ONE SHOTS DE MONSTA X "Aromas" 🌹

Modelo🧍🏼‍♂️Cerveza🍺 y un premio culinario🍽️ (Showki)

Showki( Modelo, cerveza  y un premio culinario) 🧍‍♂️🍺🍽️

Hyunwoo castaño.
Kihyun peligris.

Hyunwoo más conocido en el modelaje como Shownu, estaba dentro de la camioneta negra junto con su manager, el conductor conducía hasta el destino que ordenó la empresa, un ice americano con el sorbete posaba en el labios del castaño que absorbía cada tanto ánimo. Tuvo que levantarse temprano en la mañana sin haber desayunado, aunque su queridísimo novio le preparó un tapper mediano con dos emparedados de queso y jamón crudo y al lado un pote de plástico con vitaminas naturales, además de un vaso de plástico con ensalada de frutas y yogurt. El viaje duraba hora y media por lo que aprovechó a devorar con ánimos, en menos de quince minutos terminó con la deliciosa mezcla de sabores. El ice americano fue comprado en el camino, si su novio se enteraba que estaba bebiendo café frío en la mañana le arrancaría pelo por pelo. Kihyun odiaba que ingiera café por la simple razón que el castaño no bebía una taza sino que más de seis era lo que consumía. Y también le haría un sarta de problemas al enterarse que olvidó tomar las vitaminas. Últimamente estaban teniendo problemas y eso lo deba terror ya que vivían discutiendo por todo.
Kihyun y él se conocieron en una agencia de modelaje, Hyunwoo había sido contratado y Kihyun fue quien trajo los alimentos que se usarían en la campaña. Fue amor a primera vista y fue el castaño quien se atrevió a invitarlo a salir obteniendo una respuesta positiva, así dio comienzo a una historia intensa, llena de pasión y melosidad. Eran compañeros ante todo, siempre estando para el otro y cuando formalizaron la relación la lluvia de emociones ascendió a un cien por ciento. Hasta que empezaron a convivir, los primeros tiempos fueron aprendiendo del uno y del otro, de las cosas que les disgustaban, de cómo se manejaban y así, intentaron mejorar y lo hicieron para hacer más llevadero todo, pero si había ciertas cosas que molestaban mutuamente. Las discusiones por simples cosas como dejar un plato sucio o no levantar la mesa después de cenar formaron un acumulo y eso hizo que explotaran. Si bien los dos trabajaban y a veces les era imposible hasta sostener un plato por el tremendo cansancio y el tiempo para discutir esfumaba todo ese agotamiento. Aún así al irse a dormir sin verse los rostros, al día siguiente siempre tenía el desayuno hecho. Hyunwoo amaba a Kihyun y pensó que quizás era normal tener discusiones pero no todos los días.
Pronto la nueva campaña de una nueva marca de cerveza llegaría a su fin y Hyunwoo iba a tener unas merecidas vacaciones. Suspiró audible por enterarse si Kihyun también descansaría del trabajo, siendo Chef de su propio restaurante le consumía la energía, haber estudiado para ser Chef profesional y Chef pastelero era todo un sueño cumplido.

A las pocas horas tronó el cuello y el cansancio corporal acecho al cuerpo dando bienvenida al sueño, Hyunwoo rogaba por estirarse en la cama y dormir hasta pasado mañana. Por ese día dio por finalizado el trabajo.
Decidió aparecerse en el restaurante con un ramo de claveles blancos y una caja morada con golosinas, estaba estresado y agotado por eso mismo quería estar en un ambiente hogareño y al lado de su novio. 
Despidió al manager por ese día y abandonó la camioneta, deslizó su mano por el cabello sedoso y acomodó su vestimenta, antes colocó el perfume en el cuello, una fragancia con aroma varonil como decía el peligris, mismo que le obsequió hace meses.
Kihyun estaba dando los toques finales a un pastel, revisando el horno de vez en cuando en la esperaba de la cocción de los cupcakes, ese día fue una locura en reservaciones, almuerzos, meriendas y encargos de postres, porque además de eso, exportaba a otras tiendas de pastelería. Se tomó un momento para beber un café y alucino ante la belleza que se cruzó en su visión. Hyunwoo estaba deslumbrante con ese pantalón de vestir gris y una camisa blanca con tres botones desabotonados mostrando parte de la cincelada piel canela que lo transportaba a galaxias desconocidas. Y esas flores que desprendían un linda y suave fragancia. No pudo no sonreír, extrañó a ese candente castaño y sobre todo se sintió culpable por recordar la discusión de la noche anterior, pero aún así lo abrazó y le transmitió un lo siento con el lenguaje corporal. El castaño lo percibió, él se sentía de la misma forma y aunque hubiera roturas en el camino siempre terminaba de la misma manera, con ellos abrazándose sin medición de palabras de por medio. Durante cinco minutos porque el temporizador sonó, disfrutaron de ese abrazo que hablo sin usar palabras, se separaron solo porque los cupcakes estaba hechos.