Quién dice que el boxeo no es competencia?. Si, hay personas que piensan que es solo golpear rostros cuerpo, parte de ella y demás. Pero es mucho más que eso, es superarse a uno mismo, ser campeones, significar algo para los fans y sobre todo creer en uno mismo siendo lo más primordial. Kihyun tenía porte de agrandado, catalogado por la mitad de sus compañeros en el gimnasio y arriba del ring. Creyente de que era el número uno, el que nadie podía derrotar, el que nadie podía derribar dejando su cuerpo tirado en la lona. Con sus 24 años se desplazaba como si se supiera toda la vida. Estaba al tope de fanfarronería zafando de las trompadas que generaba en otros con su altanería. Changkyun llegó al pueblo, un pueblo chico donde todo el mundo se conocía, poblado por solamente dos mil doscientos personas. Era el chico nuevo, alabado por su belleza, por su rostro perfilado, por esos ojos rasgados que infundía una clase de miedo irreversible, aún así no se creía mejor persona pero tampoco se dejaba pisar por nadie. El día que entró al gimnasio del pueblo los cuchicheos se asomaron, las miradas se fijaron en su persona importándole poco todos esos ojos puestos en el. Minutos más tarde fue presentado al grupo recibiendo un bufido arrogante de cierto chico.
-Si tan arrogante eres por qué no me demuestras en el ring lo que tienes?. – preguntó con los brazos en jarra rugiendo una jauría de coros por detrás.
-Vamos entonces niño. – respondió Kihyun respirando un victorioso encuentro ganado.
Puños y golpes y más golpes en partes vulnerables, en los rostros, en el estómago, Kihyun nunca sintió tanto dolor en su cuerpo aunque tampoco se quedaba atrás lanzado golpes tras golpes. El golpe que lo dejo tambaleando fue en su pómulo derecho y para rematar el otro puño dio en el izquierdo haciendo que Kihyun cayera al piso con sus brazos abiertos a los costados y sus piernas dobladas formando un triángulo. Changkyun se sentó en su regazo con las piernas en ambos costados sonriendo arrogante.
-Te gané chico bonito- un concierto victorioso se generó detrás de ellos con el público de compañeros como espectador.
El chico se levantó del cuerpo ido debajo de el y se fue a entrenar como si nada hubiera sucedido.
Esa noche se encontraron en el bar siendo una casualidad. Sin pensarlo mucho, Kihyun se dirigió hacia esa persona que lo derribó de forma limpia para estrechar su mano aún cuando le costaba hacerlo y aceptar que alguien fue mejor que el. El contrario aceptó su mano y comenzaron una conversación con bebidas de por medio. Una cosa llevo a otra y terminaron en la habitación de Kihyun luchando debajo de las sábanas para ver quién dominaba. La sorpresa no impactó en sus cuerpos ya que ambos dominaban la lucha pero siempre había un ganador. Si, Kihyun despotrico a los cuatro vientos al ser el sumiso a un ochenta porciento. Porque si, nunca se quedaría atrás.
-Te gané chico bonito. -repitió Changkyun- por segunda vez sonriendo para finalizar sobre el menor.
-Pues está vez, no te creas tan importante- estando debajo pudo clavar sus uñas en la desnuda espalda del que supo era menor por dos años.
Luego de ese día, vinieron más, noches lujuriosas, encuentros que concluían una guerra sensual donde la dominación era la gran ganadora
Aburrido no?. xD sorry!!!!! Es lo que hay!!!!
Les gusta este Shipp? Para mí son Mamá e hijo 😀
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