Cámaras

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Jade aprovechó la sonámbules de Tori para arrastrarla más dormida que nada a la cabina de grabación.
Le gustaba recordarle cada cierto tiempo que podía cargarla, aventarla y demás aunque fuera una luchadora profesional así que antes de que la castaña.supiera que pasaba la gotica estaba sobre ella besándola e intentaba aflojar el pantalón.
- ¿Escuchas algo? - preguntó Tori cortando un fogoso beso
- Tu estupido cinturón solamente - respondió sentándose bien sobre la cadera para.poder lidiar con el mentado accesorio.
- No, espera juro que escucho algo.

Entre que se movía para librarse de su novia y que la susodicha no paró de maniobrar cuando al fin se pudo parar el cinturón ya estaba abierto igual que el pantalón el cual bajo un poco en cuanto se incorporó.

- Te dije que sonaba algo - le reclamo
Ambas estaban saliendo del edificio, la peleadora aún estaba fajandose cuando pasaron frente al guardia de seguridad quien les deseo buena noche, ellas.respondieron intentando no verle.
- ¿Que iba a saber de las cámaras?
- Es tu universidad y cada día pasas por ahí - señaló al vigilante - aunque deberías quejarte esas.cosas rechinan mucho. Aunque gracias a eso nos dimos cuenta de que estaba, ya no sé si es bueno o malo - terminó de hablar Tori.
- Te recuerdo que tengo un pequeño estudio en casa.
- Bueno, que son 3 horas de carretera

La universidad en si no estaba tan lejos pero el tráfico noas.hizo llegar entrada la madrugada así que llegaron directo a la cama y dormir.
Tori había olvidado lo que era dormir sin un gato haciendo presión en su estómago, pecho o cuello así que aprovechó para dormir un poco más o al menos hasta que sonó su alarma, por mucho que no tuviera pelea le gustaba conservar una rutina, aparte Jade la pateó para sacarla de la cama.

Tori gran parte de su vida la paso solo en familia, no asistió a pijamadas (las noches de equipo n9 contaban, no dormían prácticamente), tenía pocos o ningún amigo a pesar de que le hablaba bien a casi todo el mundo, así que despertar en casa de su novia aún le resultaba increíble y más si tomaba en cuenta que aparte tenía algo de.ropa e implementos para.un aseo rápido.ahi.

Salió a correr un rato, al parecer le había ganado incluso a los señores West pues la cafetera aún no empezaba a funcionar. Fue a la alacena, encontró un frasco de Miel, lo tomó y buscó.una cuchara.mientras tarareaba alguna canción.

Regresó casi una hora después, habia aprovechado incluso para hacer ejercio en unas barras y aparatos del parque, no era su fuerte pero le gustaba. Cuando regresó ahora sí su suegros estaban disfrutando un café y se les.unio antes de tomar.un baño pues Jade no tardaba en despertar y decirle "apestas Vega" era si frase favorita.

- Pensé que las veríamos hasta el lunes - dijo el señor West.
- ¿Hoy debías entregar el proyecto, no? - preguntó ahora la señora
- Si, anoche lo dejé todo para que el profesor y mis compañeros dieran un último vistazo y algunos toques antes de publicarlos - respondió Jade
- En la.oficina hay varios que están emocionados con saber quién está detrás de esa máscara, me van a encargar autógrafos cuando se enteren.

También eso era algo raro, esperaba que "con la fama" la gente la empezará a tratar diferente pero los West seguían igual, Jade, André, Cat, Robbie, el único aprovechado fue Beck y ni así hizo algo ahora que lo pensaba.

El resto de su viernes lo pasó.con Jade viendo películas, series y caminando por un centro comercial cercano donde aprovechó para compar unos premios para los gatos quienes según Sofía ya las extrañaban.

Cuando llegaron al departamento que aún compartía con Paulina las.recibio Big Girls don't Cry y Sofía con un gran abrazo, estaba feliz, emocionada y sorprendida.
- ¿Por qué no nos hablas dicho que cantas tan bien?
- Ni en el baño - agregó Paulina - cantas a diario pero wow, jamás lo habías hecho así.
- Jade hace magia con los.arreglos - intentó decir Tori
- No retoque la pista.solo quité algunos ruidos externos - se safo la gótica viendo cómo su novia era asfixiada por sus amigas, tenía cara de burla pero también de orgullo, ni podía negarlo era su admiradora número uno.


La voz de mi Dulce Amor segunda parte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora