Capitulo 19

14 1 0
                                    

«La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla.»

«Vivir para Contarlo.»

Alexander

«Como todas las cosas buenas que les ocurrieron en su larga vida, aquella fortuna desmandada tuvo origen en la casualidad.»

«Cien años de Soledad.»

«No me importa que me digan egoísta, hp, malagradecido o lo que quieran decirme, todo eso me resbala. Soy leal a mi sangre, pero sobre todo a mi madre y hermana.»

«Yo soy un cabron de mierda, que solo ve por sus intereses y no me importa joder al que tenga que joder con tal de obtener lo que quiero.»

—salgo de mis pensamientos—

Estambul, Turquía.

5:30 am.

Me encontraba en mi apartamento que quedaba a las afuera de Estambul, se veía la naturaleza y una paz que en ningún otro lado lo he sentido.

En este país su cultura es muy distinta a donde vivo. ¿Por qué?

Las mujeres se tapan toda, uno no puede mirarlas, se casan entre la misma cultura, si se casan con un occidental es pecado mortal, no las puedes tocar y mucho menos follarmelas. Que asco de reglas pendejas que tienen.

Soy el multifacético Alexander Black

Un niño que criaron en un mundo donde si no aprendes a defenderte te jodes, por eso mi padre y tío me enseñaron todo lo que ellos saben de este negocio.

Me dicen LA BESTIA.

Por eso para los ojos de mi bisabuelo Jones, soy el bisnieto perfecto para llevar este cargo todo su imperio nunca los he decepcionado.

Horas más tardes.

Tanto pensar en todo lo que he vivido en mis 26 años, que no escuche el timbre de la puerta.

—me levanto del sillón donde me encontraba, y abro la puerta, vi una morena esbelta con un vestido muy pegado al cuerpo, se me empieza acercar muy lentamente hasta donde me encuentro—.

La escucho hablarme y automáticamente volteo a verla.

Danika: —veo Alexander desde el marco de la puerta, y sonrió leve—.

«El en realidad no sabe quién soy yo, el cree que soy Demet». Ósea compararme con esa desabrida que ni vestirse sabe, todo lo tiene que aprobar su papito.

¡¡Yo Demet!! —blanqueo los ojos— ¡Suelto una carcajada!

—salgo de mis pensamientos—

LA BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora