KILOS DE BASURA

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No estaba segura de que hacer hasta que Corio hizo su primer movimiento. Tomó la mano de Lucy Gray y la llevó a los barrotes donde estaba la gente.

La tomó de la mano, le puso la rosa en el cabello, ¿Qué era lo que estaba haciendo Coriolanus Snow?

—Rose, ¿También me tomaras la mano?—preguntó Wovey. Rose junto en ese segundo sonrío tratando de verse natural. Tomó su mano y tímidamente caminaron a los barrotes en donde estaba Corio. Sonríe cuando el presentador Flickerman.

"Miren su cabello, ¿es un nido de pájaros?"

"¿Qué tiene en la cara?"

"¿Y ese tributo? ¿También tiene un nido de pájaros?" escucho entre las personas que estaban en el lugar. Rose fue consciente de que hablaban de su peinado, tenía distintos listones y algunas trenzas revueltas, a ella le parecían bonitas cuando se vio al espejo. No estaba avergonzada, de hecho, por alguna razón le gustaba que la gente hablara de ella. Cuando volvió a ver a Wovey, notó que la niña tampoco estaba avergonzada.

—Te ves espectacular—le dice Rose a Wovey, ella sonríe por el cumplido.

La gente no sabía a dónde mirar, si el vestido de arcoiris de Lucy Gray o el cabello y maquillaje de Rose. No habían terminado de formular las tantas preguntas que tenían cuando Lucy Gray voltea a ver a la pequeña Wovey.

—Es una hermosa corona de flores—le dice Lucy viéndola.

—Rose me la dio—responde.

—Las coronas de flores no son difíciles de hacer—dice Rose viéndola detenidamente sintiendo la mirada de Corio en ella.

—¿La hiciste?—le pregunta Lucy.

—Rose es muy amable, tal vez pueda hacer una para ti—dice Wovey.

—Si, tal vez—responde Rose sonriendo.

—Wovey, no tientes a tu suerte, ven—le pide su compañero de distrito, Bobbin.

—Pero Rose es amable—le contesta Wovey haciendo sonreír a Rose.

—Lo soy—sonriéndole a todos.

—¿Qué mentor es más amigable?—pregunta el presentador Flickerman.

—Coriolanus Snow...

—Roselyn Zsasz...—dijeron ambos académicos al mismo tiempo. Después de darse cuenta de eso los dos comparten miradas. Poco a poco el amistoso encuentro de la mañana se estaba convirtiendo en la rivalidad como todos los mentores de la academia. Rose no dejaba de sonreír y Corio siguió su ejemplo.

—¿Los dejaron entrar? ¿Les dijeron que entraran?

—No dijeron que no podíamos venir—dice Rose.

—Nos dijeron que teníamos que presentar nuestros tributos...—y antes de que Corio siguiera hablando Rose aprovechó para hablar.

—Y quería poner bonita a Wovey.

Un "Aww" se extendió en la gente. Estaba siendo todo un drama, no estaba siendo para nada amistosa. Corio carraspeo un poco su garganta para volver a sonreír

No hablaron más hasta que los agentes de la paz llegaron a sacarlos.

Coriolanus caminaba de prisa, no era consciente de que Rose podía seguir con sus pasos. Rose estaba ansiosa y algo avergonzada, pero no sabía por qué. Solo habló sin pensar. Vio a Corio que tenía la vista fija al frente hasta que este mismo se dio cuenta de lo ansiosa que estaba Rose.

LAS ESPINAS EN LAS ROSAS | Coriolanus SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora