SIN ALIENTO

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Rose se arreglaba para el funeral de Arachne Crane, no quería ser llamativa, pero no tenía nada en su guardarropa que fuera sutil. Tuvo que ponerse lo que sea que fuera negro manteniendo su forma excentrica de vestir. Para el final vio su cara pálida de nuevo y se rehusó a usar ese estilo "minimalista" que habían dicho. Frunciendo el ceño escucha a su tía caminando a su habitación.

—¿Ya ensayaste tus lágrimas?—preguntó su tía Margrii quedándose en la puerta. —¿Te recuerdo cuantas veces deseaste que Arachne Crane muriera?

—Era una niña y no entendía la magnitud de mis deseos, tía—responde Rose tomando el labial que Coryo le regalo.

—Un deseo que se cumplió... ¿Quién te dio eso?—la regaña antes de que esta pudiera ponerse su labial en los labios.

—Tigris.

—Esa niña no usa esos colores—le dice Margrii. —Puedes tratar de mentirme, pero no significa que te creeré.

—Me lo dio Coryo, ¿contenta?—habla para después comenzar a teñir los labios.

—Alejate de ese muchacho, Roselyn. Ya tiene suficientes problemas—le dice Mardrii.

—Yo no soy un problema—Rose termina de pintarse.

—Fuiste un problema para tus padres y eres mi problema ahora—habla Margrii y después Rose solo sonríe al espejo para verla a través de él.

—Lamento ser una molestia, tía Margrii... el tiempo dirá quien es problema de quién, y si no... no importa, moriremos algún día—le dice caminando a la puerta siendo recibida por una cachetada. —Yo también te quiero Margrii.

Sin importar el golpe, sin importar que al principio se alejó de ella... Rose logró darle un beso en la mejilla a su tía Margrii como despedida.

El funeral de Arachne fue un espectáculo, el presidente dio un discurso, los juegos se retrasaron un par de días. Rose no pensaba que Arachne Crane se lo mereciera, ya que en la guerra hubo sacrificios del capitolio mucho más grandes y no habían recibido ni la mitad de la atención. Después del discurso, Coriolanus Snow pasó al frente, no supo en qué momento le dijeron que tenía que cantar el himno del Capitolio, fue hermoso a pesar del terrible momento, además de emotivo.

Después del canto de Coryo procedieron a hacer el desfile, Rose recibe unas cuantas miradas desaprobatorias por su vestimenta, pero ella no era la protagonista de ese bello funeral... Era el tributo colgado de una grúa, era el tributo que había asesinado a Arachne. Debajo de ellos estaban los tributos encadenados y sentados viendo el desfile con atención. Todo eso estaba siendo televisado.

Estaba siendo todo un espectáculo, y era exactamente lo que Rose estaba pensando. Una muestra de que los tributos eran inferiores y las consecuencias su osaban lastimarlos. Era triste y pudo sentir lástima por ellos. Esas personas eran seres humanos y sentían lo mismo que ellos, estaban siendo crueles.

—¿Qué opinas?—pregunta una voz conocida. Coriolanus estaba detrás de ella.

—Es todo un espectáculo—comenta Rose. —Ya quiero que termine, me deprime verlos así. Se nota que no han comido.

—¿Escuchaste que retrasaran los juegos?

—Claro, tienen que hacerle tributo a Arachne—dice Rose para voltear a verlo. —¿Cómo estás? Ayer... estabas mal.

Este se concentraba en el camino sin verla, solo siguió el camino un par de pasos más hasta que se desvió del camino... Coryo volvió a ser la misma persona que era antes de los juegos, había desaparecido el chico que le había regalado el labial rojo que traía puesto en ese momento. No sabía lo que pasaba y eso la intrigaba, su repentino cambio la inquietó.

No pensó en eso más tiempo, ni siquiera cuando tenía su plato vacío en sus manos. Sus pensamientos se disiparon cuando Dothy, una de las chicas más chismosas de la academia se puso a su lado.

—Hoy no estás con Coriolanus—le dice sonriendo viéndola desde abajo, era una chica de baja estatura.

—¿Qué quieres Dothy?—pregunta Rose tomando la comida de la mesa. Al final de la caravana para "honrar" a Arachne hicieron un banquete en la academia con rica comida y bebida.

—¿Se pelearon?

—No—responde Rose rápido para girarse e irse a comer en una de las mesas.

—¿Por qué no están juntos?—le pregunta Dothy siguiéndola y sentándose a su lado.

—Pregúntale a él, tal vez te responda—contesta sin siquiera mirarla, solo veía la comida y prosiguió a tomar los cubiertos.

—En realidad creo saber la respuesta—Rose solo soltó un "Mmh" ante ese comentario. —Escuche por ahí que anoche fue al zoológico—esas palabras la hicieron que se ganara la mirada de Rose, ante eso sonríe satisfecha.

—¿Por qué?

—Pregúntale a él, tal vez te responda—dice Dothy burlándose de ella,

La incógnita le estaba carcomiendo el cerebro, tanto que le quitó el hambre. No estaba segura del porque le importaba tanto, tal vez solo fue ver a Lucy Gray... pero seguía sin entender porque tan noche, ¿Por qué no le dijo nada? ¿Estaba enojado porque fue a casa? su mente se revolvía con cada pregunta que pasaba por su mente.

¿Debió quedarse con él anoche? esa pregunta la hace negar con la cabeza, no quería hacerse historias disparatadas en la cabeza. Coryo no era su amigo, él mismo lo dijo... Compañeros... Solo compañeros y cuando acaben los juegos, sus preguntas van a terminar, sus preguntas se escucharan tontas en su cabeza, Coryo volverá a ignorarla justo como lo hacía en ese momento estando a cinco mesas de distancia. 

LAS ESPINAS EN LAS ROSAS | Coriolanus SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora