Era lunes, y como de costumbre, la escuela era un completo caos. Me encontraba en la cafetería de la universidad, que rebosaba de estudiantes almorzando y charlando animadamente.
Lynn y yo estábamos sentadas en una mesa. Mientras ella revisaba algo en su portátil, yo disfrutaba de unas papas fritas. Tras cerrar el portátil, soltó un suspiro audible.
—¿Cómo te fue en el viaje? Todavía no me has contado nada —se inclinó hacia adelante y tomó una papa frita de mi plato.
—No tan bien como esperaba —dije mientras daba un sorbo a mi refresco de cola—. Su madre y hermanos son geniales —encogí los hombros y me sumí en mis pensamientos.
—¿Pero? —Lynn captó que había más por contar.
—Su padre es bastante injusto. No me cayó nada bien; de hecho, llevó a una chica a cenar. Resulta que esa chica era la mejor amiga de Niclas y estaba obsesionada con él.
—¿Su ex? — Lynn parecía sorprendida.
—Dije la mejor amiga, creo que estaba enamorada de él —corrige con una sonrisa.
—Qué idiota.
—También conocí a su mejor amigo.
Esta vez, Lynn me miró con una sonrisa en los labios.
—¿Es atractivo? —preguntó con curiosidad.
—No lo sé, Lynn. Es el mejor amigo de mi novio.
—Pero eso no te impide decir si es guapo.
—También tiene un hermano.
—¿Cómo se llama el mejor amigo?
Vaya, parece que a Lynn le ha llamado la atención Ethan.
—Ethan —respondí.
—¿Como el guitarrista famoso? —su entusiasmo era evidente.
—Lamento decepcionarte, pero estudia astronomía al igual que Niclas, aunque en Estados Unidos.
—¿Y por qué tan lejos?
—No lo sé, Lynn. No tengo respuesta para todo —respondí más para mí misma que para ella.
Aun Niclas seguía sin contarme cosas; estaba bastante segura de eso.
—Podrían presentármelo y yo me encargo de investigar —propuso Lynn.
Sonreí divertida, pensé que sería una buena idea que se juntara con Ethan, parecía ser un buen chico.
Me giré hacia la entrada de la cafetería y vi a Max que acababa de ingresar con sus amigos del equipo de básquet. Me había enterado de que lo habían nombrado capitán y si antes las chicas lo perseguían por ser apuesto, con ojos verdes, cabello rojo y muchas pecas, ahora lo hacían aún más, aparte de tener un cuerpo bien definido.
Nuestros ojos se encontraron, y vi cómo decía algo a uno de sus compañeros antes de dirigirse hacia nuestra mesa. Inmediatamente aparté la vista, sintiéndome incómoda.
—Hola, Maxi —saludó Lynn, apartando la vista de su portátil—. ¿No te enseñaron modales o la fama ya te subió a la cabeza?
—Quizás no me había percatado de tu insignificante presencia —respondió Max.
Lynn sonrió irónicamente.
—Sí, la fama se te subió a la cabeza. Pero no te creas tanto, ni con eso tienes lo que quieres.
Uff, golpe bajo.
Max apretó la mandíbula intentando controlarse. Lynn hacía referencia a que no me tenía a mí.
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HASTA QUE NO QUEDEN CONSTELACIONES
Teen FictionEn un mundo oscuro y desolado, ella se sentía perdida. El peso de sus traumas la arrastraba hacia abismos de dolor y desesperación. Pero en medio de su tormento, destello de luz apareció en forma de un misterioso chico que la rescató de un intento d...