Capítulo 2 : Un verano pacífico

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Severus Snape estaba en su laboratorio de pociones experimentando con una nueva poción en la que había colaborado con un compañero. Estaban planeando usar veneno de basilisco para crear una cura para la enfermedad muggle, el cáncer. El otro pocionista, Wayne Ramsey, un maestro de pociones en los Estados Unidos con el que Severus había estudiado para su maestría, confiaba en que su investigación sobre la enfermedad, combinada con las habilidades de pocionólogo de Severus y el suministro de veneno, podría crear una cura que erradicaría la enfermedad. enfermedad todos juntos.

'El cáncer se produce cuando las células se dividen sin control y se propagan a los tejidos circundantes. Imagínese si pudiéramos alterar el veneno para atacar y matar solo esas células cancerosas. Una vez que las células fueran erradicadas, solo sería cuestión de reparar el daño ya causado por las células. Sería un milagro, Severus.

Severus pensó que si eran capaces de crear la poción entonces el único problema restante sería encontrar más veneno de basilisco para futuros lotes. Aunque el único basilisco que Potter le había dado, y se negaba a licuarse en sus propios activos, tenía suficiente poción para muchos, muchos lotes fallidos y cientos de exitosos, eventualmente se acabaría y volverían al punto de partida.

Y Severus ciertamente no contaría con que Potter encontrara otro basilisco de sesenta pies de largo para conseguir más.

Severus supuso que ese era un puente que cruzarían si la poción tuviera éxito. Crear una mezcla que alterara el veneno para que se dirigiera a células humanas específicas sin crear una mezcla que fuera tóxica por sí sola estaba demostrando ser todo un desafío. Pero Severus no estaba más que decidido.

¡CRACK!

Severus suspiró. Decidido, pero sin lugar a dudas sus musas creativas estaban siendo rehenes de su próximo pupilo adolescente.

—Harry—llamó mientras salía de su laboratorio en busca del demonio—¿Estás bien?

—¡Bien! ¡No es necesario que vengas aquí!— Potter respondió rápidamente.

Lo que Severus sabía significaba que necesitaba absolutamente ir a la cocina, donde sonaba como si Potter estuviera actualmente. Entró por la puerta y se detuvo ante el desastre frente a él.

—¿Qué diablos estás haciendo, niño?—el demando. Cada encimera de su cocina estaba cubierta de bandejas para hornear, masa y una cantidad escandalosa de harina. El propio Potter tenía lo que parecía masa de chocolate en el frente de su camisa y actualmente estaba intentando limpiar más con la mano.

—Dije que no necesitabas entrar—resopló Potter, levantándose y retrocediendo hacia lo que Severus está relativamente seguro que es yema de huevo.

—Esa no es una respuesta—dijo Severus con firmeza—¿Dónde está Mavis?

—No sé—dijo Potter alegremente mientras enjuagaba la toallita en el fregadero—Le dije que quería probar a hornear, ¿no? Se enojó conmigo y se fue pisoteando. Probablemente volvió a limpiar el baño.

Severus respiró hondo y contó hasta diez muy lentamente en su mente. Se recordó a sí mismo que hasta ahora Potter había sido un compañero de casa ideal. Era educado, respetaba la privacidad de Severus, mantenía sus llamadas por red flu en silencio, le informaba a Severus adónde iba antes de salir de la casa y, por lo general , estaba en silencio.

—¿Por qué estás horneando?—preguntó cuando se sintió mucho menos irritado con el chico.

—Estoy practicando— sonrió Potter—El cumpleaños de Neville es dentro de un mes, ¿verdad? Entonces pensé 'oye Harry, deberías hacer algo brutal porque Neville es brutal'. Pero no se me ocurrió nada hasta que Mavis estuvo haciendo muffins esta mañana y ¡BAM!—Potter aplaudió, aparentemente para lograr un efecto dramático—Sabía que debía hacerle un pastel. Significaría mucho más viniendo de mí que de Mavis, ¿verdad? Porque soy amigo de Neville. ¿Cierto?

Veritaserum//parte 3 de Harry Potter y Siete Años de Caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora