𝐒𝐎𝐌𝐎𝐒 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐎 fácil. Somos muertos desde el minuto uno en que la taxidermia se puso en marcha. Inevitablemente duraremos menos de lo que tenemos esperanzas al no lograr conseguir escapar del hospital antes de que nos encuentren. Pero ellos saben que yacemos en el subterráneo. Sabrán que, de no haberse encontrado con Katsuki en la habitación, durmiendo como le recordaban, seguramente tendría que estar en este sucio cuarto hediondo tratando de sacarme con sus últimas fuerzas.
Después de esto no quedaría nada. Ellos estuvieron escondiéndose de un grupo cuya maldad creían que no tenía fundamentos, y sobrevivieron de la misma manera en la que planeamos hacerlo nosotros. Huir lejos, correr hasta que percibamos la fina línea del final, y vivir por quién sabe cuánto tiempo. Bichos eran bichos. Humanos eran humanos. Y ahora es un todo compacto, una imposibilidad realizada al amalgamar lo inmiscible. Soy la menos indicada para hablar de estas diferencias sabiendo que las similitudes sobresalen ante todo lo otro. Diría que hubiese preferido morir comida por ese primer Gudhra que me encontré al final de calle. Pero mentiría. Algo me impulsa a seguir moviendo el cuerpo.
—Caminaré después de que salgamos del hospital —mascullo, poniendo fe en ello—. Aguantaré el dolor. No me han hecho... tanto daño.
—Toda la sangre que tienes encima dice lo contrario —Abre la puerta. Aprieto el arma y apunto al frente, a esa neblina tan espesa colmada de polvo. Casi no recuerdo cómo he llegado hasta esta habitación, pero cuando miro al frente, todo es exactamente igual al pueblo.
Muy en fondo el sabor agrio de haber recordado a la abuela me retuerce. Reía poco. Gritaba más de lo que podía llegar a hablar y lo extraño fue que casi nunca salía de casa, incluso cuando su salud no decaía con tanta frecuencia. Vivía en un encierro que nosotros no le producimos. No quiero hacerle preguntas al pasado. Buscar indagar en mí misma es confuso, pues debería conocerme mejor que nadie, y después de la catástrofe habito en el cuerpo de una extraña que tiene toda una historia escrita en las huellas dactilares. Hoy intento decodificar. Intento desarmar el muro, romperlo, y ver qué se esconde detrás.
He de confiar en el transcurso de los sucesos. Fuimos traicionados por alguna razón. Si han matado en el pasado están confinados a repetir sus errores. Pero Deku y Kirishima vivían en un nubarrón. Recuperaron los recuerdos poco a poco, viajaron a la mentalidad que tenían en el pasado, pero yo juré ver en ellos compañerismo y devoción. ¿Tan fácil es ser corroído? Quizás parte de sus espíritus sigan dando vueltas por el mundo, y habría que hacer que entren en razón, pero tanta sed de sangre... ¿Puede ser saciada sin mutilar la carne donde se origina el odio?
Es entonces, en el silencio tan profundo del subterráneo, donde Katsuki para de caminar bruscamente. Una súbita oleada de terror nace en el centro de mi espalda al levantar la barbilla y ver un hombre extraño colocar su arma en la sien de Katsuki. La saliva baja lentamente por su garganta. Veo cómo traga en seco sin dejar de sostenerme. Podría ahora apretar o no el gatillo.
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𝐓𝐀𝐗𝐈𝐃𝐄𝐑𝐌𝐈𝐀 | 𝗸𝗮𝘁𝘀𝘂𝗸𝗶 𝗯𝗮𝗸𝘂𝗴𝗼
Fanfiction𝐓𝐀𝐗𝐈𝐃𝐄𝐑𝐌𝐈𝐀 | El 12 de mayo todo cambió para el mundo y, sobre todo, para Thyra... cuando al despertar de su desmayo producido por un ataque de locura y miedo inconmensurable se dió cuenta de que todo el mundo se había disecado para pronto...