MENTIRAS

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Después de entregar las propuestas para los Juegos del Hambre en la ciudadela. Antes de ir a las entrevistas les dieron indicaciones para que fueran al salón Heavensbee para que les dieran instrucciones después del almuerzo en el que tanto Rose como Coryo tuvieron que contenerse para no devorar la comida por el hambre que tenían, la comida de la academia era gratis y muchas de las veces los dos aprovechaban ese privilegio, trataron de comer ellos y conservar algo para sus tributos más tarde. Todos los mentores siguieron el mismo camino al salón y no fue un viaje tranquilo, muchos veían de manera extraña a Rose.

No tenía su característicos peinados extravagantes y maquillaje colorido en su pálida piel llamaba la atención, pero si dio mucho que hablar el golpe en su ojo. Todos los que preguntaban por él les decía lo mismo, se cayó.

Levantó la mirada en las pantallas del capitolio pasaban una y otra vez el incidente de Arachne, todos se detuvieron. Esa noche sería el funeral de Arachne y algunos mentores sollozaron por los eventos mientras que Rose solo recordaba el golpe de la tía Margrii, ¿se sintió culpable por el desapego al hecho? Tenía que ser sincera consigo misma, no sentía nada de eso. Arachne no era su amiga,  pero si habían crecido juntas a pesar de que solo existía para criticarla. Una voz menos en su oído.

Las cámaras no solo captaron el incidente, también salía perfectamente a Coryo tratado de ayudarla y ella presionando. En esa perspectiva parecía un héroe.

Decidieron seguir su camino al salón. Estaban muy sensibles, pero había escuchado en algún lugar que el show tenía que continuar, y al parecer el presidente se lo tomó muy literal, ya que los juegos seguían en su curso original.

Entraron al salón y los dirigieron a una oficina sin sillas. Todos estaban de pie en círculo esperando las instrucciones para el siguiente paso de los juegos, unas secretarias pasaron unos cuadernos con una pluma que los mismos mentores se fueron repartiendo.

—Este cuestionario se llenará junto con sus tributos en la entrevista—Rose al escuchar a la secretaría frunce el ceño. Abrió el cuaderno y observó el cuestionario, después, volvió a levantar la mirada.

Sabía que en esos juegos todo sería distinto, pero al escuchar la explicación tuvo un pequeño deja vu. Era su propuesta.

—No crees que lo hayan organizado tan rápido, ¿verdad?—le preguntó a Coryo a su lado.

—Fue esta mañana...—contestó Coryo susurrando a ella.

Nadie sabía que entrevistar y reunir datos específicos de los tributos para que los conocieran eran ideas suyas, nadie sospecho de que Coryo y Rose se pasaron la mitad de la noche haciendo esas sugerencias.

—Pasen a la siguiente sala y ahí les darán las siguientes instrucciones—les dicen indicando a una puerta que estaba abriéndose.

Rose caminó lento, estaba abrumada de que estuvieran haciendo lo que ella propuso. Sentía una responsabilidad enorme si eso salía mal. Estaba tan atrás que le perdió el rastro a Coryo. Arrastrando los pies escucha la voz del decano a su lado. Rose lo ve tratando de recuperar el aliento.

—Señorita Zsasz, usted está más pálida que de costumbre—le dice irónico o sarcástico, Rose no entendió. Asintió y arregló su uniforme. —Le queda bien ese estilo.

—¿Minimalista?—preguntó Rose ladeando su cabeza haciendo sonreír al decano.

—Exactamente, minimalista—complementa.

—No se acostumbre. Los colores volverán a mí—dice viendo al frente dispuesta a dar un paso cuando el decano Highbottom hablo.

—Margrii Golska, su tía materna, habló conmigo pidiendo desesperadamente que te retire de la mentoría—confiesa el decano ganándose la mirada de Rose. —El moretón en su ojo me confirma mis sospechas.

LAS ESPINAS EN LAS ROSAS | Coriolanus SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora