«La Tercera Jenner»

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Antes de abrir los ojos, toqué el cuerpo que había a mi lado y me acurruque. Oh rayos, se siente demasiado bien. Nathan paso su brazo por mi espalda baja, juntando más nuestros cuerpos.

Mis ojos revolotearon molestos con un irritante sonido, seguro gracias a eso me desperté. Inspeccione un poco la habitación, y por la escasa luz que entraba por la ventana debía ser de madrugada. ¿Quien me estaría llamando?

Quite con pesar su brazo de mi cuerpo y lo apoye en una almohada. Me levanté con un suspiro de la cama, recogiendo en el camino hacia mi celular mi ropa. Pase mi blusa por mi cabeza y conteste al ver que era Kris.

Demonios.

-Mm, hola- sonreí, aunque no podía verme.

-Necesito que salgas rápido de allí, donde sea que estés. Tengo una idea- casi gruño. Suspire, pasando el jean ajustado por mis piernas.-¿Tengo que enviar a Paul por ti a la casa de Led?

-Si.

-Bien, necesito que estés abajo en menos de cinco minutos, es decir, ya. ¿Porqué mierda no contestabas mis llamadas? No, sabes que, cuando llegues aquí hablaremos. Tres minutos.

Colgó la llamada y se escuchaba realmente molesta, ¿Que habrá pasado? Puse mis zapatos altos en mis pies, y salí de la habitación de Nathan. Si lo seguía viendo querría quedarme y mandar a la mierda a Kris Jenner.

En el refrigerador había un pequeño tablero, y tome el marcador negro que descansaba en  la mesilla.

"Hola, tengo que irme. ¿Puedes llamarme? Me gustó tu cama costosa de hotel. Nos vemos"

Intente hacer un emoji guiñando un ojo y mi nota ante mis ojos estuvo perfecta.

Tome mi bolso del sofá y camine como payasa, intentando no hacer sonido con mis tacos. Abrí la puerta y mire a los lados, viendo el pasillo vacío.

Camine ya sin importar el ruido con mis zapatos al ver que faltaba un minuto para que se cumplieran los cinco en los que debía estar abajo. Y aunque una parte de mi quisiera molestar a Kris y quedarme, la parte racional sabía que ella no estaría haciendo todo este show si algo grave no estuviera pasando.
Creo.

Espere a que el ascensor llegara al primer piso, y le sonreí al guardia que cuidaba el hotel. Menos mal y no veía paparazzis. La camioneta negra de Paul apareció en la calle, y paró frente a mi.

Subí en el espacio de copiloto y recibí la chaqueta café que me entrego. Susurre un gracias mientras la ponía sobre mi cuerpo. Demonios, hacia frío.

Eche un vistazo a mi reflejo en el espejo del retrovisor y emití algo parecido a un chillido. ¡Me veía horrible!

Paul rio, y señalo la parte de atrás -Estoy seguro que la señorita Kylie dejo para usted un bolso con todo su maquillaje.

Me estire casi golpeandome con todo en el proceso y abrí el bolso de VS. Una cantidad exagerada de maquillaje marca Kylie estaba ubicado en todos los bolsillos de bendito bolso.