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Saque la bolsita de té del estante de madera, para ponerla en la taza con agua tibia. El día estaba tranquilo, raro en la torre de los Vengadores.
Iba a agregar un poco de azúcar a mi té, pero de repente vi una aureola azul y el pequeño frasco de vidrio que contenía azúcar, desapareció de mi mano, mire hacia todos lados buscando el frasco, el cual no estaba en ningún lado.
-¿Buscas algo princesa?. -Escuche una voz masculina a un lado de mi.
Me voltee con una pequeña sonrisa, al ver al dueño de aquella voz, y ese acento tan marcado. -Dámelo.
-¿Que?. -Rodee los ojos.
-El azúcar, tonto. -Vi que tenía el frasco en la mano izquierda, levantandola a un punto en el que mi altura era incapaz de alcanzar.
-Solo si me das un beso. -Solté una risa.
-Eres un inmaduro. -Dije antes de agarrar suavemente su cuello y acercarlo a mi para darle un beso en los labios.
-Inmaduro y todo lo que quieras, pero te encanta. -Dijo al separarse.
Me agarro de la cintura, pegándome más a el, besándome y profundizandolo.
-¡Pietro!. -Dije en sus labios, haciéndolo reír.
Aproveche para quitarle la azúcar y separarme de el, agregandola a mi té.
-¿Escuchaste que Stark traerá a su aprendiz o algo así?. -Fruncí el ceño.
-¿Aprendiz?. -Pregunte, a lo que el asintió. -¿Sabes quien es?.
-Nop, solo se que tiene poderes de araña o algo así. -Cuando escuche eso escupir todo el contenido del té que había en mi boca, dejando al rubio confundido.
-Y ya sería todo, creo que ya te enseñe la cocina y-... -Dijo stark entrando a la sala. -Oh, y aquí está el par de tortolitos, ignoralos.
A un lado de el estaba la razón de todo mi sufrimiento semanal, y el insomnio en vida propia.
-Peter... -Parecía algo sorprendido.
-T/n...-Contesto.
-¿Ustedes ya se-...?-Hablo Tony.
-¿Se conocen?. -Interrumpió pietro.
-Eh-eh-. Algo así. -Respondí titubeante.
-Si... -Dijo en un susurro.
Deje la taza vacía en el lavaplatos, esperando irme de allí lo más rápido posible.
Empecé a caminar, alejandome de ellos, cuando escuche un grito detrás de mi.
