Nuevos amigos

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Es el primer año de Greta en la Academia por ende sus clases son en otro salón, ella comenzará a estudiar los principios de la magia, mientras que yo al ir en segundo grado toca hechicería de magia blanca y desarrollar nuestro poder interior.

En mi caso poseeo habilidades de luz, eso significa que controlo el fuego al igual que mi madre, por desgracia en ocasiones mi magia fallaba, con el paso del tiempo descubrí que la principal razón de dicha deficiencia no es debido a que soy una Diums, al parecer también poseeo magia torbellino, dicho poder puede controlar los cambio climáticos, en específico yo puedo manejar el aire, es raro que un Mago tenga dos habilidades mágicas, pero supongo que hay excepciones, por ejemplo Milos domina la magia azul y centella.

Al parecer ambas magias intentaban sobre salir, por lo tanto mis poderes en ocasiones chocaba entre si, dando por resultado un bloqueo de magia, en mi vida pasada él gran Brujo Said el cuál me instruyó en magia oscura fue el que descubrió mis verdaderas habilidades, gracias a él logré ser de las mejores brujas de la oscuridad.

Suspire al recordar parte de mi vida pasada, ya estaba por entrar a mi salón de clases, cuando una chica se detuvo a mi lado — Hola.

Gire a verla, una chica de cabello azul oscuro, hermosos ojos celestes, complexión delgada y baja estatura
— Hola — Le respondí con un simple saludo.

— Astrid la maestra Belma desea verte en el salón de profesores.

— Gracias Leyla, después de clases pasare a verla.

Ambas entramos al salon de clase, solo quedaban dos asientos disponibles justo enfrente del escritorio del profesor Riley.

Tome asiento, saque mi cuaderno de notas y mi pluma mágica, tiene una tinta especial que hace que solo yo pueda ver los apuntes de mi libreta, los demás solo verán hojas en blanco.

Enseguida el profesor entro al salón e inició la clase — Es hora de comenzar nuestra clase jóvenes Magos, primero tienen que buscar una pareja, la finalidad de esta clase es que aprendan a invocar un escudo protector, si en un futuro se encuentran en peligro esta clase de magia les ayudará salvar su vida.

Gire en busca de mi amigo Cody para hacer pareja con él, pero para mí sorpresa él no se encontraba en clase, fue muy raro, recuerdo en mi primera vida hacer esta actividad con él.

Una voz me llamó — Por lo visto ninguna de las dos tiene pareja Astrid.

— Es verdad Leyla.

— Entonces trabajemos juntas.

Ella me dedico una sonrisa, aún recuerdo a la dulce Leyla, es la mejor de nuestra clase, ella domina magia azul, puede controlar el agua a su antojo, se convirtió en una de las consejeras de Milos cuando él ascendió al trono, una chica muy poderosa, me cuesta estar a su lado, después de todo yo fui su verdugo.

— Astrid pareces un poco distraída ¿Todo bien?.

— Si Leyla gracias, hay que enfocarnos en el hechizo de protección.

— Según él profesor debemos canalizar nuestra magia a la palma de nuestra mano derecha e invocar nuestro escudo protector, lo intentaré yo primero Astrid.

Vi como empezaba a brotar agua de la mano de Leyla, poco a poco esta se iba convirtiendo en hielo, formando un cristal, de repente este se evaporó y el agua callo al suelo.

El profesor se acercó a nosotras — Gran trabajo Leyla pero debes concentrarte un poco más, con ese pequeño escudo que formaste no lograrás protegerte de nadie, pero aún asi es un buen comienzo la mayoría de tus compañeros ni siquiera puede invocar un poco de magia.

— Gracias profesor Riley, ahora es tu turno Astrid.

— Bien, lo intentaré.

Me aleje un poco de Leyla e invoque mi escudo protector, unas chispas de fuego brotaban de la palma de mi mano, lograba sentír mi magia, es una sensación increíble, magia pura, sin la maldad de la oscuridad.

En mi primera vida me costo mucho trabajo lograr este hechizo, hasta que entendí que nuestra magia es parte de tu ser, tienes que dejarla fluir, solo así ella obedecerá tus órdenes.

Mientras pronunciaba las palabras correctas en mi mente — custodire vitam meam — Las chispas de mi mano se convirtieron en una aro de fuego enorme, que giraba sin parar.

— ¡Astrid detente! — Con las palabras de profesor Riley retumbando en mi odios dejé de invocar mi magia, caí en cuenta que me dejé llevar por mis emociones más de la cuenta, sentir mis poderes nuevamente fue impresionante, lástima que mi aro de fuego quemo el escritorio del profesor.

Algo apenada le pedi disculpas a mi maestro —Lo siento Profesor.

Todos en clase me miraba sorprendidos, Leyla se acercó a mi — Astrid eso fue increíble, ¿Cómo lograste invocar el escudo protector?.

— Dejé fluir mi magia.

Las risas del profesor Riley no se hicieron esperar  — Mi escritorio quedó inservible, pero valió la pena, felicidades Astrid lograste invocar tu escudo, estoy muy orgulloso de tu esfuerzo.

— Gracias profesor pero aún me falta mucho por aprender.

— Hoy fuiste la mejor de la clase, tienes diez puntos extras.

Todos se acercaron a felicitarme, fue extraño pero a la vez sentí bonito tener un poco de atención, sin duda voy a corregir mi vida, ahora tengo una ventaja y voy a aprovecharla, mi nuevo plan de vida es ser profesora de la Ars Mysticum, tendré un futuro tranquilo y alejado de la oscuridad.

— Astrid vamos a la cafetería por un jugo, invocar magia hizo que me diera mucha sed.

— No puedo Leyla recuerda que la profesora Belma desea verme.

— Es verdad, es una lastima, en otra ocasión iremos juntas.

— Te prometo que mañana vamos.

— De verdad Astrid.

— Si.

Me despedí de Leyla, la observe mientras se iba con algunos de sus libros en la mano, sin duda es una chica alegre y divertida, hasta podríamos ser amigas, en mi primera vida, mi único amigo fue Cody, sería lindo tener más amigos a mi alrededor.

Recogí mi bolso y me fui directo a buscar a la profesora Belma, ella es la mejor amiga de mi madre, creci con su presencia, ella siempre fue como una segunda madre para mi, en el pasado traicione su confianza a cambio de información confidencial del palacio real y al final perdí su cariño.

Toque a la puerta — Profesor Belma, soy Astrid.

— Astrid entra porfavor — Ella se levantó de su asiento y me regalo un fuerte abrazo — No puedo creer que no pasaras a visitarme ayer, me siento algo desilusionada.

— Lo siento Profesora Belma pero se me fue el tiempo mostrándole la escuela a Greta.

— Es verdad ahora tienes una nueva hermana, la presencia de Greta no me agrada y mucho menos su madre, pero prefiero no hablar de ellas, dime ¿Cómo te sientes? Ha pasado muy poco tiempo desde la partida de tu madre.

— Me siento mejor, gracias por su apoyo profesora.

— No hay nadie más en la sala de profesores puedes llamarme tía Belma como siempre.

— No es correcto, alguien puede escucharnos y pensaría que usted hace distinción entre los alumnos.

— Me alegra saber que estas madurado Astrid, pero sabes que soy una persona profesional, soy justa con cada unos de mis alumnos, es solo que a ti te tengo un cariño muy especial mi pequeña sobrina, tu madre fue como una hermana para mi, le prometí que cuidaría de ti, sabes que cuentas conmigo para todo.

— Lo sé profesora, se lo agradezco y por ello necesito de su ayuda.

— ¿Qué necesitas? Te ayudare en todo.

— Decidí que quiero ser profesora como usted, dedicar mi vida a la investigación y perfección de la magia, trasmitir mis conocimiento a las futuras generaciones de Magos.

Otra Oportunidad Para Ser Feliz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora