Capítulo 30

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Pasan varios días, desde que Danika se entera de toda la verdad de boca de su verdadera madre Sultana.

«ella no podía creerlo que su padre fue capaz de separarlas, para que nadie supiera de la existencia de la niña, fuera solo un fantasma más en este mundo, pero como toda mentira tarde o temprano se descubre.»

Emrre Remet, siempre ha querido ser el hombre perfecto, cosa que nunca lo ha podido ser porque, es un ambicioso, mujeriego, bebedor, jugador empedernido, maltratado, sobre todo el no ama a nadie solo quiere es tener poder y posición.

Por eso uso a su difunta esposa y a Sultana, porque ellas les generaba estatus y poder.

Nunca se imaginó que Sultana, luego de perder a su única heredera de todo sus imperios, ella tomó la decisión de joder cada uno de los negocios que Emrre trato de hacer, hasta llevarlo a la quiebra, hay Alexander Black tomo esa oportunidad y lo remato dejándolo en la calle.

«por eso el que obra mal en este mundo, todo se te devuelve.» Emrre Remet fue capaz de entregar a sus hijas a personas crueles.

—Danika termino siendo criada por una prostituta.

—Demet se la dieron a un mafioso misterioso.

Ambas vivieron un horribles situaciones, una más que otra, pero a la final las dos fueron destinadas a sufrir, pero Demet prefirió suicidarse a seguir en ese infierno.

En cambio, Danika surgió de las cenizas como el ave fénix.

Por eso Danika ante las adversidades, vio una luz que la hizo más fuerte, para así poder surgir y ser una gran empresaria.

El pasado la tormenta: —los recuerdos, los maltratos, humillaciones, las violaciones, la miseria, pero logro estudiar una carrera que la hizo marcar una diferencia en el mundo de los negocios.

Danika

«esa mujer nunca me mostro un poco de cariño, solo me daba migajas de su veneno o solo quería usarme para su conveniencia.» Tengo unas ganas de matarla por ser una maldita perra conmigo.

Perdí mucho tiempo de mi vida con mi madre, solo porque otras personas no quisieron que yo naciera y viviera en la miseria, pero al saber quién es mi madre y recuperar todo lo que una vez perdí por el cabron de Emrre Remet mi padre, que gracias a Dios está quemándose en el infierno junto con su maldita esposa e hija.

Tengo un mantra que siempre me ha funcionado:

—lo que no te mata te hace más fuerte.


Cuando niña siempre quise que mi madre me llevara a ir al parque o por un helado, pero esa perra que me decía ser mi madre, nunca me dio cariño o amor de madre, siempre me hacía trabajar para que le trajera dinero para que ella se lo gastará.

—salgo de mis pensamientos—

Suspiro profundo, —miro mi celular y veo que ya debí estar lista—, ¡mierda, mierda y más mierda!

Va a pensar que me acobarde con su invitación, pero no es cierto solo se me fue el tiempo.

—entro a la ducha para darme un baño relajante mientras me enjabono mi cuerpo y me lavo mi cabello suavemente—.

Pienso que me pondré...

—entro al vestier—, empiezo a buscar la lencería más sexy que tengo de color negro para que haga juego con el vestido que me voy a poner con las joyas y los tacones—.

Luego de ya estar arreglada me tomo unas sensuales fotos para subirlas a mi Instagram.

—sonrió maliciosamente—

El me vio las foto y puso: —a donde tan sensual señorita Remet?

Le respondo: a una cena con un hombre muy sensual.

Guardo mi celular y salgo de mi apartamento para subirme a mi auto.

Luego de varios minutos

Llego a la casa de Alexander, —el me abre la puerta con una toalla en la cintura—, joder se ve tan malditamente delicioso, —me muerdo mi labio discretamente—.

Alexander: esta mujer huele a olimpo, parece toda una garota sacada de esos carnavales de Río de Janeiro, —le agarro la cintura y le doy un beso en sus labios—.

Ella me jala la toalla y sonríe descaradamente.

Danika: ¡Uppps Alexander! Fue sin querer, pero te vez mucho mejor así, vamos a cenar porque muero de hambre.

¿Qué hiciste de cenar señor Black?

Pues yo no lo hice, lo hicieron mis asistentes yo no soy de estar metido en una cocina Danika, —tuerzo los ojos por su pregunta—.

Ellas hicieron: —lomo de cerdo en salsa de espárragos con hongos gratinados en queso azul, arroz oriental, patatas salteadas en una reducción de ajo con achiote y una ensalada verde con mariscos ballados en vinagre balsámico, y para acompañar una copa de vino tinto.

¿Quieres que te cuente algo más?

Danika: ya deja de ser tan amargado Alexander, es una pequeñita broma.

—la guio hacia la mesa donde está la comida que prepararon—.

Me indica donde está la mesa y los dos vamos a sentarnos, —agarro los cubiertos y empiezo a cortar los alimentos lentamente y a saborearlos—, se me sale un pequeño jadeo de satisfacción. —sonrió—.

Alexander: escuchó su jadeo por los pedazos de cerdo que se está comiendo, esta mujer es un caso.

Danika con esos sonidos parece que tuvieras un orgasmo con cada pedazo de lomo que te comes, —volteo los ojos—.

Danika: —suspiro al oírlo—, es que la comida está muy buena Alexander, sabes algo?

¿Mi madre me informo que vas a hacer un desfile con las telas de la empresa que te quedaste o me equivoco?

Alexander: no te equivocas Danika, si lo voy a hacer y tu madre estará hay con lo de sus joyas, pero como eres su hija tu deberás estar hay.

Pero me gustaría que tu desfilaras con la colección que sacare con esas telas, me está ayudando otra socia con eso, —veo que su cara cambia cuando dije lo último—.

Danika: aja... —tuerzo los ojos—, piensa que soy una simple persona, pero soy la hija de su socia mayoritaria, como tal me debe tratar.

Alexander: ¿qué te sucedió Danika? —la vi un poco distante con lo que dije—

Enserio que te sucede, estabas muy habladora y ahora parece que un pájaro te comió la lengua.

—la agarro de la cintura fuerte, y la pongo en mis piernas—, deja de poner esa cara tan fea Danika.

Danika: —me levanto de sus piernas—, y me dirijo a la terraza. —suspiro profundo—, lo sentí que estaba atrás de mí.

¿Qué es lo que quieres?

Alexander: quiero que me conozcas tal y como soy Danika, y dejes esa cara de pocos amigos.

—la volteo y quedamos frente a frente—, la beso sin dejar que reaccioné, la sentí un poco tensa, pero se relajó.

Danika: —sigo su beso con mucho más intensidad—, creo que el sí es mi alma gemela, lo que me dijo mi mamá es muy cierto.

¿Alexander mostrará su verdadera cara o solo mostrará esa cara de seductor a Danika?

¿Las palabras de Sultana serán ciertas o puras especulaciones?

LA BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora