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El guardia me aviso que aterrizaríamos en minutos en NY, por lo que tome mi bolso y camine al baño del avión. Tape mi boca con la mano mientras reía. Saqué mi celular y le tome una foto a Nash, que dormía plácidamente en su asiento reclinado con la boca abierta.

Abrí la puerta del baño y la cerré detrás de mi, dejando el bolso en la mesilla. Me quite es short y la remera, sacando el jean ajustado, la remera vino tinto y la chaqueta color gris. Solté mi cabello y puse un gorrito de lana negro en mi cabeza. Tome otra vez mi bolso y salí.

-¿Con tacones, eh, loca?- mire mis zapatos y le saqué la lengua a Justin, que río. Me senté y quite mis tacones, sacando mis botines negros y poniéndomelos.

-Es mejor que despiertes a Chris y a Nash.

-¿Porqué yo?- lo mire mal-Vale, vale.

Mire por la ventana, emocionada por aterrizar rápido. Y parece que lleváramos aquí años-Es mejor que te maquilles un poco, Kie.
Fue lo primero que dijo Kris cuando conteste a su llamada, ignorando las advertencias de la asistente.

-¿Cómo sabes que no estoy maquillada? Además, me veo bien mamá.

-Lo se. Siempre te ves bien, reina. Pero el frío te agrietara los labios. ¡Y no puedes llegar a Nueva York sin maquillaje, Kie!

-Vale, estoy a punto de hacerlo.

Colgué la llamada sin esperar su respuesta, y saqué la pequeña caja de maquillaje. Puse un poco de colorete en mis mejillas y rímel, junto a un poco de brillo de labios. Guarde todo de nuevo.

La asistente regreso y nos dio las típicas advertencias y consejos, ya que estábamos aterrizando.
He escuchado las mismas palabras tantas veces, que podría dedicarme a ser azafata toda mi vida.
Que gracia, eh.

-La plaza en donde aterrizaran, estará cerrada al público. Por lo que el verdadero reto será cuando salgamos de el aeropuerto. Esta nevando, y están todos juntos. Por favor, no se separen. Nos avisaron que el lugar está a tope de paparazzi- Asentí sin darle mucha importancia, y espere pacientemente el pequeño dolor de cabeza mientras aterrizábamos.

Las azafatas tomaron nuestro equipaje de mano, y le pegue a Justin en la cara cuando le miro a una rubia el culo. Río y me ignoro, dejándome ir delante de el. La brisa combinada con nieve golpeó mi rostro, y enseguida sentí el escalofrío por todo mi cuerpo.

-Te extrañare, LA- escuche que grito Nash. Gire a verlo y obviamente estaba grabandose. Ese pobre chico no podía vivir sin un aparato que no tuviera Snapchat. Escuche la risa de Justin, y de repente me di cuenta que estábamos sólo los tres.

-Esperen, ¿Y Chris?

-Ese oso sigue durmiendo. Espero que nadie lo viole o algo parecido.

-¡Te dije que lo despertarás!- dije riendo, mientras bajaba los escalones para llegar al suelo. Al final de las escaleras nos esperaban varios guardias, junto a los representantes de Justin.

-¡El no despertaba! Además, se lo merece después después de lo que te hizo.

-Hablas como si me hubiera teñido el cabello de un color extravagante- dije, rodando los ojos. No quiero sonar zorra, pero sólo fue un beso, por dios.

-¡Prefiero eso!

-Oh, pues yo no. Superalo- los guardias me rodearon, mientras caminábamos todos juntos hacia las puertas que nos separaban con el resto del aeropuerto.

Nos abrieron la puerta y un flash llego a mi cara, luego otro, luego otro más, otro y otro...

Baje la cabeza, y mi cabello hizo las veces de una cortina, tapando mi rostro de las cámaras. Nos condujeron por un pasillo, que gracias a dios nos escondió de los paparazzi, y llegamos a una especie de sótano. Allí estaba el preciado auto de Justin.

El camino hacia la puerta del conductor, y Nash al lado de el, por lo que esta vez fui detrás.

-Estamos dentro y aún puedo sentir el frío. ¿Se imaginan como debe este el Central Park?

***

En efecto, el frío en Central Park era insoportable. Agradecí seguir los consejos de mamá y echarme varias veces al día el brillo que me compro. Mis labios temblaban y mis manos estaban congelandose.

Reí una vez más de Cameron, que contaba su experiencia junto Aaron en el Magcon Tour en Boston. Nos mostró varias fotos que tomo con su celular de pinturas de su cara o camisas, y todos se sorprendieron cuando admití que no tenía mucho tiempo para entrar a Snapchat.

Revise una vez más mi celular. Cinco minutos después de la hora acordada, y Nathan aún no aparece. Se suponía que nos encontraríamos aquí, y que el me llamaría para decirme el lugar exacto en el que estaría.

Mordí mi labio, volviéndolo a soltar cuando sentí el sabor del brillo en mi lengua.

Mi celular vibro y di un salto, haciendo reír a GiGi y asustar a Carter.

-¿Hola?- me aleje de mi grupo, llevando el celular a mi oreja.

-Hey, preciosa- la voz de Nathan se escuchaba afónica, realmente ronca por lo que no pude evitar reír.

-¿Que paso con tu voz?

-¿Tan horrible suena?- reí de nuevo, y me apoye en una pequeña tienda de algodón de azúcar, debajo del techo.

-Si, en realidad si.

-Creo que he enfermado- mi sonrisa murió.

-Si estas enfermo no te preocupes en venir, podemos...

-No, no, no. En realidad, ya estoy aquí- mire a los lados, buscándolo entre la multitud-¿Ansiosa de verme?

-¿Dónde estas?- entre la nieve, millones de abrigos pesados y gorros no lograba ver absolutamente nada.

Me gire y logre verlo. Me dio una sonrisa pequeña, mientras guardan el móvil en su bolsillo. Segundos después recordé que yo aún lo sostenía como idiota en mi oreja, por lo que también lo guarde.

Camine hacia el, intentando caminar normal y no correr como en alguna película americana. No funciono, porque a unos metros de el, mi cuerpo decidió dejarse llevar por la nieve. Y caer. Mi trasero choco contra la nieve, y justo caí delante de una pequeña montaña de nieve, por lo que está cayo en mi gorro y cabello. Me quede tendida por unos segundos, recordándole a mi cabeza que era muy torpe, que la nieve no iba conmigo y que prefería la arena de California. Nathan me tendió la mano, por lo que la tomé y reí cuando casi resbalamos juntos de nuevo. Quite mechones mojados y blancos de mi cara, y repare en su expresión burlona. Gran entrada, Kirstie Jenner.

Mire a mi alrededor, agradecida al ver que sólo algunas personas habían logrado ver mi caída, y al parecer no grabaron nada. Tal vez con tantas capas de ropa encima parezca una bola, en vez de una persona.

-Vamos, te dejo reírte- rodé los ojos, mientras me cruzaba de brazos.

-Lo haría, pero la garganta no me deja.

Reí y me acerque a dejar un beso en su mejilla, pero se apartó. Mi rostro cambió a color rojo, primero por la vergüenza, luego por la furia.

¿Qué demonios? ¿Acaso me acaba de rechazar? Miles de insultos aparecieron en mi mente, dispuesta a gritarlos frente a su cara, pero el sonrió.

-Te ves adorable de rojo. Pequeña ruda, te recuerdo que estoy horriblemente enfermo. Y no se tu, pero yo no quiero que te contagies.

Mejor tarde que nunca, eh eh
Ya entré al colegio de nuevo🔫 por lo que demorare un poco más en subir. Uno o dos capítulos por semana.
Me encanta que comenten! Enserio, estoy agradecida de por vida❤️
¿Les gustó el capitulo? A mi me hace mucha gracia la imagen en multimedia, es como el momento exacto😂
Idk, ¡comenten!
No a las lectoras fantasmas!🚫
Las quiero❤️

«La Tercera Jenner»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora