ONE SHOTS DE MONSTA X "Aromas" 🌹

Vainilla🍦 y Naranjas 🍊(Hyunghyuk)

HyungHyuk (Vainilla y Naranjas)
Omegaverse
Minhyuk alfa
Hyungwon omega

Minhyuk era temido por ser el hijo del alfa líder tanto que su ego escaló al cielo en el sentido de poder ser respetado por la manada y sus compañeros de universidad. Su padre le otorgó una tarea diaria que era entrenar a los omegas para que pudieran defenderse en caso de ser atacados desprevenidamente.
Ese día en particular tuvo más de diez omegas tanto mujeres, adolescentes y hombres. Entre ellos estaba su peor pesadilla, Chae Hyungwon.  Era una droga, un afrodisíaco, una fragancia que copaba sus fosas nasales nadando hasta todo su ser. Ese aroma a vainillas y naranjas lo enloquecía y este apenas tenia 18 años. Su fijación por esos pómulos bien definidos, esos mejillones pomposos, unos labios que en su vida pensó que conocería personalmente que expresaban dulzura, seducción, admiración gracias a que su labio inferior sobresalía con un grosor que daban ganas de peinar con su dedo índice y el superior con su encanto con menor dimensión pero tan llamativo para el ojo humano. Nadie descartaba las intenciones de que algún día podrían ser el indicado y encaminarse al cielo al poder besar esas esponjosas nubes del color natural, un rosado que pretendía combinarse con un carmesí por las intensas mordidas que propinaba el chico la mayor parte del tiempo. Y sus ojos, esos ojos que brillaban como estrellas fugaces al crear esas medialunas en ellos, la mirada más angelical pero que vagamente si se le ofendía, un centenar de meteoritos caería sobre quién quisiera sobrepasarse. Su cabello desprendía un aroma a manzanas y de éste un perfecto lacio, castaño y sedoso concluían con la belleza inhumana de ese ser. Minhyuk creía estar hechizado por ese rostro creado por la divinidad pero quién se llevaba hasta su orgullo era ese aroma a vainillas y naranjas. Hubo varias veces en que puedo acercarse para corregir sus movimientos, ese aroma, el de su cabello y esa mirada desconfiada que casi lo hace arrodillarse, ese mareo que supo controlar y a la bestia dentro que hizo calmar.
Hyungwon en parte detestaba tener una belleza descomunal que solo le traía problemas pero la otra  mitad lo utilizaba para su beneficio. Si, eso igual lo sacaba de problemas graves por lo que vivía en gratitud con la diosa luna.
Su padre le encomendó al alfa líder un favor, que su hijo Minhyuk se encargará de proteger a su cachorro sin que esté notará su presencia. Minhyuk refutó, pero de nada sirvió.
Y su pero pesadilla comenzó.
Hyungwon se hacía el despistado, ese alfa de linda sonrisa era demasiado tonto ante sus ojos, seguramente creyendo que estaba logrando su cometido. Básicamente la torpeza del alfa ejercía poder en su persona.
Minhyuk tenía madera de líder, dominante ante presencias de altos y bajos rangos, ante toda clase de público que posará su vista en el, deliraba en el limbo cuando cierta personita fijaba su vista en su empoderado ser, aunque en parte se volviera una gelatina ante esas esmeraldas que difundían tanta luz, mantenía su porte ya que su deber era demostrar su liderazgo porque en algún momento se convertiría en el alfa de toda su manada. Por otro lado esa pizca de presunción perdía el equilibrio entre la línea recta y quebradiza al tener a ese Omega frente suyo. Nadie lograba dominar a Minhyuk como ese precioso Omega de cabello brillante con aromas a manzanas pero si, su armadura seguía intacta aún cuando miles de ojos se clavaban directamente en el incluyendo a ese caminante de labios rechonchos y sensuales.

-Puedes por favor dejar de seguirme? Me molesta que me sigas todos los santos días, por la diosa luna se cuidarme solo. Así que alfa, regresa por donde viniste- Hyungwon se detuvo sin girarse sorprendiendo al alfa que se tensó con solo oír la voz del Omega.

-Cálmate, te estoy cuidando a pedido de tu padre quien tiene miedo de que algo te suceda nuevamente, estuviste a nada de ser mordido y gracias a ese collar que decora tu cuello debes dar por sumiso. No estoy diciendo que lo eres, me queda claro que solo es apariencia, pero no te haré daño. Nunca podría hacerlo- giró su cabeza en la otra dirección, opuesta a la que estaba mirando a Hyungwon.