Capítulo 1

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La biblioteca siempre ha sido mi lugar favorito en todas las escuelas por las que he pasado, y eso para nada cambio en la universidad. Era el único lugar donde podía estar tranquila y en silencio. Sin embargo, hoy mi mejor amiga estaba interrumpiendo ese silencio. Ya nos habían pedido varias veces que nos calláramos, ya que su bulliciosa voz resonaba por todo el lugar.

-Astrid, por favor, solo serán unas horas-chilló Lynn, poniendo cara angelical.

Suspiré profundamente, suplicando paciencia mientras intentaba concentrarme en el libro que tenía en frente. Tenía que leer al menos 100 páginas para una tarea que debía entregar la próxima semana y Lynn insistía en ir a una fiesta.

-Nunca te pido nada- insistió de nuevo, esta vez captando mi atención.

-Oh!, claro, nunca me pides nada- ironizé-cada vez que acepto una de tus locuras, nos metemos en lios Lynn.

-Una estudiante de derechos en problemas con la justicia- intentó bromear, pero al ver mi gesto serio se dio cuenta de que no me hizo ninguna gracia- esta bien, esta bien, pero no han sido tan serios.

-La última vez, terminamos en la estación de policía- dije acusándola con el dedo.

-Ese chico trató de propasarse- dijo tratando de excusarse- metió su cabeza en mis pechos.

-No fue intencionalmente, tropezó con sus propios pies- respondí.

-Solo fingía, y no fue tan grave lo que le hice- se justificó.

-Le partiste la nariz-dije mirándola fijamente- y me culparon también por andar contigo.

-Venga, As, juro que me portare bien- respondió ella, tratando de convenserme.

-Bien- respondí de mala gana. La verdad es que necesitaba despejarme.

Ella se levantó de golpe y me abrazó, diciéndome que era la mejor amiga del mundo. Cuando pude separame de ella, empecé a recoger los libros y el ordenador. Ya eran casi las 5:30pm y lo que más quería era llegar a la residencia, darme una ducha caliente y dormir.

Nos dirigimos hacia la salida de la biblioteca y antes de separarme de ella, le dije que me lo pensaría. Sin esperar a que me respondiera, le di la espalda y me fui porque sabía que era muy insistente.

Solo pude dormir una hora. A las 7:00pm, Lynn ya estaba tocando a mi puerta.

-Sorpresa- me miró de pies a a cabeza y pude ver la expresión de horror en su rostro- ¿ por qué no estás lista?

-No dije que iría- respondí, pero ella no dijo nada y fue directo a mi armario- dije que lo pensaría.

-Creo que esto te quedaría genial- me mostró un vestido rojo, corto y con escote que no recuerdo la última vez que lo usé.

-No iré con eso.

-Este vestido es muy elegante.

-Casi es otoño, ya se está sintiendo el aire fresco. No me arriesgaré a pescar un resfriado- caminé hacia la cama y me dejé caer en ella.

Lynn desapareció rápidamente y volvió unos minutos después con un vestido negro de manga larga y una chaqueta a juego.

-Este conjunto te dará un toque sofisticado y te mantendrá abrigada. Además, con tus botas altas negras, lucirás increíble- Lynn tomó mi mano y me arrastró hasta la puerta del baño- entra ahí y ponte este vestido.

No me dejó tiempo para protestar antes de cerrar la puerta. Solo tardé unos minutos en colocarme el vestido y me miré al espejo para ver cómo lucía. Me sentí tan " hermosa", dije en voz alta, no recordaba la última vez que me había sentido así. Tomé una bocanada de aire y salí del baño. Lynn estaba sentada en la esquina de la cama, con su móvil en la mano.

HASTA QUE NO QUEDEN CONSTELACIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora