Sólo tú. [Segunda Temporada: Mía, sólo Mía]

8. Una sonrisa

Min-ah

Andamos un rato en la motocicleta. La velocidad hace que mi mente se despeje un poco. Agradezco traer el casco, porque puedo dejar que mis lágrimas caigan. Después de un rato Eunwoo se detiene al lado del río Han. Se baja de la moto, pero yo me quedo aquí sentada. Él se quita el casco y se acerca para quitarme el mío.

- ¿Estás bien? Me pregunta.
-¿Quieres la verdad o la mentira? Le digo.

El suspira fuertemente.
-La verdad bebé
-No estoy bien. Tres idiotas acaban de arruinar mi noche. ¿Cómo quieres que esté?
-¿Tres?
-Si Eunwoo, tú también.

Nos quedamos callados un momento.
-Perdón Min-ah por ponerme así, pero me dio mucho coraje verte bailar con él.
-Juro que te entiendo pero no me gustó que reaccionaras así, me lastimaste Eunwoo y que quede claro que no soy de tu propiedad.
-Lo sé, lo sé. Pero aaaggghh, no me pude controlar.
-¿Sabes Eunwoo? Yo nunca te he dado razones. Siempre te he dicho las cosas como son, incluso sobre ese tema. Tú aceptaste la situación y yo he puesto de mi parte, pero no pienso aceptar ese tipo de cosas. Sabes que tengo más de un año y medio de no hablar con ellos, y pienso seguir así.
-Está bien bebe, discúlpame. Todo esto va a terminar pronto, en unos días regresamos a Stanford y todo volverá a la normalidad.
-sí, lo sé.

Él se acerca a mí y me abraza, yo todavía me encuentro sentada en la moto y me abre las piernas para juntarnos. Lo abrazo por la cintura, se separa un poco y me mira. Pega sus labios con los míos, yo le devuelvo el beso, pero no puedo evitar sentirme muy incómoda, una de sus manos empieza a subir por mi pierna. Tiene fácil acceso por la abertura de mi vestido, pero no puedo. Mi mente piensa demasiado y no puedo entregarme.

-Eunwoo, estamos en plena calle.
-Perdón bebé, me deje llevar.
-Está bien, ya tendremos tiempo.
-¿Quieres ir conmigo a casa?
-No puedo, Hana prometió que iba a hacer una cena entre amigas para cuando volviera.

Miento, realmente quiero estar sola.
-Oh, ya veo.
-Pero mañana es la comida con tus padres no?
-Sí, ¿Pasó por ti temprano?
-Está bien.
-Vamos bebé, te llevo a casa de tu amiga.

Nos subimos nuevamente a la moto y nos vamos hacia la casa de Hanna. Él se estaciona y nos bajamos.
-Bueno, nos vemos mañana.
-Esta bien bebé. Te amo

En eso me agarra y me da un beso, con una mano aprieta fuertemente mi espalda baja, mientras con la otra me jala del cuello. Él gira la cabeza para profundizar el beso y no me queda de otra más que contestarle el beso. No siento nada, solo sus labios pegados a los míos y como siempre la culpa me invade. Nos separamos y le sonrío.
-Nos vemos mañana Eun, descansa.
-Adiós.

Veo como se pone su casco. Se sube a la moto y se pierde en la noche.

Subo al departamento de Hana y todo está en silencio. Cierro la puerta y dejo sobre la mesa el casco junto con mi celular. Empiezo a quitarme la chamarra.

-Tenemos que hablar, y me vas a escuchar...

Jungkook
Llegamos a casa de Hanna después de la fiesta. Vengo realmente hecha una fiera. No puedo creer todo lo que ocurrió.

En cuanto Hana me ve, se le borra la sonrisa.
-¿Qué pasó?
-Todo Hana, pasó de todo.
-Te dije Jungkook, te dije que no era buena idea.
-No lo acepto. Ella está ahí, lo sé, ¿dime que también la viste Tae?

Él se sienta en la mesa y tiene la mirada perdida.
-No se Jungkook. Ella... ya no es ella.
-¡Carajo! ¡NO LO ACEPTO! yo la vi, ahí está, es sólo que está muy lastimada y sabemos que es orgullosa.
-Nunca la había visto así. La he visto en sus peores momentos, esos momentos llenos de dolor y angustia y siempre tenía una sonrisa para afrontar la vida. Ahora, esta Min-ah fría y calculadora, diciendo cosas sin importar si lastima. Antes era un puto ángel. ¿Qué pasó?
-Ustedes dos imbéciles ¿qué se creen?, Lamentándose qué ella ya no es ella. ¡claro que no es ella! La hicieron cagada y por su puta culpa, tuvimos que pagar todos. Nos grita Hana
-Tú no sabes lo que es estar allá ni porque tuvimos que tomar esas decisiones Hana. Le grito a Hana
-Me vale un carajo porque lo tuvieron que hacer, sólo sé que son unos verdaderos idiotas. Me voy, están en su casa, nos vemos luego.