Alpha de 3 Omegas

Misión #57

Nunca... Me había sentido tan solo...

Estar en un lugar como este, con este tipo de gente... Quisiera poder hacer algo al respecto pero... ¿Qué?

¿Siquiera vale la pena luchar?

He estado aquí encerrado desde que me crearon... Como si no supiera que soy un maldito experimento...

¿Qué? ¿Pensaron que con solo decirme que mis padres me abandonaron aquí porque no me querían, iba a tragarmelo? Por favor, primero hicieron pasar a esa mujer por mi madre, y después, que fui abandonado y ellos lo son todo para mí. Por favor...

Leí mi expediente sin que lo notaran...

No soy tan estúpido como piensan, además, escuché a varios guardias decir que mis genes eran los más aterradores que han visto ¿Quiénes son los proveedores de esos genes? ¿Sabrán de mi existencia?

Solo sé sus nombres... Perú y Rusia, Omega y Alpha...

¿Me querrían si supieran lo que soy?

Porque según sé, han venido un par de veces, asustando hasta a la que más me supervisa, esa doctora extraña que siempre escribe en su libreta. La presencia de ambos la asusta, hasta escuché que los dos vienen al mismo tiempo ¿Se conocerán?

¿Sabrán de mí...?

¿Me querrán siquiera? ¿O de verdad me crearon para solo abandonarme...?

Supongo que... Nunca lo sabré...

— Parece que ya llegamos 

— Si, eso parece — al salir del auto, suelta una ligera risa al ver todo el lugar, lleno de guardias de seguridad, parecía que por esa vez, iba a jugar en serio, y eso le agradaba — ¿Vez eso hermanita? Podemos jugar con cuántos queramos~ — relamió sus labios el ecuatoriano viendo a cada uno de los guardias, que aún no se percataban de su presencia.

— ¿Podemos torturarlos? — mencionó la pequeña esperando la respuesta de su hermano mayor, pero al escuchar la negativa, sacó su lengua en forma de puchero — ¿Por qué no? 

— Torturar significa perder tiempo hermanita, y ahora, nuestro sobrino está ahí encerrado, nuestra hermana y cuñado en un colapso mental y emocional porque su cachorro, nuestro sobrino, está siendo torturado ¿Ahora si comprendes? 

— Ya se, ya lo sé... — Soltó un suspiro sacando su arma del carro del canadiense, el cuál, solo los veía con curiosidad — ¿Y este? 

— Ah, es verdad, hermanita linda ¿Qué tal si me dejas todo el espacio libre principal? ¿Te gustaría?  Sé que en el Sector M está prohibido este tipo de violencia, pero me agradaría que hicieras esto por nuestra hermana

— ¿De verdad? ¡¡Sii!! — bastante animada, agita su enorme martillo de un lado a otro antes de dar un gran salto en el aire, lanzándose directamente a los guardias.