LAS ESPINAS EN LAS ROSAS | Coriolanus Snow

LA VOY A ENCONTRAR

Nada salió bien…

MESES DESPUÉS…

Lucy Gray desapareció, y Coriolanus Snow regresó al Capitolio, no fue el resultado que esperaba, pero comprobó una cosa… su bosque también era de concreto. Así que fue a buscar a Casca Highbottom con las cosas de Sejanus, compartieron unas palabras, sobre él, sobre Sejanus, los juegos… pero ninguno los tensó tanto como el siguiente tema de conversación… ese fue Roselyn Zsasz.

—¿Dónde está?—le preguntó Coriolanus viendo con atención a Highbottom.

—Ella no va a regresar, señor Snow—le advierte Casca Highbottom. —Margrii por desgracia sigue viva y ella impide que la señorita Zsasz ponga un pie en el Capitolio… estaba luchando para que esa niña volviera aquí, pero ahora sé que está mejor allá afuera.

—El Capitolio es su hogar…

—No voy a dejar que Roselyn Zsasz regrese porque tú estás aqui—le habló Casca firme.

—No puedes tomar esa decisión.

—Claro que puedo, soy su tutor legal… y tú no mereces a esa niña—le dice Casca negando con la cabeza.

—La conozco desde que éramos niños, crecimos juntos, teníamos un matrimonio arreglado hasta que nuestras madres murieron, ¿En qué sentido no me la merezco?

—Sé que preferiste a tu pájaro cantor, señor Snow… ella no me oculta nada—le comenta Casca viendo las cosas de Sejanus, entre ellas ve una fotografía de Rose y Sejanus entrando recién a la academia, eran más jóvenes… —Llamó devastada diciéndome que el joven Snow había elegido a Lucy Gray Baird en lugar que a ella.

—Fue un error—responde Coryo.

—¿Cuántos errores cometiste antes de que te dieras cuenta que dejar ir a la señorita Zsasz fue un error?—le pregunta Casca para después verlo, aunque Coryo estaba inmóvil y sin expresiones que evidenciaran su estado de ánimo, se notaba tenso.

—La voy a encontrar… y la traeré de vuelta—le dice Coryo como despedida.

Casca Highbottom estaba nervios, desesperado y su delicada adicción a la morfina lo hicieron tomar el frasco de la caja de Sejanus, ahora… Snow le faltaba una persona para poder llegar a Rose.

Margrii Golska.

Pidió ayuda a Clemencia para encontrar respuestas, y lo que encontró fue lo más fascinante.

—¿Rose lo hizo?—preguntó Corto viendo a Margrii en cama con un tubo en la boca y muchos más en su pecho.

—No directamente, me pidió que le pusiera algo en las hierbas de su pipa—confesó Clemencia susurrando, no quería delatarse. —, estaban en su cuarto, tenía las iniciales de WZ.

—Wien Zsasz…

—Los Zsasz se dedicaban mucho a hacer venenos, creo que debió ser uno de los que hizo su padre—respondió Clemencia.

—Y con cada calada que le daba a su pipa se envenenaba a si misma, lento…

—Estuvo fumando esa cosa por semanas…Debe de tener solo un par de días de vida—le confiesa Clemencia.

—Soy una persona paciente, Clemmie… puedo esperar un poco—dice Coryo viendo a Margrii respirar con dificultad.

Margrii solo tenía un par de días para vivir, estaba agonizando y cuando ella se fuera, Rose podría regresar y reclamar si herencia.

🥀

Cuando Coriolanus regreso a casa sintió ese vacío que estaba sintiendo desde que llegó al Capitolio. Estaba en casa y ya no tenía necesidades urgentes, pero necesitaba algo… estabas el ambiente demasiado tranquilo, pero no quería ruido, quería el silencio de la presencia de Rose, o al menos su olor a rosas frescas que parecía nunca desaparecer de ella.

—Espera un par de días… Por favor—habló Coryo al aire.

Estaba nervioso por lo que le deparaba el destino para cuando se reencontrará con Rose, ¿Qué le iba a decir? Lo único que pido hacer fue esperar lo mejor, y rogarle al cielo que ella también sintiera lo que él sentía por ella.

Nunca iba a olvidar a la niña de mejillas rojas en el jardín de los Zsasz, no sabía cuánto deseaba verla hasta que se fue, hasta que despertó solo esa noche… Quería verla, sabía que estaba en el distrito 8, solo tenía que saber en dónde se había escondido… Amaba los vestidos, la tela, cortar y confeccionar, debía de estar en un lugar así… pero había más de 6 fábricas de tela o más… y casi 30 talleres de costura en el distrito. Necesitaba comenzar a descartar lugares mientras esperaba a que Margrii se muriera.

Pensar en el estado de salud de Margrii lo hacía tener curiosidad, la preciosa y delicada Roselyn Zsasz pudo tramar un plan tan macabro para deshacerse de su tía, eso lo hacía sonreír.

Ella era diferente a Lucy Gray. Roselyn era cuidadosa, pensaba a futuro, se preocupaba por seguir subiendo como lo hizo en el cuerpo médico en el distrito 12… de ser una aprendiz llegó a ser administradora, y ahora estaba en el distrito 8 haciendo lo mismo. Sabía cómo hacerlo y no se estancaba, tenía una mente brillante detrás de su incredulidad.

Lucy Gray quería quedarse donde estaba… No tenía visión.

🥀

Los dos días pasaron y Margrii murió con un poco de ayuda, Coryo fue el último en visitarla ese día…

Cuando Coriolanus estaba firmando los papeles de defunción le preguntaron por Roselyn Zsasz, ya que la fábrica de pintura, la casa y los bienes… incluso su antigua mansión había pasado a su nombre, Margrii nunca pudo quitarla del testamento de Wien Zsasz.

Así Coryo pensó en dos personas además de Casca Highbottom, que podrían saber exactamente dónde estaba Rose. Clemencia Dovecote y Tigris Snow.

Sabía que ellas dos mantenían contacto con ella, eran sus amigas… Tigris probablemente no se lo iba a decir, Roselyn tiene un poder sobre ella y si le pidió que no le dijera nada, no lo iba a decir, pero Clemencia era distinta, a ella podría persuadir. Coryo la convenció de que eso iba a ser lo mejor para Rose regresar y también para ella, podría ver de nuevo a su amiga.

Solo así, Clemencia le dijo vagamente dónde podría estar, pero antes tenía que hacer un par de cosas…