Hyunghyuk (Korean Box snacks, bebidas y golosinas) 🇰🇷📦🥜🍬
Minhyuk pelirubio Hyungwon pelicastaño
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Antes de comenzar la lectura, ¿Díganme que no cayeron redonditas al suelo con esta foto?! Porque yo si😍😍😍😍😍😍😍😍 la belleza de estos dos no tiene igualdad con nada! Son unos angeles caídos del cielo 🫠🫠😍😍😍
Mejores amigos. Esas dos palabras encajaban bien para el par, divertidos y bromistas, se consideraban artistas en el arte de hacer bromas a otros individuos lo cual obtuvieron enemigos. Nadie soportó las bromas pesadas que hacían la mayor parte de la mañana en la escuela, estaban en el último año de secundaria y pronto se graduarian, por lo que hacer más desastres divertidos seguían en los planes de los adolescentes. No siempre lograban sus propósitos ya que algún profesor los tomaba por sorpresa arruinando las bromas. Tampoco eran los payasos del salón durante toda la mañana, o las mañanas siguientes, en parte, el cansancio acumulado por no dormir quedándose durante toda la noche jugando videojuegos les pasaba factura. Tenían personalidades diferentes poniendo de lado el lado bromista, eran buenos alumnos, buenos compañeros con la mitad de salón, y con el grupo de amigos. Se conocieron a la edad de 10 años por ser vecinos, y desde ese segundo no volvieron a tomar distancia. A los 14 años se dieron cuenta de que existía una especie de sentimiento rodeando su estómago, sentimiento amoroso por el otro. Ninguno confesó por miedo al que pasara, ni menos se imaginaron que pudiese pasar si perderían la amistad por esos saltarines canguros que vivían en los adbomenes. Lo que no sabían era que existía el sentimiento mutuo. Las actitudes, los obsequios, los ojos brillosos, o las miradas sin que el otro lo notara, fueron observados por el grupo de amigos que se dieron cuenta del trasfondo que existía alli. El par de bobos no percibieron la realidad visible, porque la sensación de miedo si instaló para no desaparecer. Hyungwon pensó en el rayo de sol que su mejor amigo llegaba a ser, en las bonitas facciones, en la piel reluciente sin ninguna espinilla molesta, en esa sonrisa que lo acrillibaba con las flechas de Cupido, y ese sentimiento estaba determinado a seguir en subida.
Estaba enamorado de él.
Minhyuk se imaginó una vida con el pelicastaño, lo veía como la joya más brillante, con esas mejillas inflabas, con esos labios besables, el rostro completo le parecía una obra maestra, un arte tallado sin ninguna imperfección. Quedó encadenado al confirmarlo.
Se enamoró de él.
Pero ¿Quién daría el paso sin detener el terror de concluir con una amistad tan maravillosa como esa?
Hyungwon. Porque él ya no quería ocultar más el amor que sentía por el pelirubio, no era justo, estaba en una encrucijada porque cabía la posibilidad de darle fin a una amistad que crecía con el correr del tiempo o cabía la otra posiblidad de que naciera el amor. Era a todo o nada. El pelirubio sin dudar llegaba a ser el más atrevido de los dos, pero quedó inhibido al tratarse de algo tan vulnerable como la amistad, y el amor que se acrecentó con la rapidez de los años que de cierta forma la pubertad hizo un muy buen trabajo, ya que los dos eran dos diamantes, la magia hizo el labor de engatusarlos a ellos, enamorarlos mutuamente.
