Alpha de 3 Omegas

Capitulo 58: Delirio Parte 1

Los nervios de los nuevos padres estaban a la flor de piel, no solo la peruana caminaba de un lado a otro esperando la llegada de su hijo, sino que, el ruso no dejaba de mover su pierna ansioso de la situación, la opción de al fin sentirse completos durante tantos años podría cumplirse, la razón del porqué eran tan unidos y sobre protectores al fin tenía sentido, sobre todo, esa manera maternal de tener de la peruana, ahora tenía un fin completo.

Las horas pasaban y cada vez mantenía más preocupado a ambos mayores, el ruso al ver la hora, les dijo a sus hermanos que estarían bien, que vayan a descansar y que al día siguiente se iban a reunir a las 10 de la mañana para seguir con la misión, que la peruana si o si, dijo que iría.

Por supuesto el finlandés quiso negarse, su hermanita había tenido demasiadas emociones en poco tiempo, y que podrían esperar por lo menos un día más a la misión y atacar en mar abierto, pero la blanquirroja se negó a esto, prefiere acabar de una vez con la misión para al fin descansar, que continuar con ella después teniendo la opción de arruinarlo, y esa no era una opción.

Con pesar, los demás salieron de la mansión de Onu, quedándose presente el ucraniano, guatemalteca, mexicano y americana. El chileno y el alemán tenían otra misión al día siguiente muy temprano, por lo que prefirieron descansar hasta el día siguiente.

Por supuesto, ambos destinados agradecieron eso, si su hijo era abusado como ambos suponían, ver tanta gente reunida lo vaya a asustar, y eso sería un problema para ellos. Ya pasadas unas cuatro horas, siendo ahora las 4 de la mañana, se escuchó como un auto se estacionaba en la parte delantera de la mansión, llamando la atención de los presentes. ¿Lo habrán encontrado?

De verdad esperaban que sí, conocían bien esa agencia y ellos tenían todo fríamente calculado, sería tonto de su parte si es que ellos no los veían como una amenaza para sus experimentos, después de todo, eran un peligro ¿No?

Cuando la puerta se abrió, se sorprendieron por ver a la boliviana bastante feliz, completamente llena de sangre, que no era de ella. Después de ella, entró el ecuatoriano, igual lleno de sangre, pero más tranquilo que su hermana, y detrás de él, escondiéndose un poco, estaba el menor de todos.

Entre el canadiense y el ecuatoriano, se encontraba un pequeño niño de cabello blanco, con orejitas y cola que movía con los nervios que tenía por conocer a ambos mayores. Su imagen era impresionante, por supuesto, todos al verlo un poco pensaron al instante que, de verdad, se parecía demasiado a sus dos padres.

Esos ojos, cabello y por supuesto, lo más distintivo, las orejas y cola de lo que parecía ser un pequeño lobito, eran por parte de su madre peruana, mientras que él, en sí, se parecía demasiado al ruso, ambos genes en un solo ser.

Por su parte, el pequeño estaba realmente asustado, había aceptado a medias el cariño y amabilidad que le brindaron sus tíos Ecuador y Canadá, sabía bien que iba a ir con sus padres, pero aún así, le aterraba la idea de que su vida sería mucho peor que en la del laboratorio, al menos ahí, tenía donde comer y dormir.

Sin embargo, estaba sorprendido por verlos, supuso que ellos eran sus padres por la forma en que lo veían, Rusia y Perú, Alpha y Omega, estaba sorprendido. Su madre, al igual que él, tenía sus orejas y movía su cola de emoción, mientras que su padre, un Alpha que atemorizaba a todos en el laboratorio, parecía sonreír de felicidad al verlo ¿De verdad estaban emocionados?

Sabía bien que sus padres no conocían sobre su nacimiento, eso él lo sabía perfectamente, si es así, entonces ¿Por qué corrieron a abrazarlo? Podía sentir bien las feromonas de ambos que lo inundaban por completo, de verdad quería llorar, ni siquiera sabía si ya estaba llorando por ello.