«La Tercera Jenner»

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-¿los labios de kylie son reales? ¿Se operó? ¿Lo admitirá algún día? ¿Tendrán algún movimiento esta semana? ¿Fiestas?

-Es estúpido que Kil use eso tan K-boom- susurre por mi iPhone, ya que a pesar de que ellos no saben quién es kil, pueden simplemente adivinar.

-Sabes como es kylie, bebe, de seguro sólo se siente ignorada por alguien o quiere ser el centro de atención de nuevo.- Kendall hablo calmada mente, y pude sentir como sonreía. -como sea. ¿Vienes hoy? Por aquí te extrañamos todos.- hice un pequeño puchero con mi labio inferior y los que estaban a mi alrededor gritaron más y más preguntas.

-Intentare ir hoy. Pero ya sabes, hay pequeños problemas aquí- dije agudo.

-¿Con pequeños problemas te refieres a...?

-Me refiero a una entrevista. Y tengo una idea sobre lo que me preguntarán.

-Shuuuuusteaaaam vibeeeeeeer- grito Ken, tratando de imitar a Nicki Minaj. Yo hice una mueca antes de reír.

-si. aún después que aclaró lo de nuestra "relación" siguen personas que creen que somos algo más que amigos.

-Personas que no merecen la pena, Kie, se una buena diva y no vayas.

-No lo se, Ken...

-Vamos, The Hamptons, Kie, no te invito todos los días.- dijo burlona.

-No, no lo haces. Porque yo puedo ir cuando quiera, bebe.

-Esa es mi Kie, te espero.- tarareo, colgué y guarde el móvil en mi bolso.

-No te atrevas a tocar mi bolso, sanguijuela.- gruñí, cuando uno de los paparazzi intento tomar mi bolso.-Es un Louis Vuitton.

-Lejos.- gruño uno de los guardias del hotel en donde me quedaba, tenía cinco a mi al rededor y, a pesar de eso, seguían atentos de mis movimientos.

Termine el corto recorrido del auto a la puerta del hotel, en donde cruce rápido la recepción, sin levantar la vista ya que sentía flashes. Llegue al ascensor, y presione el número 8.

-Ella es Kirstie Jenner.

-pues sácale una foto. La podemos dar a los...

-Se mueven y los denuncio con el dueño del hotel.- Los mire de reojo. Eran dos chicas, de cabello rizado y ojos verdes.

Puede que el dueño del hotel este muerto. Puede que yo no los pueda denunciar por solo tomarme una foto.

-Lo sentimos.-agradecí que el ascensor fuera rápido y les dedique una mirada a las dos chicas, antes de salir.

***

-¿Quieres decirme porque te tomaste esa foto? Se te ven cinco dedos de frente, kie, y sabes que no tienes cinco dedos de frente.- Parloteo Bella Hadid al otro lado de la línea, yo hice un sonido de afirmación, aun cuando tenía galleta en la boca.

-¿Me estas prestando atención, Jenner?

-Claro, Hadid. Pero me tengo que ir. Hablamos luego.- escuche como se despedía y rápidamente colgué.

<<te reserve el vuelo ya, bebe. Pero no había privado.

Kendall>>

Tome otra galleta y jadee, tomando un poco de agua para pasar mi pequeño drama.

<<¿público? Kendaaaaall

Kirstie>>

<<Te amooo, y lo sabes Kie. Sale en dos horas. Te esperamos.

Kendall>>

Asentí y encendí en televisor, poniendo MTV para escuchar un poco de música. La canción I Want You To Know de Sel y Zedd sonó y reí a carcajadas al recordar la caótica vida de Selena.

Tome una maleta blanca y metí lo básico para visitar a mis hermanas Jenner y mis otras hermanas de diferente padre. Cuando estaba casi llena con marcas de ropa famosas listas para ser fotografiadas, cerré la maleta. Llame a Rick, un grandote y divertido guardia -el único que me agrada- para que viniera a buscarla y la llevara a la limo.

El llego y con uno de sus chistes malos, la llevo. Yo me cepille los dientes y arregle mi cabello. Apague el televisor y cerré la puerta detrás de mi al salir de la habitación.

Fui con mi celular en las manos, riendo de lo que mis amigos decían en un grupo de whatsapp. Toda la risa acabo cuando Bella dijo algo y todos dejaron de escribir. Bufe y guarde el móvil en mi bolsillo trasero.

-¿Tengo entendido que irás en vuelo público, no?- pregunto la recepcionista. Le entregue las llaves de mi habitación y tome mi móvil de nuevo, apoyándome en el mostrados de lo que parecía plata.

Ignórala, Kie, no respondas, no respondas.

-¿Te interesa? Chismosa.

Oops.

Ella se sonrojó y apretó los labios. Cuando término lo que sea que estaba haciendo, fui por el parqueadero, subí a la camioneta y separe con una cortina el asiento de adelante y el mio.

Me acosté boca abajo, suspirando y sabiendo que sería un viaje jodidamente largo.

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