Veritaserum//parte 3 de Harry Potter y Siete Años de Caos.

Capítulo 11 : Hogsmeade

La escuela no habló más que de Sirius Black durante los siguientes días. Las teorías sobre cómo había entrado al castillo se volvieron cada vez más descabelladas. Hannah Abbott, de Hufflepuff, pasó gran parte de su siguiente clase de Herbología diciéndole a cualquiera que escuchara que Black podía convertirse en un arbusto florido.

Susan pasó el mismo tiempo tratando de hacer una lista de posibles lugares cercanos en los que Black se escondería, el principal en el que estuvieron de acuerdo fue Hogsmeade.

—Está cerca, no está vigilado, es el escondite perfecto— dijo una tarde durante el almuerzo.

—No vamos a pasar nuestro primer viaje a Hogsmeade buscando a Sirius Black— dijo Draco—Vamos a ir a Honeydukes, visitar Zonko's y comprar cervezas de mantequilla en Las Tres Escobas, ¿entendido?

—¿Lo haremos?—Harry le dio una mirada mordaz y Draco hizo un puchero.

—No quiero cazar a mi primo loco— dijo con una voz a sólo un par de tonos de ser un quejico.

—Harry no irá a buscar a Sirius Black, dejará que el Profesor se encargue de ello, ¿verdad?— Dijo Hermione, haciendo que todos los demás estallaran en carcajadas.

—Sí, eso suena como Harry—resopló Ron.

—¿Podemos guardarlo para nuestra segunda visita a Hogsmeade?— Draco preguntó esperanzado.

—No hay posibilidad—dijo Harry—Vamos a mirar mañana.

Al final, la decisión se le escapó de las manos.

Después de despedirse de Luna y prometerle traerle una sorpresa (“¿quieres una rana de chocolate o un dedo de Black?”), los de tercer año se dirigieron a Hogsmeade.

Harry estaba teniendo la incómoda sensación de ser observado durante todo el camino más allá de las puertas y mientras estaban en el camino. Estaban a punto de entrar al pueblo cuando se dio cuenta cuál era el problema.

—Hijo de puta—maldijo en voz alta en lengua pársle.

—¿Qué ocurre?—Preguntó Neville.

Harry miró a su alrededor.

—Si Snape te metió en esto, los mataré a ambos— gritó en voz alta.

Todos sus amigos lo miraban nerviosamente, pero Harry estaba concentrado en la línea de árboles donde podía sentir los ojos de alguien sobre él.

Termina su hechizo, pensó con un fuerte tirón de su magia.

Observó con satisfacción cómo una bruja alta, larguirucha y de cabello rosado aparecía aparentemente de la nada.

—Observador, Harry—sonrió con una sonrisa torcida, aparentemente sin avergonzarse de haber sido atrapada—Kingsley no estaba exagerando, ¿verdad?

Harry ya había sacado su cuchillo recién obtenido y había dado unos pasos delante de sus amigos.

—¿Quién eres?—preguntó Harry con dureza.

—¿Quién eres?—la bruja lo imitó mientras cambiaba su apariencia. Harry parpadeó y de repente se encontró mirando una copia al carbón de sí mismo.

—Brillante—respiró. Se miró a los ojos verdes y sonrió abiertamente—¿Eres Nymphadora?

—Tonks, si no te importa—dijo.

—¡Oh! ¡Somos primos!— Dijo Draco detrás de Harry. Hizo un paso hacia la bruja y Harry se movió ligeramente, manteniéndolo detrás de él.

—No explicaste por qué estás aquí—le dijo Harry.