Capítulo 7 : Boggarts y desconcierto

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—Por favor, guarden sus libros de texto, tomen sus varitas y síganme.

Remus sonrió ante los emocionados susurros de su primera clase de Ravenclaw-Gryffindor mientras lo seguían a la sala de profesores. Riddikulus fue una primera lección perfecta para que la aprendieran los de tercer año. Lo habría guardado para su última clase antes de las vacaciones de Navidad, como regalo, pero cuando Albus le dijo que Argus encontró un boggart en el armario, pareció funcionar mucho mejor de esta manera.

Cuando entraron a la sala de profesores, sólo Severus estaba adentro, leyendo un libro muggle con un ceño irritado en su rostro. Mientras Remus iba a cerrar la puerta detrás de la clase, Severus dijo—Déjala abierta, Lupin. Preferiría no ser testigo de esto.

Se puso de pie y pasó junto a la clase, con su túnica negra ondeando detrás de él. En la puerta giró sobre sus talones y dijo:—Posiblemente nadie te haya advertido, Lupin, pero esta clase contiene a Seamus Finnigan. Le aconsejaría que no le confiara nada difícil. No, a menos que desees una explosión.

Seamus Finnigan se puso escarlata y Remus arqueó las cejas. Al parecer Seamus sería su primer alumno del día.

—Esperaba que Seamus me ayudara con la primera etapa de la operación— dijo—y estoy seguro de que la realizará admirablemente.

La cara de Seamus se puso, si era posible, aún más roja. Severus frunció el labio, pero se fue, cerrando la puerta con un golpe.

—Ahora, entonces— dijo Remus, haciendo señas a la clase hacia el final del salón, donde se paró al lado del armario que se tambaleó repentinamente, golpeando la pared.

—No hay de qué preocuparse—dijo Remus con calma, luego de notar los saltos agitados de la clase—Sólo hay un boggart allí.

La mayoría de los estudiantes parecían sentir que esto era algo de qué preocuparse. Neville Longbottom parecía aterrorizado, y Seamus miró con aprensión el ahora ruidoso pomo de la puerta.

—A los boggarts les gustan los espacios oscuros y cerrados—dijo Remus, con la esperanza de implantar la teoría de las criaturas en las cabezas de los estudiantes—Los armarios, los huecos debajo de las camas, los armarios debajo de los lavabos... una vez conocí uno que se había alojado en un reloj de pie. Éste se mudó ayer por la tarde y le pregunté al director si el personal lo dejaría para que mis alumnos de tercer año pudieran practicar un poco.

—Entonces, la primera pregunta que debemos hacernos es: ¿qué es un boggart?

Hermione Granger, la amiga de Harry en Ravenclaw en el tren, a quien Remus veía sentada con su extraño grupo en cada comida, levantó la mano de inmediato.

—Es un cambiaformas—dijo—Puede tomar la forma de cualquier cosa que crea que nos asustará más.

—No podría haberlo dicho mejor— dijo Remus—De modo que el boggart sentado en la oscuridad interior aún no ha asumido forma. Todavía no sabe qué es lo que asustará a la persona que está al otro lado de la puerta. Nadie sabe cómo es un boggart cuando está solo, pero cuando lo deje salir, inmediatamente se convertirá en lo que cada uno de nosotros más teme.

>>Esto significa—dijo el profesor Lupin, optando por ignorar el pequeño farfulleo de terror de Neville—que tenemos una gran ventaja sobre el boggart antes de comenzar. ¿Sabes por qué, Lavender?

Lavender Brown, una chica de Gryffindor, miró vacilante a Hermione antes de responder.

—Uh, ¿tal vez porque somos tantos que no sabrá qué forma debería tener?

—Precisamente—la elogió Remus—Siempre es mejor tener compañía cuando se trata de un boggart. Se confunde. ¿En qué debería convertirse, en un cadáver sin cabeza o en una babosa carnívora? Una vez vi a un boggart cometer ese mismo error: intentó asustar a dos personas a la vez y se convirtió en media babosa. Ni remotamente aterrador.

Veritaserum//parte 3 de Harry Potter y Siete Años de Caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora