Capitulo 16

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Casida del llanto

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Casida del llanto

—he cerrado mi balcón porque no quiero oír el llanto pero por detrás de los grises muros no se oye otra cosa que el llanto—. Hay muy pocos ángeles que cantenhay muy pocos perros que ladren, mil violines caben en la palma de mi mano. Pero el llanto es un perro inmenso, el llanto es un ángel inmenso, el llanto es un violín inmenso, las lágrimas amordazan al viento y no se oye otra cosa que el llanto.

Federico García Lorca.

Demet Rime

Al sentir su agarre, enseguida me solté y mi primera acción fue, —golpearle con mi cartera—, le grité ¡Maldito degenerado!, no sabes que acá en Estambul esto es prohibido.

¡MALDITOOOO!

El muy descarado soltó una carcajada, al ver mi reacción.

Lo deje hay en el pasillo y entre a la sala de juntas, para ver a mi padre que nos tenia una "Gran Noticia", el siempre vive de problema en problema desde que se separó de mi madre

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Lo deje hay en el pasillo y entre a la sala de juntas, para ver a mi padre que nos tenia una "Gran Noticia", el siempre vive de problema en problema desde que se separó de mi madre.

—entre a la sala de junta, para mi desgracia estaba hay sentado con una taza de café, lo observo—, y para mi asombro es ¡MI TAZA DE CAFEE!, me dirijo donde el para quitársela, pero me gana en fuerza, prefiero no armar un drama, para que mi padre no me saque de la reunión.

Veo a todos los socios de la empresa, los saludo con un pequeño gesto bajando la cabeza, cosa que el extraño me miro extrañado.

Se nota que el no es turco, por que no sabe de nuestra cultura.

Mientras mi padre cuenta la noticia lo veo ponerse unos audífonos, todos lo quedan viendo como si fuera el peor insulto que les hiciera, -veo a su asistente es un hombre alto y acuerpado-, nos dice que Alexander Black es el socio mayorista de las empresas R.I.M.E FASH.

Quedo sorprendida que el abusivo es nada mas y nada menos que el dueño de la empresa de mi familia.

—me levanto directo a donde mi padre—, le reclamo que como es posible que un extraño sea dueño de...

LA BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora