ᵉⁿ ˡᵒˢ ᵇᵃñᵒˢ ᵈᵉˡ ᵇᵃʳ

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Eddie la espera en la salida del campus, ella camina con sus bolsos y lo ve parado, tiene un cigarrillo entre los labios y su mirada oscura le hace parecer realmente alguien interesante

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Eddie la espera en la salida del campus, ella camina con sus bolsos y lo ve parado, tiene un cigarrillo entre los labios y su mirada oscura le hace parecer realmente alguien interesante.

—Es tu compañero de clase, no vas a cogértelo— dice la chica sólo para sus adentros. Él la mira detenidamente, le gusta que ella no intente gustarle, conoce su lenguaje corporal.

—Pensé que me dejarías plantado—dice Eddie, sonríe cuando la ve, en el aire se hace una especie de nube con el humo del cigarrillo.

—La verdad es que es lo más interesante que tenía por hacer— dice Kai, lo dice con un tono burlesco—Era salir contigo o volver a casa y estar encerrada en mi cuarto.

—Dudo que haya una cosa más divertida que salir conmigo. Tienes suerte de toparte en camino— él lo dice con naturalidad, bastante seguro de lo que es , y a ella, lejos de parecerle borde aquella actitud, le causa gracia, piensa que es un chico genuino, y aquella es una cualidad que claramente le suma un punto.

Ambos caminan de noche por las calles de la ciudad, les mintió a sus padres para poder salir sin sentirse tan mal, aunque sabe que Sam no debe creer demasiado en sus palabras, aunque ella bien sabe que su hermano tampoco es un santo. El fin de semana pasado recibió una golpiza en una tocata, y bajo su propio análisis, sabe de que su hermano no ha de andar en cosas realmente buenas.

Fuel de Metallica suena en el bar, unos chicos del fondo les alzan las manos, Kai reconoce a más rostros que Eddie, es extraño jamás salir con ellos, y noche, gracias a él, ahora están sentados en la misma mesa y tomando la misma cerveza.

—De seguro recuerdas más sus nombres que yo— Eddie se encoge de hombros y ella se ríe. Eddie camina hasta la mesa y le hace un gesto para que la chica tome asiento primero. Son muchos chicos, no se puede tener una conversación general, sino que todos están con diferentes temas. Eddie no le quita la vista a Kai, y sonríe cuando ve sus ojos puestos en ella, es como si tuvieran un mundo aparte, lejos de las risas de los demás. Eddie escucha a unos chicos hablando de fútbol, aunque a Eddie no le interesa en lo más mínimo. Una de las chicas, se acerca a Kai al oído y le hace una pregunta que la saca de lugar.

— ¿Andas con Munson? los vi llegar juntos— su rostro es una mezcla de expectación y a la vez morbo, como salir con él, fuera algo para contar.

—Oh, no...sólo hablamos— dice la chica, bebe de su cerveza y fija su mirada en Eddie.

—Dicen que Munson es de temer— arquea sus cejas, y ella sabe que no se refiere al temer de algo malo como tal, sino a ''ese'' temer—Buena suerte— le dice entre risas. Eddie quiere captar algo de la conversación pero no lo logra, se queda un buen rato en silencio, analizando a Kai.

—¿Qué tanto me miras?— dice la chica, algo tímida, él sólo sonríe.

—¿Acaso no puedo mirarte?— le responde con una pregunta y ella mueve su cabeza, nunca ha vivido algo como eso con un chico. Usualmente el camino es más largo, ella se tarda un buen par de días en aceptar que le gusta alguien, y la primera salida no la acepta de inmediato, pero con Eddie es diferente, es como si no tuviera miedo de ir a su lado por la calle, es como si tuvieran una fuente inagotable de conversaciones únicas, que sólo ellos dos podrían tenerlas. Jamás van a hablar de economía, aunque Eddie es de la idea que impriman más billetes, no van a hablar de política, probablemente Eddie le contará en algún momento sobre su obsesión con los extraterrestres y las naves espaciales y cómo la ufología se ha transformado en una especie de pasatiempo además de la música, y entonces Kai podría responderle que es fanática de Alienígenas Ancestrales del NatGeo.

— Claro que puedes hacerlo— contesta ella y termina su cerveza. Se para de la silla y Eddie observa sus pasos.

—¿Dónde vas?— pregunta.

—Al baño— responde ella, mueve su cara en dirección a aquel lugar, entonces Eddie espera unos segundos en su lugar y cuando ella desaparece de vista, sigue su camino, el grupo de chicos no está atento, no les importa en lo más mínimo cualquier interacción entre Eddie Y Kai.

Los baños están desocupados, ella lo espera apoyada en una pared, entonces Eddie aparece por su lado, pone una mano al lado de su rostro y parece tenerla prisionera en las cerámicas frías y negras de aquel lugar, la luz es de color rojo neón.

—¿Esto querías?— pregunta—Si querías tenerme a solas, sólo debías decirme que preferías ir a otro lugar. Soy un chico fácil— los dos sonríen tras las palabras de Eddie.

—Yo no dije que quería estar a solas contigo. ¿Por quién me tomas?— la chica le pregunta— ¿Crees que besaría a un extraño?

—¿En serio soy un extraño? nos conocimos desde hace un par de horas, sabes que me llamo Edward, me gusta el heavy metal, Calabozos y Dragones, amo comer cereales y beber cerveza, me gusta ver películas y de vez en cuando, tengo sexo con chicas que conozco hace un día.

—Idiota— se ríe—Sé que no hay mucho más que saber de ti. Pero creo que yo también te he contado cosas mías, y creo que, dentro del listado, también está el que no me acuesto con chicos que apenas he visto— Eddie cree que es la conversación más graciosa.

— ¿Por qué no asumes que querías estar a solas conmigo?— Eddie se acerca a escasos centímetros, ambos comienzan a respirar el mismo aire— Yo no tengo problemas con eso. Ya somos adultos. Nadie va a crucificarte si un metalero te pone, ya no estamos en los 80's cuando nos trataban de satánicos, ¿O piensas que Iron Maiden le rinde culto al diablo?— Eddie tiene cada vez más arrinconada a Kai, ella sólo se limita a sonreír, juguetea con el cuello de su playera del chico, y como si aquello estuviera premeditado, saca una goma de mascar de menta para desenvolverla, Eddie se queda viéndola.

—¿Te la echarás toda a la boca?— le pregunta, ella se larga a reír.

—¿Quieres que te dé?— pregunta Kai. Eddie, con una expresión juguetona en los ojos, notó la goma de mascar entre los dientes de Kai. Una chispa de deseo y atrevimiento brilló en sus ojos, y sin decir una palabra, se acercó lentamente. El ambiente del baño, llevaba consigo la promesa de algo más ardiente.

La proximidad entre ellos creció, y en lugar de un beso convencional, Eddie detuvo su avance justo antes de que sus labios se encontraran. En cambio, sus ojos se fijaron en la goma de mascar de Kai, y una sonrisa juguetona apareció en su rostro.

— ¿Te importaría si...?—se acerca a su oído— ¿Tomo lo que me corresponde...?— Antes de que pudiera terminar la frase, Eddie se inclinó suavemente y, con una mezcla de intensidad y deseo, mordió la goma de mascar que estaba entre los dientes de Kai. Un suspiro contenido escapó de los labios de la chica, y el aire alrededor de ellos, parecía agotarse. Cuando se separan, se ríen, entonces ella quiere darse la media vuelta para salir del baño— ¿Qué haces?— pregunta Eddie, queriendo seguir el beso.

— Ya tienes tu parte. Además, no soy de esas chicas que se dan tan fácil. Mínimo debes invitarme un día a ver una película en tu casa— la chica sigue su juego, y Eddie sigue sus pasos. El cambio de luces les juega una mala pasada, nadie lo dice a viva voz, pero unos cuantos lo notan, se ha quedado algo del labial de Kai en los labios de Eddie, ella le hace el gesto para que se limpie, no sólo en la boca, sino también en el cuello 


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king of my heart. ᵉᵈᵈⁱᵉ ᵐᵘⁿˢᵒⁿ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora