El camino a su departamento fue algo frustrante, no sabe en qué momento pasó de estar deprimido a enojado, pero no podía dejar de pensar ¿Cómo era el Alpha del ecuatoriano? ¿Era fuerte? ¿Era gentil con él? ¿Se habrán acostado antes? Bueno lo último no me importaba en lo absoluto, después de todo, él se había acostado con cientos de omegas.
No, acostarse con él no era un problema, pero ¿Lo amaba? Eso era lo más importante, si amaba como él pensaba, estaba completamente perdido, rechazado sin siquiera intentarlo un poco, estaba acabado.
— Creo que... Estás sobre pensando todo...
Mencionó la boliviana, ella apenas le estaba prestando atención, ya que seguía hablando con su hermana mayor, pero con solo sentir las feromonas del canadiense, podía descubrir todo respecto a sus emociones ¿Así funcionaba en verdad? Ella nunca sacaba sus feromonas, al menos no como lo hacía el resto del mundo fuera de su agencia.
— Yo no-... Estoy sobre pensando nada...
Por supuesto, esto causo un poco de risa en la latina, sabía bien que ese loco pelirrojo se estaba enamorando de su hermano mayor, y ni siquiera estaba intentando ocultarlo. Su hermano mayor era todo un tema, quien fue ignorado por completo por sus padres, aún más que a ella, no sabe si es porque es un Omega hombre, o por otro tema de sus padres, pero nunca le agradaron.
Ahora que lo pensaba bien, su hermano ecuatoriano mencionó no tener problemas alguno con que ella se apegue al canadiense, era extraño que le agarre confianza tan rápido, sobre todo con el historial que tenía. Su hermano mayor, gracias a su hermana peruana, no confiaba en nadie, solo en su familia, y ni siquiera toda. Cuando su hermana mayor se escapó, su hermano tenía 6 años, mientras que ella tenía solo 2 años.
Por supuesto, ellos dos quedaron bajo el cuidado de su hermano mayor Venezuela, uno de los pocos Alphas de la familia, alguien bastante similar a su hermano ecuatoriano. Él los cuido por los tres años que su hermana había desaparecido, hasta regresar un día con ellos, y quedarse a su lado.
En esos tres años, su hermano mayor hizo un pacto de silencio, no hablaba con nadie, ni con ella. A nadie pareció importarle mucho, ya que su salud se mantenía maso menos estable, lo único era que no hablaba ni un poco, como si le hubiese echo una promesa a su hermana, y nadie podría saber nada sobre ella.
Cuando ella regresó, su hermano volvió a hablar, pero muy poco, dejo de sonreír, dejo de quejarse, dejo de comportarse con un niño, y solo se encerraba en su herrería, creando todo tipo de armas para todos los agentes. Las únicas veces que estaba a su lado y él se permitía abrirse de una manera más sentimental era en el baño, cuando las tres se bañaban.
¿Ese novio que tiene? Ni siquiera su hermano entiende como paso, según todos en su familia, un día llego de la nada, le empezó a decir "amor", "cariño", y todo tipo de apodos cariñosos, aparte de besos en su cabeza y mejilla, y como su hermano nunca decía nada al respecto, todos en la agencia creyeron que era pareja. Para ellos, ese tipo era extraño, su hermano nunca le importo en verdad ¿Por qué no le decía que nunca estuvieron juntos?
Ni idea, era lo más extraño de todo ¿Le gustaba? No sabía, nunca lo mencionaba, ni hablaba con él en realidad, siempre que ese Alpha aparecía, su hermano lo veía, ignoraba, dejaba hablar y se iba. Esa era la extraña rutina que tenía, era... Extraño. Lo que más le extrañaba sobre todo eso, era la insistencia de su hermano por querer romper a último momento con ese Alpha, sucedió de la nada.
Cuando le dijo a sus demás hermanas y hermano que iba a terminar con ese Alpha, todos estaban más que sorprendidos por esa decisión, pensaron que de verdad se iba a quedar con ese tipo hasta casarse, y ahora de la nada quería terminar con él ¿Qué sucedió?
Al llegar al departamento del canadiense, ella rápidamente ingreso al cuarto de su hermano, sorprendiendo un poco al mayor, ahora sabía dónde estaba el cuarto del Omega, sin embargo, no entró en él, era su propia privacidad.
— Canadá espera — al salir del cuarto de su hermano, le entrego una pequeña mochila al mayor antes de alejarse rápidamente — Voy a dormir con audífonos, música a todo volumen y con seguro doble en la puerta del cuarto de mi hermano ¡Descansa!
Y con eso, se encerró en el cuarto de su hermano, dejando sin palabras al mayor ¿Qué había en esa mochila? Con duda, se acercó a su propia habitación hasta cerrarla con seguro, si la pequeña lo hacía, era mejor que él hiciera lo mismo, por precaución.
Se sentó en su cama observando aquella mochila, era curiosa, y sentía un leve cosquilleo en sus manos, al abrirla, solo pido apreciar una polera, que al sacarla un poco, llegó a botarla al suelo, alejándose en ese mismo instante. ¿Que demonios? Esa sola polera, olía a celo puro, como si un Omega todos sus celos la utilizará para poder satisfacerse a sí mismo.
Con miedo, se acercó a aquella polera hasta tocarla un poco, con solo moverla, toda su habitación podría oler a ese celo de Omega, y si la pequeña lo saco de la habitación del ecuatoriano... ¿Era de él?
Su cuerpo no dejaba de temblar, cada segundo que seguía tocando aquella prenda, era una sentencia a lo inevitable, y por supuesto, con menos de un minuto, ya sentía como su erección no podía más con su ropa, hasta podría decirle que le dolía un poco.
Su respiración agitada, su cuerpo ardiendo, no había sentido tanto con tan poco en mucho tiempo, hasta podría decir que estaba delirando por aquella polera, no podría controlarse, así que, antes de volverse completamente loco, prefirió ponerse su pijama, le era más cómodo que su traje de oficina que estaba usando.
Mientras se vestía, no dejaba de pensar en qué momento utilizaba el ecuatoriano aquella polera. Era obvio que en su celo, pero ¿Para qué exactamente? ¿Al dormir? ¿La usaba todo el tiempo de su periodo de celo? ¿O es que acaso...? ¿Era para masturbarse...?
No era extraño, es algo común entre Alphas y Omegas, apegarse a una prenda para poder pasar sus celos, hasta él lo hacía con regularidad en su adolescencia, antes de pasar sus celos con el ucraniano, pero aún así, al recordarlo, su celo no era nada comparado, a lo que sentía ahora con solo ver aquella polera.
Al solo quedarse con su pantalón de a cuadros negro con rojo, se sentó en su silla de escritorio a varios metros de aquella polera. Su erección no había disminuido ni un poco, hasta podría jurar que su libido podría aumentar si continuaba viéndola.
¿Ahora que podría hacer? ¿Solo tenerlo ahí? Por alguna razón la boliviana se lo había entregado, y no entendía el por qué hizo esto, si le pertenecía a su hermano ¿Por qué se lo entregaría a un Alpha tan fácil?
Se acercó un poco a aquella prenda esperando no delirar tan rápido, podría ser una mala señal si eso pasaba. Cuando la levantó del suelo, pudo sentir rápidamente aquellas feromonas que estaban completamente impregnadas en la polera. Esas feromonas olían a gloria pura, era lo más delicioso que podría olfatear en toda su vida, no habría nada mejor que eso.
Con sumo cuidado, lo llevo hasta su rostro para poder oler un poco más de aquella esencia, si el Omega olía así cada celo, no podría esperar a sentirlo por completo dentro, no podía esperar a hacerlo suyo por horas completas hasta llenarlo por completo.
Mierda, hasta podría decir que podría correrse más de 10 veces dentro de él, es que no podía evitar sentirse de esa forma, quería estar dentro suyo lo antes posible, podría imaginarse tanto como cogérselo en todo su departamento, su Alpha interno estaba desesperado por tenerlo dentro de él.
Y nada iba a detenerlo...
¡¡Y fin mis amores!!
Continuaremos, después de este mensaje :3
Bye~
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Alpha de 3 Omegas
Fanfiction¿Acaso esas tradiciones siguen vigentes? Pero... ¡Si son tan jovenes! ¡No es posible! México, un joven Alpha dominante destacado por su amabilidad, va a un viaje de intercambio de universidad por los últimos 2 años que le queda, pero no va solo. Lo...