En mi primera vida visité en varias ocasiones ese bosque, era mi refugio en momentos de crisis, conozco gran parte de su territorio. Yo era una bruja altamente entrenada, el bosque me acogía y podía desplazarme de un lugar a otro sin problemas, sin que me faltara el aire, pero ahora el problema es que soy una simple Maga, tan solo adentrarme a es lugar significaría un gran desafío.
Además de la falta de oxígeno en el lugar, existen animales peligrosos que han sido envenenados por magia negra y en cuanto sientan mi aroma se lanzarán a atacar.
Mi tía Belma caminaba de un lado a otro intentando buscar una solución a este problema — Llamare al profesor Kaan o a la directora Thea, ellos puede ayudar.
— Iré yo sola a buscarlo, no podemos exponer a más gente a los peligros del bosque de la soledad.
— Olvídalo Astrid, somos una familia y no pienso abandonarte, además eres una simple adolescente no puedes solucionar todo tu sola.
— Tía..
— Nada Astrid, escúchame por favor, la unión hace la fuerza, necesitamos ayuda si queremos vencer a Ellis.
Por una vez caí en cuenta que mi tía tiene razón, necesito ayuda para salvar a Yoah. Entonces recordé que las criaturas que habitan en el bosque de la soledad le teme al agua, tanto Leyla como el profesor Kaan maneja magia azul, ellos serían de gran ayudar a la hora de atacar a dichas criaturas.
— Tienes razón tía, también llamare a Leyla, estoy segura que no dudará en venir.
Mediante cartas mágicas nos pusimos en contacto con ellos y después de varias horas de camino tanto Leyla como el maestro llegaron en nuestro auxilo, pero ellos estaban acompañados por alguien más.
— ¿Caleb? ¿Qué haces aquí?
— Señorita Astrid que gusto verla, iba de camino a casa cuando me cruce con el carruaje de la Leyla, me platico la situación y me ofrecí a ayudar, no se preocupe también le mandare un mensaje a su alteza el Príncipe Milos.
— ¡No! Él debe estar muy ocupado con asuntos del palacio, estoy segura que entre los cinco podremos salvar a Yoah.
— Pero señorita Astrid, si el Príncipe se entera que usted fue al bosque de la soledad sin avisarle se enojara conmigo.
— Caleb por favor, en este momento no le digas nada, él ya tiene suficientes problemas.
— Esta bien.
Leyla corrió a abracerme — Astrid estoy muy preocupada, debemos irnos, no hay tiempo que perder.
Una voz nos interrumpió — Será imposible — Gire y era el profesor Kaan hablándonos.
— Ya casi oscurece y al parecer va caer la primera nevada de invierno esta noche, será imposible llegar al bosque en estas condiciones, además la profesora me comentó que usaste mucha magia el día de hoy, debes descansar para reponer fuerzas.
Mi tía se acercó a nosotros — Mañana muy temprano partiremos, al atardecer estaremos llegando al lugar, son aproximadamente diez horas de viaje, nos espera un largo camino.
— Salimos a las cinco de la mañana, a esa hora habrá parado de nevar y podremos avanzar sin problemas — término de comentar el profesor Kaan.
Después de cenar un poco de pan y leche, todos nos dirigimos a nuestras habitaciones, estaba esperando a Leyla con cual iba a compartir dormitorio pero ya se había tardado mucho, dijo que solo iba a dar un pequeño paseo porque había comido mucho y se sentía muy llena, pero seguía sin aparecer, decidí salir a buscarla y la encontré platicando con Caleb, estaban sentados en la orilla de una fuente, Leyla jugaba con el agua que fluía de arriba a abajo por la fuente y Caleb la veía fijamente a los ojos, verlos juntos me trajo recuerdos de mi primera vida.
En esos recuerdo veía una pareja felizmente casada, gran parte del pueblo celebraba el matrimonio del general real con una bella joven de brillante cabello azul y como si mi cabeza fueran engranes tratando de encajar uno a uno fui cayendo en cuenta que Leyla era esa chica.
Comencé a recordar como vagaba por los barrios más escondidos de Aslan y en una cantina de mala muerte me encontraba tratando de ahogar mis penas a lado de Yoah, cuando un hombre de avanzada edad comentó que el pueblo se encontraba de fiesta por dicho acontecimiento.
En ese instante no le tome mucha importancia, después de todo yo solo vivía al pendiente únicamente de Milos pero Yoah me convenció de ir a hechar un vistazo, después de todo ellos eran nuestros enemigos, era nuestro deber mantenernos al tanto de sus vidas.
Al llegar a la gran iglesia del centro de la ciudad, Yoah y yo nos mezclamos entre la multitud, él Príncipe Milos lucia feliz a lado de Greta, daba el típico discurso de prosperidad y dicha a la feliz pareja, yo moría de celos, después de todo la magia oscura ya era parte mi, era normal tener toda clase sentimientos negativos.
Regrese a mi realidad, Leyla se percató de mi presencia — Astrid — ella se acercó a mi.
— Hace frío y es tarde, debemos ir a descansar chicos.
— La señorita Astrid tiene razón, vamos adentro.
Ya en nuestra habitación Leyla se acostó a mi lado, parecía intranquila — Astrid ¿Crees que él esté bien?.
— Eso espero Leyla, no te preocupes vamos a traer de regreso a Yoah, te lo prometo.
— Bien — Fueron las únicas palabras que pronunció, todo se quedó en silencio y en mi cabeza no paraba de pensar en como he cambiado el destino de Caleb y Leyla, ahora ella está enamorado de Yoah, creí que en esta vida iba poder proteger a amigos y familia, pero ha sucedido lo contrario, tal parece que no puedo alejar a la oscuridad de mi.
Después de un rato de insomnio intentando poner en orden mis ideas caí en un profundo sueño, estaba cansada por haber utilizado tanta magia y mi cuerpo pedía a gritos un descanso.
A la mañana siguiente sin tiempo que perder partimos en dirección al bosque de la soledad, hicimos varias paradas para tomar alimentos o estirar un poco el cuerpo y después de un largo camino al fin llegamos a la entrada del bosque.
— Llegamos — Dijo el profesor Kaan.
— No podemos separarnos, hay que estar atentos a cada movimiento sospechoso y formar un equipo, ahora es primordial encontrar a Yoah y traerlo de regreso a casa — Cometo mi tía Belma.
— Entonces no podemos perder más tiempo — Nos adentramos al bosque, es un lugar que tiene poca iluminación y las hojas de sus árboles son de color morado oscuro, por lo tanto da un efecto aun más tenebroso.
Yo iba lanzando chispas de fuego al aire con la finalidad de iluminar nuestro camino, estas flotaba un rato en el aire hasta que se terminaba la magia y desaparecían.
A caleb se le ocurrió ir dejando un trazo de sal por nuestro camino, después de todo este un lugar muy tramposo y es importante saber el camino de regreso.
Mientras más nos adentrabamos en el bosque el aire cada vez era más pesado y con ello nos costaba trabajo respirar, comence a traspirar debido al calor que habia generado mi cuerpo, sentia que había corrido por muchas horas, tomamos un descanso ya que el cansancio era obvio en nuestros rostros.
— Leyla necesito un poco de agua.
— Claro Astrid — Leyla hizo fluir su magia y nos brindo un poco de agua y lanzó una suave lluvia encima de nosotros para refrescarnos.
— Nunca creí que fuera tan complicado caminar en este lugar — Mencionó mi tía.
— Debemos seguir, ya casi llegamos al centro del bosque.
Me di cuenta que en el trascurso de nuestro camino ninguna criatura extraña se acercó a nosotros, tal parece que al gran Brujo le urge verme, es lógico que esta esperando mi llegada.
— Algo esta raro — Comentó el profesor Kaan — estamos dando vueltas en círculos.
El profesor tenía razón, ya no estábamos avanzando — No puede ser, debemos buscar una salida.
Pusimos atención a nuestro alrededor y descubrimos que había dos caminos más, eso solo significa que uno de eso caminos nos llevará con Yoah y el otro es una trampa.
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Otra Oportunidad Para Ser Feliz
FantasyAstrid Thynne le entrego todo su amor a Milos Devereux Hyde Rey de Aslan, soñaba con ser su Reina y gobernar a su lado, por desgracia él no correspondió nunca a sus sentimientos y se casó con su hermanastra Greta. En su desesperación se unió a la ma...