Estaba tan impresionada que desperte de un solo golpe, queria levantarme y salir corriendo, no entiendo ¿Qué hace él aquí?. Me quede observando su delicado rostro, su respiración es tranquila, su cabello negro brillante y lacio caía sobre su cara cubriendo parte de su frente, ¿Cómo puede ser tan bello?.
Sutilmente le acomode su cabello hacia atras pero él sintió mis movimientos y despertó, él violeta de sus ojos resaltaba entre su hermoso rostro.
— Hola — Las únicas palabras que pude pronunciar.
— Astrid — Los dos permanecimos callados unos minutos hasta que él se acercó más a mí, los latidos de mi corazón delataba mi nerviosismo.
Me jalo hacia él y me abrazo con ternura, me dio un beso en la coronilla de mi cabeza — ¿Cómo descubriste este lugar?.
— Anoche lleguen sin querer aquí.
— Es peligroso vagar por el bosque a mitad de la noche.
— Lo sé.
— ¿Qué hacías?
Me separe de él — Estaba siguiendo a Greta y para mí desilusión ella es culpable.
— ¿Cómo? ¿Porqué?
— Anoche Greta se reunió con dos hombres bastante sospechoso — No podía contarle aún que yo conocía la verdadera identidad de uno de ellos, me haría sospechosa y tal vez pensaría que soy cómplice de ellos.
— Sabia que ella es culpable, ahora debemos investigar ¿Quienes son ellos?
— Recuerdo el camino en donde se encuentraron, debemos avisarle a tu hermano, él Rey puede ayudarnos.
Milos frunció el seño — Yo puedo enfrentarlos, soy más poderoso que Zeki, ¿Acaso no confías en mi?
— Claro Alteza pero él junto con sus guardias podrían..... — No termine mi frase cuando el cubrió sus labios con los míos. Pero en esta ocasión es diferente, sus besos son fuego que me van quemando lentamente.
Besos intensos llenos de pasión, que me hacen querer más y más, tuve que determe y alejarme de él para recuperar el aliento.
— Astrid no me rechaces porfavor.
— Yo.... — Tenia que aceptar que por más que lo deseo no puedo arrancar a Milos de mi corazón.
— ¿Y Greta? ¿En verdad no sientes nada por ella?
— Claro que no, sabes perfectamente que los días que estuve tras ella fue por culpa de ese maldito hechizo, mi mente pensaba otra cosa pero mi cuerpo no me obedecía.
— ¿Seguro? ¿En verdad te gusto?
— Astrid Thynne eres lo más especial que tengo en esta vida, tu mejor que nadie sabe lo estricto que fue mi padre conmigo y entiendo que lo único que él quería era hacer de mi un hombre de bien, pero al final de cuentas seguía siendo un niño y tu eras esa luz en mi vida, cada vez que estaba triste tu sonrisa iluminaba mi día, no sé en qué momento me enamore de ti, pero lo que si sé es que te quiero a mi lado para siempre.
Un par de lagrimas rodaban por mis mejillas, nunca imagine que tenía que morir primero para escuchar porfin esas palabras llenas de amor.
Ahora he decidió luchar por este sentimiento, después de todo he descubierto la verdad, él Milos de mi vida pasada estaba hechizado para obedecer a Greta y en cuanto a ella, es una arpía que solo busca poder a costa de todo y todos.
Tomé la mano de Milos — Yo también deseo estar a tu lado.
Su mirada se iluminó — De verdad.
Yo simplemente le sonreí — Ambos lucharemos por el bienestar de Aslan y por nuestro amor.
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Sentí como un peso caía de mis hombros al confesarle mis verdaderos sentimientos a Astrid y que ella porfin aceptará estar a mi lado. Ambos nos abrazamos y permanecimos así por varios minutos hasta que Astrid decidió romper el momento.
— Pero ahora tengo una duda, ¿Cómo es que sabias que estaba en esta cabaña?
— En realidad no lo sabía, este es mi escondite secreto, cuando no puedo dormir por las noches salgo al bosque a practicar mi magia, llego a este lugar para descansar y en la mañana regresar a la Academia, pero anoche cuando entre y te vi dormir, por un momento pensé que alucinaba, me acerque sigilosamente y confirme que eras tu, entonces simplemente me senté a lado tuyo hasta quedarme dormido.
— Ahora todo tiene sentido.
— Astrid debemos volver a la Academia cálculo que ya son las siete.
— Tiene razón Alteza.
Me empece a reír — Solo dime Milos, recuerda.
Ella asintio con la cabeza, salimos de la cabaña y nos dirgimos a la escuela, aún no comenzaban las clases por ello no había gente en los pasillos y aprovechamos para escabullirnos a nuestros dormitorios.
Llegue a mi habitación y ya extrañaba a mi pequeña flor, cuando eramos niños así le decía de cariño, a ella le desagrada el apodo, me decía que la hacía parecer débil y a mi me encantaba verla enojada, porque hasta molesta lucia linda, al crecer simplemente la llamé Astrid.
Me prepare para mis clases del día de hoy y me reuní con Caleb.
— Su sonrisa me da miendo Alteza ¿Esta enfermo?
— Deja de decir tonterías Caleb.
— Es que es muy raro verlo contento, ¡Dios mio! Seguro esta hechizado otra vez, necesito llamarle urgentemente a la señorita Astrid.
Le di u pequeño codazo a Caleb — No estoy hechizado, simplemente estoy feliz, eso es todo.
— Se puede saber ¿Qué lo tiene así de contento?
— No es asunto tuyo, vamos a clase.
— Alteza aparte de su fiel guardia, soy su mejor amigo, me ofende que no me considere de su confianza.
— Pronto te darás cuenta que me tiene así de contento.
— Seguro es algo relacionado con la señorita Astrid es la única que puede hacerlo sonreir.
— Es correcto, pero ahora necesito contarte algo, anoche Astrid descubrío a Greta reuniéndose con dos hombres sospechosos, seguro son Brujos.
A Caleb le cayó de sorpresa la noticia y la sonrisa que tenía en su rostro se borro — ¿En verdad?
— Si ella misma me lo confirmó, estamos seguros que Greta esconde algo muy grave.
— ¿Sabe quiénes son esos hombres?
— No, pero es lógico que no es nada bueno, digo una adolescente de quince años reuniéndose con dos caballeros a mitad dela noche en el bosque.
— Déjeme investigar Alteza.
— Claro es tu deber, procura también cuidar de Astrid.
— No se preocupe Alteza, yo cuidare a la señorita Astrid con mi propia vida.
— Astrid me dijo el lugar en el que se reunieron, pon atención a las indicaciones, al salir de la Academia te diriges hacia el norte del bosque, al llegar al gran árbol de roble, giras a la izquierda y todo derecho vas a encontrar una cueva, según Astrid esa solo una fachada que esconde el verdadero hogar de esos hombres.
— Entendido Alteza.
— Puede que el lugar esté hechizado, ten cuidado.
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Otra Oportunidad Para Ser Feliz
خيال (فانتازيا)Astrid Thynne le entrego todo su amor a Milos Devereux Hyde Rey de Aslan, soñaba con ser su Reina y gobernar a su lado, por desgracia él no correspondió nunca a sus sentimientos y se casó con su hermanastra Greta. En su desesperación se unió a la ma...