•29•

1.8K 91 3
                                    


Oh.

Ya la recuerdo.

Mi boca estuvo a punto de chocar con el piso. ¿Enserio? Salgan las cámaras. No es gracioso, demonios.

Un muchacho me miro asustado por unos segundos, antes de mirarla a ella con la misma expresión y salir corriendo por la puerta.

-Hija de su pu...- dije, apretando los dientes. Nash me abrazo, poniendo mis brazos pegados a mi cuerpo.-¡desaparezca de mi tienda! ¡Chu, Chu! Ojalá nadie disimule y grite cuando vea esa cara de bruja que tiene. Espero que no tenga espejos en su casa. No olvídelo, se nota que no tiene. Si no, no sería capaz ni de salir. ¿Qué pensarán los ciudadanos? ¿Acaso usted es alguna clase de nueva especie? ¿Qué mierda me mira? ¡Larguese, maldición!- grite, enojada porque ella no me hacia caso. Algunas cámaras entraron a la tienda, paparazzis jodiendo de nuevo.

Y justo cuando pensé que no podía ser peor, Nathan entro por la puerta, seguido de el otro chico. Miro a su tía con el ceño fruncido y luego a mi, musitando algo en voz baja.

-Nathan, querido,- dijo Cruella De Vil, tomándolo del hombro-¿Esta no es una de tus perras?

-¿Esta? ¿Una de sus perras? Perras es lo que va a ver cuando...

-Kie, Kie, hay cámaras. Cálmate, por favor.- susurro Nash a mi oído, apretando su agarré.

-Mira, si hasta la tienen como una perra rabiosa. Seguro hasta sus amigos lo creen y no se lo dicen para que ella les siga dando fama.

-Acabala, pequeña- Nash soltó mi cuerpo y me lance hacia Cruella De Vil. Tome su gran saco entre mis uñas y lo rompí, ella también tomando mi cabello y jalando.

-Kirstie. Oh, demonios. ¡Kirstie!- me tomaron de la cintura, y mi vaga esperanza de que fuera Nathan se desvaneció cuando lo vi tomando a su tía del brazo. -Nena, ya, vale.

Sentí el perfume de Justin y aferre mis manos a su camisa, intentando reprimir las ganas de lanzarme de nuevo.-Justin. Vámonos. Por favor.

-En un segundo, nena.- le indico a Matt que tomará mi bolso y mi móvil. Enterré mi cabeza en su cuello, sintiendo sus brazos sostenerme por detrás.

Me abrazo fuerte y escondió mi rostro de los mil paparazzis que se encontraban fuera de la tienda. Vi a Nash a mi lado derecho y Matt al izquierdo. Moví la cabeza para que mi cabello escondiera mi rostro aún más.

No fui tan estúpida de mirar a Nathan. Al contrario, me aferre a Biebs como si mi vida dependiera de eso. Subimos a su auto y me senté atrás junto a Nash, diciendo una que otra barbaridad.

Sentí que alguien daba unos golpes en la ventanilla, pero Nash escondió mi rostro en su cuello.-N-Nash, bebe, ¿Que paso?

-Idiota- murmuro. Suspiro contra mi cuello y dejo de taparme en cuanto Justin empezó a conducir.

-Nash...

-Nathan estaba allí. Joder. Estoy empezando a odiarlo enserio.

-¿A odiarlo enserio? A odiarlo más. Es un intento de hijo de puta.- gruño Justin, cruzando para que entremos a mi calle. Me cruce de brazos, sintiendo el teléfono de Justin sonar. El lo tomo de su bolsillo y me lo paso. Mordí mi labio inferior cuando vi el nombre de Kris J.

-Mierda- murmure. Suspire, aún estaba un poco agitada por el anterior encuentro y ahora esto.-Justin, para- el hizo lo que le pedí, pero todos se giraron a mirarme confundidos.-¿Podemos ir a otra parte?

El asintió, y tomo otra calle, tarareando una canción. Mire el nombre de dramática madre, analizando a fondo las dos opciones.
Responderle o no hacerlo.

Si le respondía, me quitaría ese peso de encima, y desataría el desastre ahora y no después. Pero me ordenaría regresar a casa, o podría organizar una 'cita' de nuevo para arreglarme, esta ve no con Nathan, si no con Cruella De Vil. Y no. Además, no estoy de humor para escuchar sus chillidos.

Pero, si no lo hago. Si la ignoro al menos por ahora, el chillido sería peor. Pero sería más tarde. Cuando este más tranquila. Y ebria. Ella no tiene que meterse en mis asuntos. Yo soy lo suficiente madura para hacerlo.

Presione el teléfono rojo, cortando la llamada antes de arrepentirme.-Ten- puse el móvil de Justin en su mano, y esté lo llevo a su bolsillo. Reconocí la calle cerca de la casa de GiGi.

-¿Iremos con GiGi?- pregunte, mirando a Matt.

-Nos aviso de una fiesta. Dijo que te trajéramos. ¿Quieres ir, no?

Asentí repetidamente. Justin sonrió, rascando su barbilla.-Esa vieja es la razón perfecta para no ver de nuevo al muñequito mimado, ¿No te parece, Kie?

-Oh, ni lo dudes- dejo de mirarme por el espejo retrovisor cuando percibió el tono firme de mi voz.

-Vale, hay una fiesta. En casa de GiGi nos cambiaremos y partiremos, ¿Okay?- Dijo Matthew, escribiendo algo en su móvil.

-Genial- sonreí.

Una fiesta. Justo lo que necesitaba ahora. Una pequeña fiesta no le hace mal a nadie, ¿O si? Alcohol, amigos y música. Demonios, perfecto.

Nash me pellizcó el brazo y señalo su cámara apuntando nos en Snapchat. Hice una mueca y lo abrace. Tomo la foto y la subió. Duro los siguientes minutos respondiendo comentarios y Chats en Snap.

Llegamos quince minutos después al apartamento que GiGi compro en LA. Todos bajamos y tape mi cara, sintiendo los flashes en mi rostro. Los chicos se pusieron en una fila, intentando que no se vieran nuestros rostros.

Le pedí mi celular a Matt. Lo encendí e ignore las llamadas de Kris, Kim y Kylie. No quería hablar con ninguno de ellos. Además, seguro era mi madre usando sus móviles para engañarme.

Al subir al ascensor y llegar al piso de G, ya podíamos escuchar la música alta saliendo de su apartamento.

-¡La fiesta comienza aquí, perras!- grito Justin, haciendo uno de sus bailes. Reí fuertemente y le pegue en el trasero, señalando la puerta de GiGi. El me dio un beso en la frente, guiñando un ojo.

Abrió la puerta y todos entramos gritando. GiGi, Cameron, Karlie, Kendall, Bella y unos amigos de Justin ya estaban allí.

Prepárate, mundo. El mejor grupo está reunido. Y no venimos a ver una película y comer palomitas. Oh, no.

¿Votan y comentan?
Nathan en multimedia😍

«La Tercera Jenner»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora