Había pasado un par de horas desde que el gran Reino Unido comenzó a despertar, no solo le había dolido el golpe propiciado por la sirvienta asesina que él mismo había contratado, sino que también, cuando despertó después de un rato, su hijo menor australiano lo golpeó un par de veces más, al parecer se había enterado de los tocamientos indebidos que le hacía a esa omega.
— Maldita-... Sean... — se apoyó con cuidado en el sofá donde lo habían recostado, iba a quejarse muchísimo con sus hijos, él era su padre, la persona que más debían de respetar ¿Qué se supone que estaban haciendo? Cuando fijó su vista a los cuatro presentes, notó como todos ellos lo miraban realmente enojados — ¿Qué les pasa?
— ¿Qué nos pasa? ¡¿Qué nos pasa?! ¡Por un carajo padre! — gritó con enojo el australiano mientras se levantaba de su asiento, su enojo era explosivo y nada podría calmarlo en ese momento, ni siquiera su dulce omega.
— No puedo creer que te hayas metido con gente peligrosa y ahora les debes dinero... ¿Qué te pasaba en la cabeza como para hacer eso? — contra atacó el canadiense sonando completamente decepcionado, ni él en sus peores momentos había llegado a ese extremo como lo hizo su padre — Me encantaría saber el por qué, pero ninguna excusa que pongas va a ser suficiente para cubrir lo que hiciste, es que no logramos entender ¿Por qué?
— Ah... Ya lo saben... — agachó su mirada recomponiéndose mejor en su asiento, la verdad, no tenía excusa alguna para lo que hizo.
— ¿Creías que vendríamos hasta acá para saludarte? Debiste tener una idea cuando me viste con México, y ni creas que te vas a salvar porque nos contrataste guardaespaldas a cada uno de nosotros padre
— Un segundo- Si Bolivia era la guardaespaldas de Australia y Malvinas ¿Quién era el mío?
— ¿De Canadá? — interrumpió el mexicano mientras miraba por los papeles que tenía ahí amontonados, sacando una pequeña hoja — Veamos, yo cuidaba a Usa ya que vamos en la misma universidad, Bolivia se supone que iba a ir a la misma escuela que Australia al pasar como una estudiante de intercambio... Pero parece que la metieron de sirvienta
— Racista hijo de pe-...
— Hermanita linda, no te pongas al nivel de la basura... — ¿Molesto? Mucho más que eso, estaba tan enojado que sus ojos brillaron de un intenso dorado, a pesar de que sus ojos normalmente eran de un simple todo café, esto, al parecer les ocurría a todos de esa familia, o eso pensaba la americana — Y para el joven Canadá le tocó... Espera -¿Qué?
— ¿Qué? ¿A quién le tocó? — cuando la pequeña omega se acercó a su hermano mayor, al igual que él, se quedó sorprendida, ni siquiera sabía cómo reaccionar ante ello — ¿Qué? ¿Por qué él? ¿Siquiera se le puede acercar un poco?
— Creo que es una misión de distancia, sin embargo... Creí que estaría ocupado todo este tiempo, y según aquí, él fue el primero quien estuvo en este trabajo, es más, lo vigilaba mucho antes de que comenzara la misión, pero... ¿Por qué?
— Podría llamarlo, pero... Sabes cómo es... Pero sobró comida, a él le gusta comer
— Entonces yo lo llamo, pero dime una cosa ¿Qué hay con el metabolismo de los tres? Comen un carro de comida y no suben ni un gramo, sería normal si solo fuera Perú, pero los tres tienen lo mismo, se me hace demasiado curioso para ser cierto
— Pues no sé, son cosas que pasan y ya — al acercarse a la puerta que llevaba a la cocina, esta fue abierta por el ecuatoriano, que ya se estaba comiendo parte de la comida — Ah-... ¡¡¿EHH?!! — gritó realmente asustada antes de caer al suelo sentada, su hermano le daba sustos de muerte — ¡¿Pero en que momento entraste?!
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Alpha de 3 Omegas
Fanfic¿Acaso esas tradiciones siguen vigentes? Pero... ¡Si son tan jovenes! ¡No es posible! México, un joven Alpha dominante destacado por su amabilidad, va a un viaje de intercambio de universidad por los últimos 2 años que le queda, pero no va solo. Lo...