Guerra

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Ver a mi querida Astrid besar a Caleb fue un golpe duro para mi, sentí tanta rabia que simplemente comencé a atacar a Caleb pero él es muy fuerte y cuando menos los espere me derrivo.

Jamás me había sentido tan inestable, mi magia parecía no reaccionar a mis órdenes y para colmo mi madre intervino en la pelea, cuando atacó a Caleb temí por su vida, intente detenerla pero ella fue más rápida, aún seguía débil y caí al suelo de rodillas.

— Debí acabar con tu vida yo misma — Que estaba queriendo decir mi madre, ¿Acaso ella fue la culpable de la muerte de la madre de Caleb?

Mi madre comenzó  a narrar su versión de los hechos — Me case ilusionada con Jacob, renuncie a mi vida en Fatma para servir al Reino de Aslan ¿Y que obtuve a cambio? Traición — ella giro a verme.

— Este bastado es el resultado de una aventura de tu padre con una mujerzuela de baja categoría, él es unos meses mayor que tú, es él siguiente en la línea de sucesión a la corona, no podía permitir que alguien más ursupara tu lugar querido hijo.

— ¿Qué me estas queriendo decir madre?

— Planifique su muerte pero todo salio mal y al final sobrevivió ese bastardo —
Ella volvió a mirar a Caleb con odio, era lógico que mi madre viviría tantos años en amargura, pero jamás debió actuar por su cuenta, después de todo en aquella época Caleb era un niño inocente.

Caleb se veía tan furioso y Greta se acercó a él — Ella merece pagar por tu dolor — Greta sin darme oportundad de asimilar tanta información atravesó su espada en el estómago de mi madre.

— ¡No! — Corrí hacia ella, intente ayudarla pero fue demasiando tarde, ella murió al instante.

Tantas emociones me hacían sentir mareado, como si mi magia se debilitara, fue imposible no llorar, después de todos es mi madre la que yacia muerta en mis brazos.

Greta abrazo a Caleb — Yo siempre estaré a tu lado y me vengare de todos aquellos que te han hecho sufrir.

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La Reina Viuda había muerto, Greta se encargo de acabar con su vida, Milos estaba destrozado por su muerte y un mago que emocionalmente esta mal, su magia se debilta temporalmente, a este punto le será imposible ganar la pelea contra Caleb.

Ahora es la oportunidad para actuar, ellos había bajado la guardia, además Caleb debe conocer las consecuencias de usar una poción de amor. Aquel mago que está bajo ese hechizo desarrolla celos obsesivos y cualquiera que se acerque a su ser amando merece morir, era justo lo que iba hacer, acabar de una buena vez con Greta.

Invoque un arco de fuego, mis flechas siempre son precisas, tengo excelente puntería, mi flecha estaba cargada con gran parte de mi magia.

Caleb giro a ver mis movimientos
— ¿Qué esperas? Acaba de una buena vez con él — señaló con su dedo índice a Cody.

Asentí con la cabeza y le dedique una sonrisa, apunte hacia Cody, él invoco un escudo, lo veía nervioso, el sabía que mi ataque es muy poderosa, después de todo él sabía el alcance que tiene mi magia, la profesora Belma también invocó un escudo con la finalidad de protegerlo mientras que Leyla estaba gravemente herida.

Mi flecha paso a un lado de ellos y giro de regreso hacia mi, paso rosando mi oreja y dio justo en el corazón de Greta.
Las flechas de fuego son rápidas, tan solo en un par de segundos había acertado en el blanco, ellos jamás se imaginaron qué los traicionaría.

Ella miró a Caleb, su sangre oscura se esparcia por todo el suelo, intento sacar la flecha de su cuerpo pero le fue imposible, cayó desmayada en los brazos de Caleb.

— ¿Cómo es posible? — Me miró confundido, mis amigos se encontraban igual de sorprendidos.

— Ella siempre está a tu lado, te dije que solo yo podía ser tu Reina, tu amor me pertenece solo a mi.

El gran Brujo comenzó a reír — Mi querida Astrid, estás totalmente dominda por la pócima de amor, Caleb ordenale que mate a Milos, es tu oportunidad para ser Rey.

Caleb por su parte sostenía a Greta, la dejo suavemente en el piso y se acercó a mi dándome tremenda bofetada que me hizo caer al suelo.

Milos reaccionó y corrió a protegerme
— Te dije que no puedes tocarla.

— Milos ella será tu verdugo, es mi regalo como tu nuevo Rey, querida Astrid termina con su vida así seremos los nuevos monarcas de Aslan.

Milos me veia con tristeza, sabía que estaba bajo su influencia, apunte mi flecha hacia él — ¿Cuales son tus últimas palabras?

Me miro directo a los ojos —Te amo.

Mi rostro no reflejaba emociones, Caleb me invitaba a terminar lo que ellos habían comenzado —Dispara tu flecha Astrid, hazlo por mi.

— Yo jamás haría nada por ti — en ese intentaste mi flecha salio en dirección hacia él, logro esquivar ligeramente mi ataque, la flecha lo hirió en el hombro.

— ¿Cómo es posible? —No le di más oportunidad de hablar y seguí lanzando más flecha en dirección hacia él.

— Lo peor fue fingir que en verdad te amaba, pero ahora pagarás por tus crímenes.

Milos al verme pelear entendió que todo fue parte de un plan — Milos necesito que estés bien, esta guerra esta por comenzar tienes que estar concentrado y firme en tus ataques.

Al escuchar mi voz se notaba más tranquilo, sus ojos regresaron a su color original, Cody también parecía salir del trance, los tres nos pusimos en posición de ataque.

Por otro lado Yoah se había llevado a Leyla a un lugar más seguro, mientras que mi tía al ver que yo había planeado todo se fue a las afueras de la iglesia para pelear con los Brujos qué se revelaban contra la corona, los profesores de Ars Mysticum llegaron como refuerzo.

Caleb con un hechizo desapareció el cuerpo de Greta, estoy segura que con mi ataque le será imposible sobrevivir, ahora debemos derrotar a Caleb y al gran Brujo.

Para mi desgracia Caleb es un oponente muy fuerte, aunque los tres peleábamos con él parecía no cansarse mientras que nosotros agotabamos nuestra reserva de magia, para cualquier mago es importante un poco de descaso para recuperar su poder.

Milos reunión toda su magia en un solo ataque, él también maneja magia azul, una ola gigante ataco directamente a Caleb, yo lo ataque con varias bolas de fuego cargadas de todo mi poder, logramos dereibarlo y aunque intentamos detenerlo al final huyo.

Por los siguientes días todo el Reino de Aslan se lleno de sangre derramada tanto por Magos como Brujos, seguíamos sin saber nada del gran Brujo, nunca se apareció en medio del caos, todos estábamos exhaustos, parecía que poco a poco dominabamos a los Brujos pero no podíamos cantar victoria porque no hemos capturado a sus líderes.

— Con tanto caos en la ciudad no he podido hablar contigo Astrid — Milos aprovecho una noche que descansabamos en el palacio, gran parte de los Brujos han sido capturados y merecíamos un respiro.

— ¿En qué pudo ayudarlo Majestad?

— Astrid lo siento — al escuchar esas palabras sentí muchas ganas de llorar pero me esforcé para no demostrar debilidad.

El suspiro y comenzó a relatar las terribles pesadillas que había tenido durante todos estos años, aún no podía creer como Milos describía mi primera vida, todo coincidía, incluso mi muerte.

— Por eso quería protegerte, tenía miendo que yo te pudiera hacerte daño.

— ¿Al final que sucedió? ¿en qué termina el sueño? — Moría de curiosidad por saber qué había pasado después de mi juicio.

— Al final me veía a mi mismo enloquecer por el dolor de perderte, Caleb y Greta me traicionan con un gran ejército de Brujos invadiendo Aslan, yo sin poder defenderme ya que mi magia se había agotado, él gran Brujo Said aparecía frente a mí y atravesando su espada en mi cuerpo acababa con mi vida.

— Tal parece que al final ellos ganaron.

— ¿De qué hablas? — Milos parecía confundido con mis palabras.

Otra Oportunidad Para Ser Feliz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora