ONE SHOTS DE MONSTA X "Aromas" 🌹

Chequeo médico 😷👨‍⚕️🏥(ShowHyung)

Showhyung (Chequeo médico)😷👨‍⚕️🏥

Si pudiera impedir los chequeos médicos anuales sin meditarlo lo haría. Odiaba las clínicas privadas, odiaba el aroma a desinfectante, odiaba los pinchazos por el pánico que le provocaban las agujas que a su parecer parecían cuchillas aspirando su sangre, desvestirse es otra cosa que detestaba está última intentaba eludirla pero en ocasiones por dolores de espalda o en otras partes del cuerpo, ameritaba ir al médico. Aparte la voz de su madre retumbaba en su mente con " es importante para detectar tempranamente la existencia de factores de riesgo o enfermedades y así poder tratarlas con mayores posibilidades de éxito" y un " ya estás grandecito para ser tan asustadizo" y el pensaba lo mismo cada vez que ella le comentaba el mismo cantito un "acaso se tiene que tener cierta edad para dejar de tener miedo a las agujas?". Aveces consideraba a su progenitora como una bruja malvada.
En un tiempo breve aparco su camioneta en el estacionamiento reservado con anterioridad, una vez que acomodo su mochila con sus cosas dentro, su móvil en mano y una botella de agua saborizada, puso sus lentes de sol cuadrados que abarcaba hasta sus pómulos ocultando sus ojos, lo fashionista lo acompañaba todos los días por su trabajo en la empresa familiar como abogado, su vestimenta consistía en una camisa negra, colgando de la solapa de su cuello sus otros lentes de forma circular para utilizar por su corta vista, unos pantalones de vestir negro y unos zapatos del mismo color. Hyungwon era comestible para medio planeta ya que su porte de modelo, con labios rechonchos y demás belleza que portaba producía un efecto afrodisíaco para el resto.
Camino hacia la entrada, las puertas automáticas se abrieron para darle su paso, se encamino hacia la recepción donde fue saludado amablemente por una mujer mayor quien amablemente le pidió su nombre completo para chequear su cita. Cuando la mujer le hablo, le explicó a dónde debía dirigirse para comenzar con su chequeo, trato de procesar todo ya que eran las ocho de la mañana y su mente aún temblaba un poco por la falta de sueño y de hambre. Porque si, se estaba muriendo de hambre pero solo podía beber agua. Deseaba beber un chocolate caliente con un pastelillo relleno de mermelada de melocotón. Sus papilas gustativas ya saboreaban esa exquisitez y su boca por dentro babeaba, su mano se poso en su estómago y en silencio le decía que pronto se engulliría de un buen desayuno.
Primero se guío hasta el ascensor para ir al segundo piso a sacarse sangre, su peor pesadilla, era lo primero en su orden médica, se abrazo mentalmente y le explicó que todo estaría bien, que sería un pinchazo y nada más. Al llegar una chica de al parecer su edad lo recibió con una sonrisa y le dio charla, cosa que él agradeció porque le carcomía sus nervios, la charla fue exitosa haciendo que la extracción de sangre también lo haya sido y por primera vez en su vida ni siquiera sintió el picoteo de la aguja. Se despidió de la chica con un estrechado de manos y un nos vemos pronto y se movió hasta el segundo lugar, una radiografía de pulmón, la otra tortura, para su suerte no debía desvestirse complemente sino solamente la parte superior. Luego fue a hacerse otros exámenes que gracias al cielo fueron rápidos y para meterle más a esa suerte, sus exámenes clínicos estarían para dentro de dos horas.
Una vez que concluyó con todo salió del recinto para ir hacia la cafetería que estaba a unas cuadras de la clínica por lo que iría caminando para apreciar el hermoso día. Al llegar se encargó de pedir lo que se le antojo hace una hora más un jugo de naranja exprimido y un licuado de frutas.
Se le pasó las horas leyendo el correo electrónico, hablando con sus colegas, con su hermano y su mejor amiga. Una llamada le entró que supuso era de la clínica y confirmo eso cuando atendió. Sus exámenes ya estaban para ser retirados y el médico clínico esperaba por él para leerlos los resultados. Por lo que pagó por su desayuno y se retiró del lugar. Camino esas cuadras y los nervios regresaron a su cuerpo. Retiró los exámenes clínicos y lo guiaron nuevamente al consultorio del doctor Son, quien lo atendía desde pequeño.
Dio unos golpeteos suaves y un adelante con una voz desconocida le respondió.
Abrió la puerta y se encontró con otro hombre desconocido para el pero atractivo para sus orbes.