11. La verdad

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Jungkook

Estoy dormido en mi cama. Una mano comienza a acariciar mi pecho y mi piel se enchina. Ella me pidió que no me fuera, que me quedara con ella. Volver a abrazarla y sentir su cuerpo fue la gloria. Poco a poco empiezo a ser consciente, eso fue hace una noche. Abro los ojos de golpe y me encuentro a Leah desnuda encima de mí.

-¿Qué demonios Leah?
-Vamos Kookie, me has hecho mucha falta, y no vine hasta acá para verte dormir.

Esto es una maldita tortura, odio tanto a esta mujer que tengo unas ganas inmensas de aventarla a través del cuarto.

Después de que Min-ah se encerrara en su cuarto, no hubo poder humano que hiciera que saliera de ahí, yo estuve toda la tarde discutiendo con Leah hasta muy tarde, la dejé en la sala y me encerré en mi cuarto, lo único que quería era tratar de estar tranquilo, no sé cómo demonios logró entrar.

Ella empieza a besar mi pecho y yo solo puedo pensar en una sola persona. Ella se da cuenta y me suelta.
-Que no se te olvide que puedo hacerte mierda a ti y a tu amigo. Te lo dije Jungkook, tú vas a ser mío por las buenas o por las malas, y sino ve diciéndole adiós a tu carrera de futbolista. Sabes que mi padre con una llamada, puede hacer que te veten en cualquier puto equipo. Y no sólo tú, también me voy a llevar a Taehyung contigo. Ahora hazme tuya de una vez.

No puedo hacer otra cosa más que mirarla con odio. ¡carajo! No puedo tocarla sin sentir asco.
-¿Es por ella verdad?. Entonces esto termina ahora.

Se levanta, se pone mi camisa y sale del cuarto. Corro lo más rápido que puedo y me enredo con la ropa que está en el suelo. Cuando salgo Min-ah está parada con un vaso de leche en la mano. Me mira de pies a cabeza y sus ojos se abren de la impresión. De pronto el vaso termina en el suelo.

-¡AY!
-Min-ah, cuidado.

Me pongo a su lado y veo la fea herida que empieza a gotear con su sangre. Tomo su mano.

-¡no me toques Jungkook!
-Te vas a lastimar, no seas necia.
-Es mi puto problema. Déjame en paz.
-¿qué te pasa perra, por qué le hablas así a mi novio?
-¿a quién le dices perra, estúpida?

Noto como Leah levanta la mano para darle un golpe, me pongo de frente a ella, y yo soy el que recibe el golpe en el pecho. Suena un teléfono dentro del cuarto y Leah se mete pero mira a Min-ah de una manera desagradable.

Me volteo para ver cómo está, y dice con esa voz fría.
-Puedes estar tranquilo, no le voy hacer nada a tu princesa.
-Min, no digas eso...
-No me interesa, así déjalo.

De adentro del cuarto se escucha la voz de Leah
-Mi amor, papá quiere hablar contigo.
Ella levanta la mirada y dice.
-No la hagas esperar.

Ella se agacha y sigue recogiendo los vasos.

"¿Por qué siempre tienes que ser tú la que paga mis putas decisiones? ¿Por qué no puedo ser feliz contigo mi amor?" Me quedo pensando.

Me doy la vuelta y entro al cuarto.
Leah está sentada en la cama con el teléfono en la mano.

-hola entrenador. ¿Cómo está?
-Bien Jeon, ¿cómo va todo? ¿Cómo estás tratando a mi tesoro?
Miro a Leah y ríe de una manera descarada.
-Todo bien por acá
-que bueno Jeon me da gusto. Los espero por acá dentro de poco.
-Sí coach, nos vemos allá.

Cuelgo el teléfono. Ella se acuesta en la cama y tiene el collar en su mano.
-¿de dónde sacaste eso Leah?
-Lo encontré entre tus cosas en los vestidores. Supuse que era para esa perra así que lo saqué sin que te dieras cuenta.

Voy a mi maleta y busco la caja azul aqua y efectivamente está vacío.
-No te equivoques Jungkook, este collar debió de ser mío desde un principio. Así que ni te ofendas. He hecho mucho por ti y por el idiota de tu amigo, que ya no te puedes escapar. Así que intenta dormir porque el día será largo. Busca en sus cosas unas pastillas para dormir y se las toma. Buenas noches.

Sólo tú. [Segunda Temporada: Mía, sólo Mía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora