¿Qué tanto fingía sus emociones?
Esa pregunta lo dejó helado, no pensó que el alemán valla a pensar eso de él tan rápido, aunque las circunstancias marcaban que él se iba a dar cuenta tarde o temprano de aquello. ¿Fingía? Si, todo el tiempo, en realidad, fingió desde que llegó a aquella mansión al igual que sus hermanos, todo fue un show montado para poder llegar a ellos más rápido.
Compasión, enojo, amor, lo único que ninguno de ellos pudo predecir, es que su hermana peruana y ruso fuesen destinados, tampoco pudo predecir el accidente de su hermana menor guatemalteca, que conllevó a que conozca al ucraniano, no, eso no lo dedujo.
¿Todo lo demás? Una mentira o engaño para que el alemán confié en él a ciegas, mentira, que fue destapada por su padre, metiéndose donde nadie lo había llamado. Gracias a los dos, toda la mentira se había descubierto, y por ello estaba enfadado, sin embargo, que a su preciado alemán no le importase su profesión, y que tampoco estaba enojado por no contarle la verdad, le alegraba.
Desde que llegó, él siempre ha sido blanco con el omega, hasta decirle barbaridades sin darse cuenta, lo escuchaba, le entendía, y lo defendía. No entendía sus emociones respecto al pelinegro, pero lo que sí entendía, es que no lo quería perder, sea una simple amistad, o que pueda llegar a ser algo más.
Lo admitía por completo, con él era débil, pero ¿había algo de malo por eso? No podía controlar sus emociones, su hermana tampoco, y siempre había fingido que a él no le afectaba nada, cuando en realidad, todo le estaba afectando.
Fingir todo el tiempo cosas que no son, lo confundían, ya ni siquiera sabía si estaba fingiendo, o si de verdad podía llegar a sentir algo de amor. Pero vamos, ni siquiera puede describir qué es lo que siente por su propio Alpha.
El noruego es todo lo que a él le encanta de un Alpha, es amable, es gentil, es dulce y atento con él; en sus celos, siempre le lleva algo de comer y se queda con él acompañándolo, ni siquiera lo toca de más, y a pesar de que parece afectarle, aguanta todo por él.
... ¿Por qué no lo amaba...?
— Oye ¿Estás bien?
La voz del pelirrojo junto con el leve tacto de sus dedos en su mejilla, lo sacó de sus propios pensamientos, prefería no responder la pregunta que él mismo se había hecho, sabía, que no iba a salir nada bueno de eso.
— Solo hay que avanzar... Estoy preocupado por la misión...
Mintió, o más bien, intentó desviar de manera obvia la conversación para no continuarla, se veía que estaba incómodo por ello, y el noruego no iba a permitir que su dulce y amado omega se sienta triste ese día, especialmente cuando tenían una misión en medio, una misión que podría costarle la vida a su pequeño, cosa que él nunca permitiría.
— Bueno-... Si te hace sentir mejor Mi Amor, al menos no pasará como hace 5 años cuando causamos un desastre por completo ¿Recuerdas? — al acercarse a él, rodea su brazo por los hombros de su omega, acercándolo en un abrazo — Cuando terminamos destruyendo esa fábrica de armas
— ¡Ya recuerdo! Hace 5 años ¡Fue increíble! — agarró de la camisa de su Alpha a la vez que lo movía ligeramente, hasta acercarlo a él — ¡También cuando terminamos cayendo por ese acantilado después del incidente de Terror Formancer!
— ¡¡Ohhh!! ¡Lo recuerdo bien!
Se alejó un poco de su pequeño realmente feliz, ni siquiera habían notando cuando ambos comenzaron a sacar sus feromonas, cosa que, para el alemán, era algo asfixiante. Sentir las feromonas de los dos al mismo tiempo, le dio a entender que, en definitiva, los dos eran destinados por completo.
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Alpha de 3 Omegas
Fanfic¿Acaso esas tradiciones siguen vigentes? Pero... ¡Si son tan jovenes! ¡No es posible! México, un joven Alpha dominante destacado por su amabilidad, va a un viaje de intercambio de universidad por los últimos 2 años que le queda, pero no va solo. Lo...