Caleb ya era otra persona, sus movimientos son más rápidos y sin más me tiro al suelo, intentaba alejarlo de mi pero él es muy fuerte — ¿Quieres saber la verdad Astrid? Soy medio hermano de su Alteza Real, yo merezco el trono y no él.
— ¡Imposible! — No podían ser verdad las palabras de Caleb, algo que distingue a la realeza de Aslan es el color de sus ojos, tanto Milos como Zeki el iris de sus ojos es color violeta, son los únicos en este Reino con ese color de ojos.
— Estas demente, es totalmente imposible.
— Déjame ayudarte a ver la realidad querida Astrid.
Enseguida Caleb arranco el collar que llevaba puesto en el cuello y lo arrojo al suelo, sus ojos café oscuros cambiaron de color, ahora son violetas.
Mire el collar de dientes de elefante y reconocí enseguida ese articulo mágico, un collar hecho para cambiar alguna parte de nuestro físico de forma temporal, ya sea color de ojos, cabello o incluso forma de cara.
— Lo vez ahora, soy un legítimo heredero al trono.
— ¿Cómo es posible?
— Nuestro querido Rey Jacob tuve una amanate, soy el fruto de esa relación pero el infeliz intento ocultar su pecado mando matar a mi madre y a mi, para su mala suerte yo sobreviví, mis padres adoptivos me encontraron mal herido a lado del cuerpo sin mi vida de mi adorada madre.
— El Rey era una buena persona, debe haber un error.
El comenzó a reírse mientras presionaba su cuerpo contra el mío — Eres una estúpida, en verdad crees que esa clase de hombres se tientan el corazón, mi madre le suplico muchas veces que no me hiciera daño, ella jamás revelaría que yo era su hijo, solo queríamos vivir tranquilos pero eso no le importo, en una noche lluviosa cuando yo tenia diez años, unos guardias irrumpieron en nuestro hogar, mi madre nos defendió con su magia, pero ellos eran muchos y yo aún no tenía magia para pelear contra ellos, mi madre me ordenó correr lejos y salvar mi vida.
— No quería dejarla sola, pero ella me obligó a dejarla, antes de intentar huir uno de los guardias dijo que eran ordenes del Rey acabar con nuestras vidas y sin más frente a mis ojos atravesaron una espada en el cuerpo de mi madre.
Las lágrimas brotaron de sus ojos y sentí su dolor — Ellos me golpearon tanto que mi rostro estaba irreconocible, creí que moriría ese día, me desmaye y al despertar me encontraba en una casa antigua ubicada entre los campos de cultivos del Reino, la señora que me atendió dijo que me encontraron gravemente herido casi muerto, dure tres días inconsciente, era una milagro que aún estuviera con vida.
Mi corazón se conmvio — Lo siento — No sé porque me disculpe y me generó tanta lástima su dolor, después de todo es un alma herida.
El limpio sus lágrimas y me miró fríamente — Demasiado tarde, no crees, ahora son parte de mi venganza y acabaré con sus vidas.
Enseguida un par de truenos comenzaron a caer a nuestro alrededor rompiendo por completo mi aro de fuego y Milos sin más atacó a Caleb dejándome libre — ¿Cómo te atreves a lastimar a Astrid? Eres un traidor, confie en ti, en verdad te creí un verdadero amigo.
— Los amigos no existen Milos, yo seré Rey de Aslan, mientras que tu acompañaras a tu hermano al más allá.
Mire a Greta ella parecía aún más nerviosa, tenia que aprovechar la oportunidad que Milos le quito la espada hechizada, algo raro oculta y es momento de descubrirlo, sin más me lance contra ella, combine mis dos habilidades mágicas y un torbellino de fuego atacó a Greta, ella puso su escudo protector pero mi magia es más fuerte y sin más salio volando y con heridas en ambos brazos.
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Otra Oportunidad Para Ser Feliz
FantasyAstrid Thynne le entrego todo su amor a Milos Devereux Hyde Rey de Aslan, soñaba con ser su Reina y gobernar a su lado, por desgracia él no correspondió nunca a sus sentimientos y se casó con su hermanastra Greta. En su desesperación se unió a la ma...