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-Yo...-me prepare para dar lo que sería el discurso mas importante, uno que podría cambiar muchas cosas, y fui interrumpida por el sonido de mi celular, en la sala principal.

-¿Tu? ¿Que pasa?- preguntó Nathan, mirándome confundido. Mire sus ojos y me mordí el labio. En ese momento me di cuenta que no tenia ni idea de que responder a su propuesta. ¿Amigos con derechos? ¿Enserio me pide que seamos eso? Es todo lo que no quiero. Agradecí en mi mente tener a alguien lo suficientemente loco para llamarme a estas horas, y con una sonrisa de disculpa, corrí hacia mi pequeño bolso mojado.

Hice una mueca. No era mi favorito ni nada por el estilo, pero lo extrañare. Nathan camino detrás de mi, parándose a un lado del sofá viéndome atento mientras llevaba el móvil a mi oreja.

-¿Hola?- el número no estaba registrado, pero era privado, por lo que debía ser alguien importante.

Y claro que no lo era.

-Kirstie. Debes venir a casa ahora mismo. No, no, enviare a Paul por ti. ¿Donde estas?

-¿Que te hace pensar que te obedeceré?- dije entre dientes. Escuche su suspiro, mientras llevaba mi dedo a mi boca para morderlo.

-Kirstie Jenner, vendrás ahora mismo porque arregle una rueda de prensa para toda la familia.

-¿Que?- chille-¿Porque mierdas hiciste eso?

-Por Kourtney y Scott, sabes lo que esta pasando entre ellos y tienen que arreglar sus problemas.

-En una rueda de prensa. ¿Perdiste la cabeza? Oh no, cierto, a ti te gusta resolverlo todo con millones de personas viéndonos. Y además, ¿Yo que pinto allí? No estaré solo para mirar y asentir a todo lo que diga Kourt.

-Estaremos allí para apoyar a Kourtney, si hace falta asentir a cada palabra que salga de su boca, lo haremos. ¿Porque eres tan egoísta?

Solté un grito ahogado, Nathan me miraba, intentando descifrar de que rayos hablaba-¿Yo estoy siendo egoísta? ¿Segura?

-Si. Entonces tu decides. Ser la única que no va a ir, o quedarte con el culo en la silla hasta que se apaguen las cámaras, luego regresas a revolcarte con quien sea.

-¿Revolcarme?- cerré los ojos unos segundos, antes de pasar mi mano por mis cabellos, pasar del puto problema y pasar de la estúpida cara de Kris Jenner.

Si quiere hablar con alguien maduro, hablara con alguien maduro.

-Vale. Iré. Pero obviamente no por ti, lo haré por Kourt. Y porque no quiero que su relación se vaya al traste con niños de por medio.

-Gracias.

-Aún no me lo agradezcas-  Murmuré, escuchando sus gritos antes de colgar.

Subí mi mirada y di con la de Nathan, que mordía su labio. Le compartí a mi madre rápidamente mi ubicación y guarde mi móvil en el bolso, teniéndolo entre mis manos.

-Podemos tener esta conversación mañana, ¿Por favor? Tengo...asuntos familiares.

-Vale- asintió y escrutó mi rostro con la mirada, jugando con sus dedos-No estas bien.

-No.

Antes de poder decir otra cosa, el ya tenia sus brazos rodeando mi cuerpo. Lo abrace fuerte de vuelta y escondí mi cabeza entre su cuello, sintiendo la corta barba de días en su barbilla. Suspire, y me declare adicta a sus abrazos. Son demasiados reconfortantes. Me separe a regañadientes de el, poniendo un mechón detrás de mi oreja.

«La Tercera Jenner»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora