seleccionaron como una de las "más hermosas" por así decirlo, así que no irá para los presos como todos los demás, irán para los jefes, y ellos... Si la mantienen con vida... Lamentablemente lo hacen... Y esa es la peor, al ser una de las principales, la marcarán como propiedad, como si fuese una vaca o peor, y hablo de esas marcas con hierro que te hacen en la espalda, con todo y número exacto, no es nada bonito, es permanente... —
Eso... Lo dejaba peor que antes... ¿Cómo es que su hermana había llegado hasta ahí? ¿Qué fue lo que sucedió? Si su omega no hubiese estado ahí, nunca se hubiera enterado de que su hermana no estaba en casa, a salvo con... Su padre.
Rápidamente se levantó de su asiento subiendo al segundo piso, hacía mucho tiempo que no hablaba directamente con su padre si es que sus hermanos menores no estaban de por medio, aparte de ello, si o si tendrá que hablarle a su hermano ucraniano al respecto, esa era una conversación que todos los hermanos mayores tenían que enterarse.
Pero primero, tenía que pensar.
Su omega... Más bien, Perú, iba a ser todo a su alcance para que su hermana menor esté a salvo, de eso no había duda alguna, de eso no debía de preocuparse. ¿Pelear con su padre? Oh, sí que lo iba a escuchar, estaba más allá de lo enojado, su padre deseará nunca haberse callado.
Pero ese era un tema que no debía de abarcar solo, así que, primero lo primero, tenía que informarles a todos sus hermanos, comenzando con el ucraniano. Su conversación fue tranquila, aunque, por supuesto, al saber la verdadera razón del por qué el finlandés los había sacado de aquella mansión, no estuvo nada de acuerdo.
Aunque, el ruso lo calmó diciendo que el finlandés no tenía ni la menor idea de que ambos eran hermanos, lo cual podría ser cierto, pero no lo sabría del todo. De una u otra manera, solo le mencionó que mañana en la mañana se iban a reunir en su casa, y que llamase a Tayikistán, el quinto de los 5 hermanos mayores, que él iba a resolverlo.
Su siguiente llamada iba a ser con la Bielorrusa, ya que, con su hermano kazajo, si o si iba a hablar frente a frente.
Con su hermana, una Alpha de calibre, que nadie podía quebrar, gritó de enojo, desesperación, y hasta pudo escuchar un leve llanto. Iba a ser obvio, era de las menores y encima omegas, las que supuestamente todos ellos tenían que proteger.
No podía evitar quebrarse con ella, eran los menos sensibles por fuera, pero en privado sufrían por quienes amaban, sobre todo, cuando no hicieron un buen trabajo. Ante eso, un pequeño pensamiento pasó por su cabeza. Si ellos sentían aquello... ¿Cómo se estaría sintiendo su padre?
— Rusia... —
Escuchó a un lado, estaba tan metido en sus pensamientos, que ni siquiera se percató cuando la pequeña había ingresado a su habitación, mucho menos sintió cuando se le había acercado tanto, o peor, que se haya sentado en sus piernas ¿Tan mal se encontraba?
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Alpha de 3 Omegas
Fanfiction¿Acaso esas tradiciones siguen vigentes? Pero... ¡Si son tan jovenes! ¡No es posible! México, un joven Alpha dominante destacado por su amabilidad, va a un viaje de intercambio de universidad por los últimos 2 años que le queda, pero no va solo. Lo...