ONE SHOTS DE MONSTA X "Aromas" 🌹

Postre 🥞 de queso 🧀 estilo japonés 🇯🇵 (Wonki/Kiho)

Wonki o Kiho (Postre de queso estilo japonés)🥞🧀🇯🇵

Kihyun pelirosa
Wonho pelirojo

Las clases de pastelería iban de viento en popa prosperando en cada receta que los profesores le otorgaban a cada estudiante, las primeras recetas eran fáciles para que cada individuo fuera conociendo los ingredientes que utilizarían.
Unas de las recetas intermedias era hacer la réplica de un pastel de tres capas con el relleno de chocolate blanco, crema con nueces y crema de pistachos con la cobertura de mazapán roja decorada con chispas de chocolate y fresas. Eso equivalía una parte de la nota.
Los nervios de Kihyun invadieron sus venas, aterrado de pies a cabeza pero daría todo de si mismo para hacerla tal cual la observo en detalle. La concentración hacia su labor, aún con la montaña rusa de nervios que le pasaba factura pero intento desquitar todo hablando consigo mismo motivándose a aventurarse en las nubes de la dulzura. Dos horas después observo el resultado de su pastel viendo detalle por detalle para saber si todo estaba en orden. Saber la nota ejercía miedo, incluso al saber que la próxima clase se enteraría si acato lo dicho por los profesores y el seguir sus instintos. Estaba confiado en que si.
Una tarea les fue dada a todos, ese pertenecería a la nota final lo último sería la teoría y una conclusión personal. La tarea consistía en hacer un postre al estilo japonés.

Antes de llegar a su departamento compartido con su alguien especial.

Su hombre era Shin Hoseok, su novio con quién días atrás cumplieron nueve años de estar juntos.
Se conocieron en la escuela, lo que comenzó como una amistad años después un revoltijo de sensaciones extrañas abarcó todo sus pechos. Al darse la oportunidad de convertir la amistad en romanticismo con la tormenta en sus mentes por el terror de que todo saliera al revés y dar por concluido una amistad, siguieron adelante y el arriesgarse valió tanto la pena que la tormenta se aparto dando paso a lo soleado. Su pelirojo solía regresar al departamento tarde en la noche por su profesión de enfermero y al pisar dentro de la calidez del hogar, Kihyun le calentaba la cena, le masajeaba los hombros en la tina la cual preparaba con antelación con agua tibia, sales relajantes y le acariciaba el cabello, luego se adentraban debajo de las sábanas arropándose con sus cuerpos y rendirse ante los brazos de Morfeo.
Mediante su coche condujo hacia la tienda de convivencia abierta las 24/7. Una vez dentro compro los ingredientes necesarios, paquetes de ramen, kimbap y otros complementos. Agregó algunas bebidas, helado y leches saborizada.
Pagó y camino a la salida, guardo lo comprado en la parte trasera y se resguardo de la brisa que apareció.
Su hogar no estaba lejos de la tienda, en diez minutos estacionó, entró con sus cosas en mano y se adentro a su departamento. Encendió las luces, sacó su calzado para introducir sus pies en unas pantuflas y apunto en dirección a la cocina.
Calentó la sopa que sobró de anoche porque el estómago le exigía un poco de comida importando poco que fueran las tres de la tarde. Uso uno de los ramen que compro y tomó el kimchi que su madre le envío.
Estaba tan ansioso por preparar o más bien practicar para hacer el postre que no se aguanto.
El mesón se llenó de los ingredientes que daría uso. Con dos golpecitos rompió la cáscara de los dos huevos, primero separó las yemas de las claras, a las yemas añadió el queso crema, la esencia de vainilla, la leche en polvo, unas gotitas de edulcorante y la ralladura de limón. Mezclo bien con la batidora hasta obtener una mezcla homogénea, mientras precalentando el horno a ciento ochenta grados siguió con las claras hasta convertirlas a punto de nieve quedando esponjoso, añadió a la mezcla anterior poco a poco y con movimientos envolventes. Todo la consistencia lo echo en un molde con papel de horno y lo puso a baño María. Debía hornearlo aproximadamente a treinta o cuarenta minutos. No tenía que abrir el horno por nada del mundo, puso el cronómetro y espero. También recordó el tip que su profesor le comento que era el dejar que se enfríe en el horno así no bajaría la altura.
Limpió los restos con una servilleta y coloco la cafetera para darse el gusto de beber un café. Se sirvió el contenido en la taza y entre que esperaba que se entibiara unos minutos porque detestaba beber café hirviendo, lavó unas fresas y unas hojas de menta para decorar el postre.
Sintió un ruido de llaves, le pareció raro que su novio vuelva temprano pues recordó que le aviso que estaría en casa entrada en la madrugada por un accidente que no sabía si había sido fatal pero que fue algo grande, un tren descarriló y volcó. Hubo una explosión pero no se enteró de más. Esto sucedió el día anterior y desde ese día que no veía a su novio. Se preocupaba por su estado físico y por el terrible agotamiento que sufriría. Lo confirmó cuando lo vio de cuerpo entero, con bolsas negras debajo de sus ojos y su rostro un volcán de cansancio. Se abalanzó sin ser atrapado más que un par de abrazo que lo encerraron y sus propios pararon en el cuello ajeno, depósito un suave beso con un bonito vaivén de labios. Al separarse lo ayudó a sacar su chamarra, la bufanda, los aguantes y el gorro que protegía su cabello y sus orejas. Su nariz con una notable rojiza fue besada por unos tibios labios robándole una sonrisa.
Hizo que se acomodara en la silla, le sirvió café y unos pastelitos que preparo antes de ayer, le exigió que se alimentara entre tanto el le prepararía un baño en la tina, con las sales y el aroma a manzanillas. A su regreso, minutos pasaron por lo que lo acompaño a desvestirse e introducirse a la tibia agua que relajo sus músculos en milésimas de segundos.
Su novio era toda una ternura, tan buena persona porque lo cuidaba como si fuera el ser más vulnerable del mundo y Wonho adoraba que fuera tan atento. Lo amaba, de pies a cabeza, del interior y exterior aunque aveces tuviera ciertas actitudes que no le gustaban, ni cuando se ponía en terco pero aún así, lo sujetaría porque en su alma vivía un ser de luz. No sé imaginaba una vida sin él.