Alpha de 3 Omegas

Capítulo 62: Familia Parte 1

Aquella mañana resultó más calmada de lo que pensó el menor, sin gritos, sin bulla alrededor, solo él junto a sus padres, hasta sentía que había dormido demasiado ese día, y aún seguía con algo de sueño, pero ya no quería dormir. Al ver la hora, se topó con que eran apenas las 8 de la mañana, durmió 2 horas más de lo habitual, era extraño.

¿Tenía que levantarse? No era el laboratorio, normalmente a esa hora ya se estaba ejercitando o torturándose a sí mismo para la siguiente prueba ¿Tenía que hacer algo similar?

— Veo que despertaste...

La ronca voz del Alpha mayor lo asustó un poco, hasta sentir como acariciaba con suavidad su cabello y orejas, tranquilizándolo un poco. Su padre era alguien misterioso para él, su madre era todo un amor, pero su padre, lo dejaba con dudas.

Era alguien realmente grande, estaba sorprendido que él y su madre se llevaran tan bien ¿Acaso ya eran pareja? ¿O tenían algo? Aún no sabía bien esa respuesta, la interacción que tuvo con sus padres esa noche fue algo corta, y su madre solo le mencionó, que mañana, osea hoy, no iban a poder hablar, ya que tenía algo muy importante que hacer.

¿Qué era tan importante que no podía quedarse con su hijo? No estaba recriminando nada, de verdad estaba curioso ¿Qué había sucedido?

— ¿Sigues cansado? — mencionó el mayor antes de sentarse en aquella cama, su amada omega seguía profundamente dormida, estaba calmada, y su cachorro, parecía no entender la calma en todo ese ambiente — ¿Te sientes bien Rusper?

— ... ¿Rusper? Se refiere a mí ¿No? — ante su confusión, el mayor solo le acaricio el cabello, riendo un poco por lo sucedido.

— Ven, vamos a darte un baño ¿Sí? — cargó a su pequeño cachorro con un brazo, mientras que, con el otro, arropó a su omega para que no despertara, parecía estar buscando a su pequeño entre sueños para tenerlo cerca, cosa que le causó ternura. Bajó a su hijo con cuidado hasta sentarlo en la cama, antes de acercarse a su amada omega — Ahora volvemos — beso los labios de su pequeña despertándola un poco, solo asintió antes de volver a arroparse y quedarse dormida, hasta parecía una niña.

— ¿Mamá...?

— Dormirá un rato más, a ti hay que bañarte y cambiar tu ropa ¿Está bien?

Acarició el cabello de su cachorro antes de entrar al baño junto con él, dejando la puerta abierta. Primero, llenó un poco la tina hasta dejarla tibia, lo suficiente para su hijo, después, lo ayudó a quitarse su ropa hasta meterlo en la tina, al pequeño le parecía extraño sentir el agua caliente por primera vez, ya se había acostumbrado al agua helada, así que esto, era nuevo para él.

Su padre, para hacer más "divertido" el baño, colocó una pequeña pelota de color celeste, que, al contacto con el agua, esta comenzó a esparcirse como burbujas llenando la tina con ellas. Olía bien, no sabía bien qué tipo de aroma era, pero su olor le encantaba, y era bastante suave contra su piel.

Su padre también le puso algo viscoso en su cabello, era extraño, pero también olía bien, según su padre, ese aroma era de "manzanilla", y también causó espuma en su cabello y pelaje. Ese baño le resultó divertido, nunca se había sentido tan bien de bañarse, quería hacerlo más seguido.

Al terminar, su padre lo arropó con un par de toallas antes de salir del baño, de regreso a la cama de sus padres, donde ahí, su madre terminó por despertarse por completo, sentándose con cuidado en la cama.