—Mmm quiero chocolate con ketchup, malvadiscos con mayonesa, batatas fritas con mermelada de durazno y un batido de ciruelas Nunu. A espera! - detuvo el movimiento del Alfa quien estaba pronto a ir a la cocina- y de postre, unos gajos de mandarina por favor, amor de mi vida- se victimizo con ese puchero en los labios y los ojos brillosos como cachorrito enamorado.
Tenía unos antojos peculiares que al Alfa le provocaba asco, pero con su Omega en cinta y con muchos antojos de por medio, cumpliría hasta lo imposible. Su deber era incorporar vitaminas, además de los suplementos vitamínicos que la ginecóloga le recetó. Una vez todo hecho, puso las preparaciones en dos fuentes, los gajos de mandarinas en un plato y comenzó a llevarlo a la mesa de la sala y un vaso con las vitaminas disueltas en jugo exprimido de naranja. El Omega con el rostro más feliz del mundo al ver tanta comida y el cahorro dentro pateando el abdomen por sentir feliz a su papi. Cuando se llevó una batata frita untada en la mermelada de durazno hizo una mueca descontento por sentir el sabor. Lo mismo hizo con los demás alientos.
—¡Esto está desabrido! No es lo que quería Hyunwoo ¡Hazlo de nuevo! - exclamó llevando sus brazos en jarras al pecho, el Alfa paciente queriendo cumplir los caprichos de su Omega, regreso a la cocina para volver a realizar todo el trabajo.
A veces se cansaba de las actitudes de niño chillón, sabía que las hormonas alteraba al menor, dadas las circunstancias en variedad de tiempos, detenía al Omega hablando con seriedad y suavidad para que este no terminara en un llanto potente. Al tener todo listo otra vez, al observar al pelirrosa con emoción en su rostro, apoyó las fuentes y el plato. El menor degusto todo con paciencia y gimiendo por el sabor que danzaba en sus papilas gustativas. A la tarde, la hora de la merienda estaba casi en el punto, por lo que esta vez, una taza de té de fresas, panqueques rellenos de banana con crema y frutas cortadas en rodajas medianas.
—Nunu no quiero esto. Quiero más chocolates. Esa es mi merienda, chocolates con yogurt por favor.
—No Kiki comerás esto. He hecho todo como te gusta, ¿Por qué no lo pruebas y me das un buen veredicto? -el Alfa sonrió encantado por lo dudoso en el rostro ajeno.
Sin más que decir, llevo a su boca un bocado del panqueque, este se deshacía en su boca junto con la crema que brilló en sus papilas, el rostro expresivo dio el veredicto que tanto deseaba tener el Alfa. Para el pelirrojo que acarició la mejilla de su novio, encantado con este, barrio con su dedo pulgar el resto de crema que escurría de la comisura del labio inferior, Kihyun era todo un niño malcriado estando en cinta y Hyunwoo hipnotizado por la sonrisa que salía al exterior por esos alimentos que probó.
A medianoche, después de haber cenado arroz con verduras y pollo al horno, como postre, comieron yogurt con frambuesas y uvas, la lluvia acompaño el ambiente esa noche de películas en el sofá, el Omega se situó en el regazo del mayor una vez llenos los dos. La sesión de besos candentes, junto con las feromonas que ambientaron la sala, concluyeron en la desnudez de ambos entregándose a los brazos del amor. Al día siguiente, en el desayuno, leche con cereales, porciones de budines de manzanas y avena, té y café, decoraron la mesa de la cocina. Ese día irían a la casa de los padres del Omega a almorzar. En el viaje, dirigiéndose hacia el hogar de los padres de Kihyun, al detenerse en el semáforo, una Omega espiaba desde unos metros al Alfa que conducía, la ventanilla estaba baja y la mirada de Kihyun clavada en esa mujer atrevida. Mediante el lazo, el pelirrojo percibió la energía furiosa del Omega por lo que su vista fue a parar al embroncado pelirrosa que a su parecer lucia tierno.
—¡Qué tanto miras tú, perra sucia! Tu mirada fuera de mi Alfa! Es mío! Mi hombre! - Hyunwoo estaba tan anonadado que no notó cuando el Omega se bajó del auto y se enfrentó a la Omega, el prominente adbomen separaba a Kihyun de esta y el Alfa tuvo que bajarse para ir en busca de su pareja.
—Kihyunnie, bebé precioso, soy tuyo, tranquilo, vuelve al auto conmigo por favor- abrazo desde el abdomen atrayéndolo hacia su pecho, liberando feromonas para calmar a la fiera humana y animal
—Sueltame Hyunwoo, voy a enseñarle a esta estúpida que no debe observar lascivamente a hombres ajenos- el Omega clavo las uñas en los brazos del moreno.
Cómo pudo, cargó al pelirrosa al estilo nupcial y lo llevo hasta el coche, en el asiento delantero, colocando el cinturón de seguridad y cerrando la puerta del vehículo. Retomó el camino a la casa de los padres de Kihyun, quien ahora estaba frunciendo el ceño y los labios. Tratar con un Omega en cinta y furioso no era para nada lindo.
—!Por qué me has metido al auto sin haberle dado su merecido a esa estúpida!-lo miro con ojos oscurecidos.
—Kihyun, no me interesa que me haya mirado, no iba tampoco a dejar que le propinaras un golpe estando en cinta. Debes calmarte mi amor, el único que me interesa eres tú, nadie más que tú. Tranquilizate que no es bueno para el cachorro- Hyunwoo liberó las feromonas nuevamente, intentado aplacar la negatividad del joven pelirrosa.
Kihyun no dijo nada más, las hormonas lo tenían alterado, lo cual hizo que empezara a llorar. El Alfa detuvo el vehículo, saco el cinturón de seguridad e hizo lo que pudo para abrazar a su chico. Beso la mejilla izquierda, le susurró palabras endulzadas en miel, y muchos te amos.
—Mi precioso berrinchudo Omega, mi cuerpo, corazón y Alma te pertenecen para toda la eternidad. No estés así por favor, no me hace bien verte en este estado. El cachorrito está perturbado, inquietas a mi lobo. ¿Quieres que te de muchos mimos antes de llegar a la casa de tus padres? ¿Quieres que te compre un cono de helado? ¿O quieres uno de esos antojos extraños? Todo lo que pidas yo te lo daré ¿Quieres la luna? Iré al espacio a bajartela. ¿O quieres las estrellas? Atrapare a cada una de ellas- la melosidad inundó el coche, las feromonas drogaron a los dos formando una burbuja romántica.
—Para de ser tan tierno Son Hyunwoo. Eres tan lindo- besó la mejilla del moreno- te quiero a ti, hoy y para siempre. Y si, quiero un helado pero uno de pote- aclaró sonriendo los dos, el Omega estampó los labios en los alcolchonados labios ajenos.
—Todo lo que mi chico quiera.
El día finalizó con el Omega malcriado por sus padres y con el Alfa otorgándole todo el amor posible a Kihyun quien por momentos lloraba por la hermosa atención que obtenía.
—Te amo mi Alfa. Mi Hyunwoo bonito- este se abrazó al Alfa mientras el moreno estaba sentado en el sillón.
—Te amo más mi hermoso y caprichoso Omega. Mi kiki precioso.
Melosidad pura y sincera.
El título era muy largo así que tuve que acortarlo, pero debajo lo tienen completo👏🏻❤️
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