Libre al fin

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No podía perder más tiempo, con ambas manos forme un triángulo, comencé a pronunciar las palabras correctas
Magicae obscurae quae hoc animali virtute tua tegit, iubeo ut ostendas ubi sis, alioquin herus tuus inestimabilem dolorem patietur.

Es un hechizo complejo y difícil de pronunciar, además nuestra magia debe conectarse a nuestra mente, el nivel de concentración que requiere este hechizo es muy alto.

Respire profundamente y volví a recitar las mismas palabras nuevamente pero ahora en un tono más elevado de voz
Magicae obscurae quae hoc animali virtute tua tegit, iubeo ut ostendas ubi sis, alioquin herus tuus inestimabilem dolorem patietur.

En ese instante la mano derecha del Príncipe empezó a brillar en tonos morados bajo su saco, el comienzo a quejarse de un dolor en su muñeca 
— ¿Qué me pasa? ¿Qué me estas haciendo Astrid?

Caleb tomó con fuerza la mano del Príncipe, subió la manga del saco hasta la altura del codo y ahí pude ver la pulsera hecha de cuarzo puro de la cual brotaban chispas que le causaban dolor al Príncipe.

Caleb intento quitar la pulsera pero lo detuve — No lo hagas Caleb, si tocas el objeto te veras perjudicado por el embrujo.

— ¿Qué hacemos señorita Astrid?

Me dirigí a Milos — Alteza debe quitarse esa pulsera usted mismo, ese objeto es el causante de su malestar, debe liberarse de él.

— No puedo — Vi la desesperación en sus ojos.

— Claro que puede.

— Me ordenaron tenerlo siempre junto a mi.

Ahi me di cuenta la clase de brujería que utilizaron, no era un hechizo de amor como pensé, sino el famoso hechizo de amo y esclavo.

— Milos no podemos perder más tiempo, confía en mí, debes quitarte esa pulsera, te lo suplico.

Seguía en la misma posición de antes, ambas manos formando un triángulo y tratando de orillar a Milos mediante el dolor que infringe el hechizo a desaserse de la pulsera.

Caleb también le suplico al Príncipe
— Alteza escuche a la señorita Astrid, debe eliminar ese objeto lleno de magia oscura.

El Príncipe jalo de la pulsera y de una se libero de ella, yo estaba tan cansada por haber utilizado tanta magia que caí al suelo nuevamente, Milos sudaba frío y por su expresión parecía que iba a vomitar.

                  *****************

Mi corazón me decía que debía confiar en Astrid, entonces me quite la pulsera que me había regalado Greta, primero experimente miedo, como si una fuerza externa me lo impidiera pero sin pensarlo dos veces opte por arrojar al suelo la dichosa pulsera.

Cuando porfin me libre de ella me sentí tan aliviado pero al vez tenia muchas náuseas, no puede contenerme más y de una arroje un líquido verde oscuro.

Seguía transpirando frio, pero ahora todos mis malestares había desaparecido, suspire aliviado. Caleb se acercó a mi enseguida  — Alteza ¿Cómo se siente?

— Mucho mejor, no estoy entendiendo nada, ¿Qué acaba de pasar?

— Al parecer alguien lo hechizo con magia oscura.

Mire a mi alrededor y vi a Astrid sentada en el suelo, le costaba trabajo respirar, ahí caí en cuenta que la había lastimado, me sentía tan culpable, como fui capaz de semejante barbaridad.

Camine hacia ella, me senté a su lado, note la marca roja alrededor de su cuello — Lo siento Astrid, te juro que no era concienciente de mis actos.

— No se preocupe Alteza por ahora es importante que usted se recupere, estar expuesto a magia negra deja secuelas por un par de días, se sentirá con náuseas y un poco de fiebre, debe descansar.

— Debería llevarte a la enfermería Astrid, vamos.

— Alteza yo estoy bien, tengo un poco de medicina en mi cuarto, puedo curar mis heridas yo sola.

— No, vamos a la enfermería.

— Alteza creo que hay cosas más importantes que resolver ahora -¿Quién le regalo esa pulsera?

— Greta.

Los ojos de Astrid me miraba sorprendida — No puede ser.

Caleb intervino  — Greta es una traidora, debemos encarcelarla por utilizar magia prohibida en contra de usted Alteza.

Astrid le respondio a Caleb — Greta es muy joven, sus poderes mágicos aún son inestables, es imposible que ella pudiera invocar magia oscura, se debe tener grandes habilidades mágicas para poder unirse al lado oscuro.

Les plantique la versión de los hechos de como esa pulsera llego a mis manos
— Ella le compró la pulsera a una niña en el pueblo y me la regalo, ella también usa una similar.

Astrid volvió a intervenir — De hecho es así como funciona el hechizo de amo y esclavo, ambos deben usar un objeto similar que los una, pero alguien externo debió hechizar dichas pulsera pero la pregunta es ¿Quién? Y ¿Porqué? Debemos ir con la Directora Thea a denunciar la presencia de brujería, Alteza.

Caleb puso su mano sobre mi hombro
— ¿Y sino decimos nada? Si él enemigo se entera que lo descubrimos se esconderá, será difícil atraparlo, que tal si el Príncipe finge estar aún bajo el hechizo.

Astrid se quedó pensativa — Reconzco que es buena idea pero...

— Señorita Astrid está es nuestra oportunidad para descubrir al verdadero enemigo, el pueblo de Aslan ha estado luchando con Brujos durante años, sino descubrimos a su líder será imposible tener paz.

— Estoy de acuerdo con Caleb, debemos fingir que yo aún sigo bajo los efectos de su embrujo.

Astrid se levantó y camino hacia la pulsera hechizada, con un pañuelo la envolvió y la guardo en una pequeña bolsa que colgaba de su muñeca
— Debemos evitar a toda costa tocar este objeto, sobre todo usted Alteza, hay que investigar como destruirlo pero usted debe usar una pulsera similar sino la persona que está detras, se dará cuenta que usted ya no está hechizado.

— Caleb puede ir al pueblo a buscar una pulsera similar.

— Los cuarzos tiene formas diferentes, será difícil encontrar una totalmente idéntica, tengo una mejor idea, necesito arcilla mágica, con ella podré moldear una pulsera idéntica a la original.

— Me agrada la idea, Caleb mañana a primera hora te diriges al pueblo a comprar la arcilla.

— Por supuesto Alteza, por ahora lo mejor será irnos a nuestra habitación, su aspecto aún se ve mal.

— Lameto haberles arruinando el baile de aniversario.

— Alteza para mi es honor servirle, es un simple baile, habrá más a futuro.

— Caleb tiene razón Alteza, no tiene porque disculparse, lo importante es que usted se encuentra bien, me retiro a mi habitación, mañana me reportare enferma y usted debería hacer lo mismo, es necesario descansar.

— Si Astrid puedes irte.

Vi como Astrid caminaba con dificultad, me sentía muy culpable, pero con eso no iba a remediar nada, debo averiguar quién es la persona que está de detrás de esta conspiración hacia a mi. Además debería investigar ¿Cómo es que Astrid sabe tanto de magia oscura?, hay muchas preguntas en mi mente pero por ahora debo recuperarme.

Otra Oportunidad Para Ser Feliz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora