—¿Piensas que correré a tus brazos sabiendo que no tienes alguna enfermedad? —pregunta la chica entre risas.
—Bueno, sólo quiero saber si pasé la prueba— responde Eddie con una sonrisa. Ella no es de meterse con chicos porque sí, pero Eddie emana esa vibra tan auténtica que simplemente cae ante él sin demasiados esfuerzos. Kai sigue su camino por el largo pasillo que da hacia la entrada del campus. Eddie se queda viéndola, con una sonrisa, sabe perfectamente con quien se está metiendo.
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Pasa de largo a su habitación, su cuarto es rosa, vestigios de su niñez, aunque ahora tiene un par de posters y fotos de ella y sus amigas de la escuela. Su mochila queda en su escritorio y Sam, su hermano va donde ella una vez que nota que ha regresado.
— ¿Qué haces acá?— pregunta la chica mientras abre su laptop— Piérdete.
—Sólo vengo a verte— se lanza a los pies de la cama— ¿qué planes tienes para hoy?— le pregunta y espera la respuesta.
—Nada, supongo que ver alguna película o lo que sea— responde sin mayor interés.
—¿Sabes que hoy hay fiesta? pensé que irías— dice el chico.
—La verdad es que no— su respuesta es cortante— Sam, tengo cosas que hacer y mucho estudio por delante. Tengo mejores cosas que hacer antes que perder mi tiempo en tocatas y fiestas— se queda pendiente de su ojo morado— Por cierto ¿has sabido más del tipo que te hizo eso? te ves horrible— se ríe.
—No, ya no me importa. No le harán nada por esto que me hizo— oculta la información de Eddie porque sabe que no le conviene hablar de sobra.
—Bueno, pero...asumo que esa persona debe tener algo en tu contra. ¿no hiciste nada malo, verdad?— pregunta la chica, y Sam se queda quieto, sabe que la respuesta es sí, ''Estoy vendiendo ketaminas, hermana. Y he estafado a Eddie Munson, quien tiene las riendas del negocio''. Sam no quiere que su hermana menor, tenga algo que ver con sus negocios y con tipos como Eddie.
Después de la cena con sus padres, cada cual se fue a su respectiva habitación, la chica se lanzó en la cama, con los auriculares, y sin pensarlo, recibe un mensaje de Eddie:
Hola, Kai. ¿Tienes algo que hacer esta noche? Hay una fiesta en el campus que promete ser más interesante que cualquier cosa que debas hacer. ¿vienes?
Kai se quedó mirando el mensaje de Eddie durante unos segundos, indecisa pero sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Después de reflexionar brevemente, una sonrisa traviesa iluminó su rostro. Decidida a dejar atrás la monotonía de la noche, se levantó de su silla y se dirigió hacia la ventana de su habitación. Kai abrió la ventana, sintiendo la brisa fresca de la noche, un momento de duda pasó por su mente, pero la emoción y la curiosidad ganaron.
Balanceó sus piernas hacia afuera. La oscuridad de la noche la envolvió mientras mantenía el equilibrio en la estrecha cornisa. Miró hacia abajo, evaluando la distancia al suelo, y se obligó a sí misma a no pensar demasiado.