—Eddie, estoy esperando un bebé y es tuyo— Kai parece vomitar aquellas palabras, no lo mira a los ojos, y es que el miedo aparece de repente, toma lugar en ella convirtiéndola en prisionera de sus propios pensamientos. Muy dentro de sí, quiere decirlo y simplemente correr muy lejos para que Eddie jamás pudiera encontrarla.
El silencio se instala entre los dos. Eddie se queda con la mirada puesta en la barriga de Kai, es evidente que es un embarazo y que es real, que ahí dentro crece algo que también es de él.
—¿Vas a decir algo? — pregunta Kai, sabe que el silencio responde sus dudas, y tiene miedo de ver el primer movimiento de sus labios rosados, sabe que podría escuchar las palabras más hirientes de su vida, sabe que un chico como Eddie jamás podría pensar que tener un hijo puede ser algo bueno. Se queda inmóvil, un frío recorre su espalda— Dime algo, por favor— ella continua la conversación al darse cuenta de que no tiene una respuesta de Eddie.
Lejos de recibir palabras de vuelta, sólo siente las manos de él sobre sus hombros, y cómo la envuelve en un abrazo cálido, Eddie besa su frente y la abraza un poco más.
—¿Por qué no me lo dijiste antes? — pregunta en un susurro—¿Por qué no me dijiste que vamos a tener un bebé?
—Tenía miedo, mucho miedo— dice la chica— No sabía cómo ibas a tomártelo, además, las cosas en mi casa no están bien. Hice todo lo posible para no pensar en esto, pero cuando vi la posibilidad de que pudieras irte para no volver, supe que debía ser sincera contigo— Kai no puede frenar las lágrimas que comienzan a salir de sus ojos—Perdóname por haber ocultado esto, estaba aterrada.
— ¿Es un niño o una niña?— pregunta.
—Niña...— responde. Eddie toma su mano y la conduce hasta el sofá, se sientan y se miran fijamente unos segundos.
— Kai...sabes que lo intento todo para ser mejor de lo que fui, estoy eternamente arrepentido del pasado que mancha todo lo que siento por ti. Me parte el corazón pensar que has sufrido todos estos meses, sola, sin nadie que te abrace en tus peores noches. La imagen tuya sufriendo en tu habitación, o siendo testigo del cambio de tu cuerpo, sin mi apoyo, me hace sentir horrible.
—No es tu culpa, fui una idiota— la chica lleva sus manos a los ojos y su voz se quiebra— Debí haber sido más valiente. Pasé a llevarte, te oculté el hecho de que vamos a tener un bebé, pero...cuando supe aquello, sentí que mi mundo se hizo trizas. Esa noche en que escuché el audio, estaba lista para entregarte las ecografías, y no fui capaz, simplemente no pude.
—Kai, no tengo nada que esconder. Sabes todo de mí, con mis errores y mentiras del pasado. Necesito que creas en mí, necesito que sepas que soy una buena persona y que estoy arrepentido del daño que te causé, o quizás, aquello fue necesario para darme cuenta de que te amo.
—¿Me amas, Ed? — la chica pregunta con un nudo en la garganta, los ojos de Eddie se vuelven vidriosos, los seca con sus manos, suspira y juega con sus manos, se arma de valor para poder hablar.